el extranjero ✦ chanlix omegaverse!

O9 🍃

— ¿Lo harás bebé? — Insistió el beta, por alguna razón sentía que el ánimo de Felix podría mejorar un poco si conversaba con el alfa.

No era estúpido ni nada por el estilo, podía sentir con creces la intensidad con la que ambos lobos se llamaban, se veían no solo con deseo, si no con ganas de amarse y cuidarse... No habían convivido demasiado a decir verdad, pero aún así se necesitaban. Cuando estaban lejos el uno del otro su ánimo cambiaba y eso Hyunjin pudo notarlo, principalmente en el alfa que vivía con él.

Felix era un dulce y dócil omega, que siempre se mantenía sereno y con una sonrisa, nunca le había rehuido el contacto a nadie, mucho menos a Changbin. Era cariñoso y adoraba que le hicieran mimos... Lo que el lindo pecoso no había notado era que luego de conocer a Chris, bajaba la cabeza, trataba de no pasar por lugares demasiado concurridos y se asqueaba al sentir otro aroma impregnado en él que no fuera el propio (o el del alfa extranjero). Se sentía incomodo ante los toques y agarre de otras personas y el pánico se apoderaba de su cuerpecito cuando Changbin merodeaba cerca.

Actuaba como un omega recatado, como si estuviese siendo cortejado y no le gustaría que su alfa sintiera el aroma de alguien más impregnado en él. Eran actitudes inconscientes y el beta lo sabía... Sabía que el omega de Felix ya había aceptado al alfa de Chris.

—Y-yo... — Musito el pecoso con duda bajo la insistente mirada de su mejor amigo. Lo quería mucho y sabía que probablemente estaba cansado. Hyunjin trabajaba sin parar día y noche para que la salud reinara en su gente. — Sí, lo haré —

De alguna manera sentía que había firmado algo como su sentencia de muerte. Hyunjin sonrió con dulzura dejando varios besitos por las mejillas y la frente de su mejor amigo. Mimándolo con amor antes de brindarle una mirada de agradecimiento...

Felix suspiró, sintiendo la penetrante mirada de aquel alfa clavada en él. Sus piernas temblaron con el primer paso que dio haciendo reír a Hyunjin quien le veía andar nervioso.

El alfa, con cada paso que daba el omega acercándose a él, sentía los latidos de su corazón acelerarse a la vez que una terrible ansiedad recorría su cuerpo, haciendo que retuviera la respiración. Sus ojos brillaban con emoción al reiterar que Felix estaba bien, sus músculos se destensaban con alivio ante ese hecho... Trago saliva algo nervioso al sentir a Felix frente a él, agachándose en el agua aún sin hacer contacto visual.

— De verdad... No sabes cuanto me alegra saber que estás bien — Susurró con una enorme sonrisa que marcaba sus lindos hoyuelos. Felix Jadeo ligeramente al sentir el aroma del alfa tan cerca.

No se sentía preparado para verle, no aún. Sentía que sus sentimientos se confundirían más si lo hacia, que su corazón explotaría si cruzaban miradas y que las ganas de abrazarlo serían más grandes que su razonamiento. Sus manos temblaban ligeramente y lo único que se escuchaba era su respiración, mezclada con la suave brisa del bosque.

— Oh Angel, are u okey? — Ese acento, ese maldito acento tan divino que hacía su cuerpo derretirse. — Felix, mírame — Pidió el alfa con calma, llevando una de sus manos húmedas hasta la mejilla del pecoso.

— No... No me toques — Lo detuvo, dejando la mano del alfa en el aire. — V-voy a quebrarme si lo haces... — Soltó con voz afligida sintiendo su lobo rasguñar en su interior con molestia por haber frenado el contacto con el alfa.

Se sentía mal, se sentía tan malditamente confundido que dolía sentirse bien. Le molestaba adorar el contacto con la piel del alfa, le confundía lo bien que reaccionaba su lobo al aroma del castaño y le aterraba la necesidad que comenzaba a sentir. Necesidad de su calor, de sus toques, de sus besos, de sus dulces palabras y sus intensas miradas... No, no debía ser así... ¡Ni siquiera lo conoce bien!