MIA

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Parece casi un chiste que lo que podía haber sido la peor etapa de mi vida, acabara siendo la típica historia de amor adolescente, la típica historia que todo el mundo sueña con tener cuando está en la famosamente denominada "edad del pavo".

¿No es irónico?, yo ya tenía asumido que era solo cuestión de tiempo que mi corazón dejara de latir, y era mi obligación tratar de herir cuanta menos gente, de que los daños causados fueran mínimos. Pero entonces llegaste tú, con tu sonrisa perfecta, con tus infinitos ojos azules que cuando te miran, sabes que no importa lo que pase, porque mientras él esté, todo irá bien. Y por eso me enamore de ti, mi amor, porque no importa cuánto me cabrees con tu inmenso optimismo que contagia a cualquiera, o con tus estúpidas payasadas para intentar sacarme una sonrisa en el día más oscuro, nada de eso importa, porque da igual cuanto me esfuerce por alejarte, sé que siempre estarás ahí para abrazarme cuando las cosas se derrumben.

Y por todo lo mencionado anteriormente he empezado a escribir esta especie de diario o memorias de una moribunda. Porque me importas demasiado como para no dejarte al menos una pequeña parte de mi ser.

Ahora mismo estoy sentada frente al ordenador pensando en cómo empezar este pequeño legado, y sinceramente no tengo ni idea. Me gustaría despertarte y pedirte ayuda, pero mucho me temo que esto es una sorpresa, una sorpresa que probablemente te entregue un señor trajeado de negro con cara de amargado, mi abogado. Así que, en busca de un mínimo ápice de inspiración, dirijo mi desesperada mirada hacia ti, que duermes profundamente en el que probablemente sea el sillón más incómodo del mundo. Hace semanas que duermes ahí, hasta creo que has empezado a echar raíces.

El comienzo de este libro va a ser muy difícil de leer, y puede que no seas capaz de terminar una frase sin romper a llorar, pero es que necesito empezar por el principio, necesito explicar mi enfermedad. Hace 4 años mi vida era maravillosa, no era perfecta, pero era feliz. Por aquel entonces tenía 14 años. Era la capitana del equipo de la Cross, lo cual me hacía más o menos popular. Salía a menudo de fiesta, y si, lo admito, me tomaba unas cuantas copas, probablemente más de las que debía. También me pasaba las noches en vela escribiendo y sacaba buenas notas en general, en fin, una vida normal y corriente.

Pero entonces sucedió. Aquel día comenzó como otro cualquiera: fui con Laila al instituto, tuve unas clases absolutamente aburridas y luego, fui al entrenamiento. No sé muy bien como paso, pero sí sé que mientras corría directa hacia la portería, de repente note una presión en la cabeza y luego se volvió todo negro, lo siguiente es despertarme en el hospital. Tras unas cuantas pruebas, me dieron la terrible noticia que cambió mi vida. Tenía cáncer.

Me detectaron un glioblastoma, es decir, tumor cerebral de grado 4, el más agresivo de todos, que es lo mismo que decir que tenía un cáncer terminal.

Me operaron casi de inmediato y poco después empecé con la quimioterapia y la radioterapia. El tratamiento era una tortura, una tortura lenta y dolorosa que parecía no acabarse nunca. Aunque al final, hubiera deseado que no se acabara. Después de estar un año bajo tratamiento me dijeron que ya no estaba haciendo efecto.

En aquel momento sentí una impotencia que me invadía por completo. Pero poco después me hablaron de un tratamiento experimental, el EPA, famoso en villa cáncerlandia por haber matado a todos los que se sometían a él, por ello, yo lo llamo cariñosamente El Puto Asesino. Aun conociendo el riesgo decidí someterme al EPA y milagrosamente sobreviví a él, aunque con un montón de efectos secundarios. Cada mes o mes y medio el EPA me causa una especie de descarga eléctrica indolora, entonces me pongo muy enferma y me paso meses en el hospital muy débil.

Poco a poco me he ido acostumbrando al tratamiento, pero para la gente que me importa, entre los cuales, estás tú, verme en esa cama de hospital débil y dolorida, es muy duro. Y es por eso, mi amor, que te lo puse tan difícil.

Antes de MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora