Capítulo 9
“No matter what -Boyzone”
¡Qué alivio encontré en mi corazón al saber que ella había aceptado darnos una oportunidad! No había habido en mi vida un mejor regalo que ese. Finalmente, la felicidad había decidido tocar a mi puerta, o al menos, fue lo que creí en ese entonces. Aunque me sentía egoísta, sabiendo que mi hermano la estaba pasando mal.
Para Nathan los días se transformaban en enemigos. Cada día que pasaba había una factura para su dolor y pena. Ciertamente la vida se le iba, aunque él fingiese que eso no le afectaba. Había tomado como objetivo que nuestras conversaciones evadiera ese tema que le rompía el corazón: Ahinoa. Se había refugiado en el trabajo para olvidar. Pero, ¿cómo olvidar lo que realmente amas?
—¿Finalmente te dijo que sí? —sonrió Nathan con picardía mientras hablábamos por Skype—. Mi hermano está creciendo….
—¿Cómo te has dado cuenta?
—No tengo que hacer más que verte a la cara y ver porque no quieres viajar este fin de semana a Nueva York, para vernos.
—Me has descubierto… He hecho planes con Ashley. — expresé con una sonrisa que no pude ocultar.
—Bueno, quien soy yo para ser tomado en cuenta este fin de semana de hermanos… ¡Tendré que arreglármela junto al aburrimiento!
—¿Has intentado hablar con…—intenté aconsejarlo que se comunicara a Ahinoa. Logrando una de sus evasivas.
—Prometimos no hablar más de este tema…
—Nathan…
—No puedo… Conoces muy bien las razones y ambos prometimos llevar esto a la tumba. Pienso en ella… Lo hago por ella…— me miró a los ojos con una melancolía que había intentado ocultar. Para luego fingir una absurda excusa—. Debo marcharme… Lo siento. Tengo una llamada que atender. Te hablo luego…—y se desconectó.
Le conocía tan bien, que podía saber que cada día su corazón se rompía de infinitas maneras. No era un cobarde. No lo era, porque yo era testigo de cómo había buscado llegar a ella, teniendo a mi padre pisándole los talones y arruinando cada uno de sus planes.
Y sabía que no había más verdad que solo quería protegerla, sin importar el precio. Aunque cada día la estaba perdiendo. Él lo sabía, se lo había mencionado, cuando por medio de Ashley me había enterado de que Ahinoa había empezado a salir con alguien en Dublín.
Sabía que mi padre no lo dejaría en paz y que cumpliría con sus promesas, sin importar a quien se llevase por medio. Su arrogancia y avaricia nos veían como títeres a su disposición para conseguir lazos que le ayudase a solidificarse a nivel financiero. Y yo había logrado romper ese lazo… O era lo que pensaba en ese entonces. Pero Nathan había fallado en el intento.
El tiempo posteriormente siguió avanzando. La vida seguía girando con sus pro y contras. Pero finalmente, después de todo, eso era parte de vivir. Un día de esos, lo que más ansiaba Ashley, llego a sus manos en forma de otra cajita. Dentro de ella había un osito teddy como los otros que le habían llegado, pero en esa única ocasión, con una fotografía de una pequeña bebé y una nota.
<< Si tengo que abrir el corazón para decir una verdad, es que nunca quise abandonarte… Y no hay días que pase en que lamente no haber sido el padre que merecías. Hay tantas explicaciones que dar y no sé si desees escucharme. Pero si aún estoy a tiempo, y tú lo deseas, por favor házmelo saber…>>
Ashley leyó tres veces esa nota, antes de decidirse marcar. Conociendo finalmente el nombre de su padre: David Donaldson.
—¿Alo? —escuchó que le decía la voz de un hombre en la otra línea.
—¿Es usted David Donaldson? —preguntó, conteniendo el deseo de querer llorar o que se le quebrase la voz.
—Sí…—expresó, sintiendo que se le iba el aliento en esa afirmación suponiendo quien podía ser—. ¿Ashley? ¿Eres tú, Ashley?
—Sí…—y las lágrimas no pudieron contenerse más—. Aún estás a tiempo. Si quiero escucharte… Papá.
Su padre le pidió verse en persona. Ella aceptó, y luego me lo hizo saber, deseando que la acompañara.
Primavera-abril 1988
David Donaldson se sentía con el corazón destrozado, cuando en el funeral de su amada esposa veía que nada de lo que había hecho, había tenido resultado para que ella recuperase la salud o tuviese un poco más de tiempo. Se sentía tan impotente y culpable, mirando a su pequeña hija, que se había quedado sin madre. ¿Tendría el valor de mantenerla a su lado, con todas esas deudas que debía pagar y una hipoteca con la que corría el riesgo de que le quitase su casa? Todo a su alrededor le presionaba. Se sentía culpable de haberle arrebatado un mejor futuro a Isabella, ¿sería tan egoísta para arrebatarle un futuro seguro a su pequeña Ashley? No podía soportar no poderle ofrecer una vida digna cuando ella se lo merecía. No… Su hija se merecía un mejor futuro. Él no se lo arrebataría, mientras se encontraba en esas condiciones. Primero haría lo correcto, para luego levantarse y lograrlo con sus propias manos.
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Devuélveme el corazón (Serie Hermanos Gibbon- 2)
RomanceGerald Gibbon ha tenido que ser testigo de cómo la vida puede ser injusta, aún más cuando se busca hacer lo correcto. Ha sido testigo de cómo su padre ha destrozado la vida de su hermano mayor y ahora busca hacer lo mismo con él, al no querer seguir...