La soledad era un sentimiento al cual se había acostumbrado, desde el día que vio la luz en este mundo estuvo solo, nunca hubo alguien que se preocupara por él en su niñez.
Mientras crecía, fue conociendo a mucha gente, personas con buenas intenciones y tristemente con malas. Hizo amigos gracias a su carácter alegre, personas que se preocupaban un poco por su bienestar, pero al final del día...
Siempre estuvo solo.
Recuerda las palabras que Sasuke le dijo hace tantos años, cómo él, un huérfano que nunca había conocido a sus padres, podría saber lo que se sentía perder a alguien, extrañarlo todos los días y llorarle. En aquel entonces trató, pensó en como se sentía su amigo, pero creyó que tal vez lo entendía un poco, creyó que el hecho de compartir la soledad era lo mismo que el luto...
A los dieciséis descubrió que no sabía lo doloroso que era perder a alguien cercano, supo exactamente cómo se sintió aquel amigo que con amargura le dijo aquella cruda verdad, "¿qué sabría él sobre perder a alguien si siempre había estado solo?". Recuerda haber querido vengarse, ir en contra de las palabras que alguna vez recitó y hacer lo que Sasuke hizo por su propia pérdida... Pero gracias a sus esfuerzos tuvo personas que lo ayudaron a seguir adelante, y vio que todo lo que hizo tuvo sus frutos.
Ese día se volvió un héroe, y aunque al volver a casa aún estaba solo, sabía que tenía personas que se preocupaban por él.
La soledad era un sentimiento al cual se había acostumbrado, pero luego de años de rechazo y llanto, al fin pudo conseguir lo que tanto había anhelado. Esa casa ya no se sentía fría, no se quedaba despierto pensando en qué hubiera sido, siempre era recibido con tres cálidas sonrisas y todas las noches disfrutaba de una cena casera, de esas que nunca tuvo en su infancia.
Hinata, su amable y comprensiva esposa, aquella mujer que sin que él lo supiera estuvo desde sus comienzos, apoyándolo en las sombras. Sus amados hijos Boruto y Himawari, los niños que esperó durante largos nueve meses.
Su familia, esos a los desearía volver a ver.
...
Contemplaba el cielo que poco a poco se tornaba gris, su mente dando vueltas sin parar sin darle un respiro.
Se sentía como en un sueño, era todo tan distante, no veía realmente, respiraba, pero no vivía. Había pasado un año desde que todo cambió, cada día que pasaba aquel agujero en su pecho se expandia y el dolor resumaba desde lo más profundo.
Bajó su vista hacia las lápidas frente a él, piedras qué contenían los nombres de su pequeña familia, aquella a la que no pudo proteger.—Lo siento_susurró el rubio mientras pasaba sus manos por la piedra fría.—Es mi culpa que ahora se encuentren aquí—se arrodilló con la mirada en una pequeña planta en el suelo
El viento comenzó a soplar más fuerte y nubes oscuras comenzaron a cubrir el cielo, a lo lejos se veían luces y con ellas venía el trueno.
—Sé que me distancié mucho de ustedes y no les di la prioridad que merecían, falté a cenas importantes, a sus cumpleaños...incluso rompí promesas. ¡Debería haber sido yo!_su voz se quebró a la mitad de la oración, sus hombros temblando por los sollozos contenidos.
Duele
Esa sensación, ese sentimiento de desprecio surgió nuevamente en él. Se odiaba, porque no estuvo con sus hijos, porque no compartió con su esposa, porque los abandonó, por no reaccionar a tiempo..por ser un fracaso.
No entendía, ¿qué hizo mal? ¿En que falló? ¿Por qué a él? Mientras crecía había sufrido mucho, pero pensó que en algún momento se le recompensaría por soportar todo.
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Una última oportunidad
FanfictionNaruto, familiarizado con la soledad desde su niñez, enfrenta una profunda tragedia que cambió su vida hace un año. Mientras contempla el Monte Hokage, se siente abrumado por la culpa y el dolor. Sus amigos, preocupados, intentan ayudarlo, pero Naru...