Apenas me da tiempo a escribir,
las palabras presionan mi garganta.
Quedan seis meses,
demasiadas horas,
y unos cuantos segundos.
Los gritos al vacío quedan envasados,
los depresivos tienen una sonrisa
y los victimistas sólo lloran.
Hay gente asquerosa,
hay gente increíble.
He encontrado a muy pocas personas así
dónde me encuentro.
Triste y nefasto.
Desastre y demolición.
¿Dónde estás para abrazarme?
Pensé que eramos los mismos,
lo siento.
Lo sientes.
La soledad causa felicidad,
y la compañía dolor.
El mundo se ha vuelto patas arriba
se enamora quien no debe
y te enamoras de quien no debes.
La ironía azota mi puerta,
yo la dejo pasar
lees aquella línea y preguntas
que quien es ese H del que tanto escribo.
Eres tan idiota,
y no tienes ni idea,
de que mi querido H,
eres tú.
Te odio la mayoría del tiempo,
sólo te quiero de nuevo cuando sonríes.
Porque podías matarme,
revivirme,
curarme
o romperme.
En este instante, no.
No dejaré a mis demonios comerme de nuevo,
pongo el fin a estas lineas sin sentido,
mi teléfono suena.
Esperaba que fueras tú.
Siempre espero que seas tú.
El pitido incesante me indica que no hay vida
al otro lado de la línea.
Pi.
Pi.
Pi.
Cambio y corto.
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El Año De Los Fugitivos
NonfiksiSólo el día a día de una chica normal en el peor año de su vida. ¿Conseguirá escapar de sí misma? Copyright © 2014, 2015. Todos los derechos reservados.