Siniestra Romanza de la Nochevieja

Capítulo 1 - Noche Fría

Siniestra Romanza de la Nochevieja

Capítulo 1
Frostigenacht
(Noche Fría)

Era una solitaria noche de invierno, fría y hechizada.

Desolada, en medio del silencio tirante del camino, el aullido triste y monótono del viento contando horrores a través de las hojas de los árboles; Es noche vieja.

Los ojos de la chica pálida se abrieron al camino solo y desolado. El viento frío mordía sus mejillas con besos de ventisca.

- Ya debería estar aquí. - pensó la chica que aguardaba en aquél camino, su silueta delineaba la silueta de una joven de nobles trazos físicos, sumado todo eso a una tersura de piel que se apreciaba en las partes donde la capucha de su parka no alcanzaba a cubrirle el rostro.

Al poco, el trote de un tropel de corceles y el chirriar de un carruaje resonaron entre las nieblas heladas vernales de aquella noche fantasmagórica.

Un carruaje negro y elegante con acabados finos en plata apareció cubierto por la fría escarcha imperante en el aire gélido. Los corceles, negros y de espeso pelaje, bien adaptados a aquellos rigores y con la corpulencia de un atlas, hicieron un alto en el camino. La sombra de la capa negra se deslizó furtivamente dentro de aquel carruaje imperial cuando la portezuela se abrió para ella.

Cuando aquél carruaje se cerró, el cochero, vestido de grueso abrigo negro con sombrero de ala cubriendo su rostro fustigó a los caballos para que reanudarán su marcha.

Dentro de aquel carruaje el ambiente era tan contrario que a la chica de negro recién llegada le costase creer tal contraste, un cálido fulgor iluminaba de soberbio modo aquel confortable camarín.

Regios asientos forrados de rojo terciopelo, cortinillas de seda para las ventanillas corridas y un ligero aroma como a incienso fluctuando en el aire.

- Perdona por la demora. - le susurró la anfitriona de aquel idílico tocador.

- Eres increíble... - dijo la chica de la capucha hastiada quitándosela revelando a una joven de cabello color verde mar corto, de pálida faz y mirada molesta. - y yo debo serlo más por aceptar venir hasta aquí por ti.

La sombra de la anfitriona se acercó hacia la chica pálida, era aquella anfitriona una hermosa beldad delgada y atlética de piel morena y ojos color oro de cortos cabellos color canela.

- Te prometo que valdrá el esfuerzo...

- Luz... No veo por qué acepté esto, debimos quedarnos en casa como el año pasado y celebrar igual nuestro aniversario... Mira que solo a ti se te pudo ocurrir pedírmelo justo en el día de año nuevo.

- Pudiste decirme que no y esperar hasta mediados del mes para aceptar, Ami.

Amity Blight miró a su novia, Luz Noceda a la luz de aquel momento. Hacia un año ese día que la chica morena se le habia declarado tímida y difícilmente. Y ella. Ni tarda ni perezosa, aceptó lanzándose a los brazos de Luz.

Ahora, tras un largo año que las había sometido a todo tipo de experiencias y rigores poniendo a prueba su amor en más de una ocasión (sobre todo cuando tuvieron que explicárselo a los padres de Amity), la madre de Luz y Edalyn lo tomaron bien y al final, habían tenido un último mes tranquilo en el que habían pasado sus días y tardes juntas, tras este breve periodo, habían decidido vivir juntas en un dormitorio estudiantil en las cercanías de Hexside, y aunque al principio hubo cierta oposición, al final las chicas ganaron de nuevo.