Bully in Love (Camren)

Una Confesión y Un Beso

Vestida con un traje de baño negro, con el cabello húmedo, Camila tomó asiento en una de las sillas reclinables que rodeaban la piscina de su casa. Se quedó allí con los ojos cerrados y pensó en los eventos que tuvieron lugar ayer.

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

Los momentos llenos de diversión y las risas que compartió con Lauren, Dinah y Normani  realmente le alegraron el día. Cosas que hacen las amigas.

¿Amigas?

Otra vez surgía esa pregunta.

Camila se había sentido como si todas fueran amigas. Normani y Dinah eran sin duda sus amigas, pero Lauren...¿Eran ahora realmente amigas?

Camila no estaba segura.

Era como si la ojiverde hubiera accionado un interruptor y de repente fuera una persona maravillosa. La persona que Camila había deseado que Lauren siempre hubiera sido.

Camila sonrió para sí misma cuando pensó en la agradable sensación que sintió cuando Lauren se acercó a ella, para enseñarle cómo mejorar su juego.

Luego pensó en cómo la había protegido de ese chico, Austin. A quien Camila había juzgado por sí misma como un idiota. No lo había notado en ese momento, pero Lauren la había protegido.

Camila sintió que su corazón se expandía un poco ante el gesto. Fue dulce.

La castaña cerró los ojos y dejó escapar un suspiro.

* * * * *

Lauren metió las manos en los bolsillos de su chaqueta mientras caminaba por su vecindario.

Tenía muchas cosas en la cabeza y ya no podía quedarse encerrada en su casa. De acuerdo, tal vez solo tenía una cosa en la cabeza, o más bien...una persona.

Lauren sonrió suavemente, recordando lo mucho que se divirtió con la castaña.

La habían pasado muy bien, y Camila incluso le había sonreído un par de veces.

Dios, esa sonrisa.

Lauren negó con la cabeza.

¿Cómo pudo haberse privado de esa sonrisa durante tanto tiempo? Ella quería más de eso.
Quería ver sonreír a Camila más a menudo y que ella fuera la causa de esa sonrisa...

Si tan solo Camila le diera la oportunidad.

Sabía lo que tenía que hacer. Era hora de tomar el toro por los cuernos y ser valiente.

El lunes siguiente en la escuela, Camila estaba en su casillero sacando un libro para su clase del tercer período.

—¿Camila?

La castaña se dio la vuelta al oír su voz.

—¿Lauren?

Se sorprendió al ver a la ojiverde. Era inusual que Lauren estuviera en este lado del edificio a esta hora, porque normalmente era de tiempo de su clase favorita, educación física.

Camila la observó y a juzgar por su lenguaje corporal, Lauren parecía extrañamente nerviosa por algo.

—Yo...necesito que vengas conmigo a una parte.—Lauren le solicitó.

—¿Como?

—¿Podrías acompañarme un momento?

—Um, está bien...—Camila respondió un poco confundida—¿Hacia dónde?