Pertenecer (Parte 1)

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Importante: Los sucesos en esta historia transcurren a partir del último episodio de la segunda temporada.

Sinopsis: Después de despedirse del pequeño Grogu, Din Djarin queda destrozado. Buscando sanar su herida, regresa a Sorgan, refugiándose de su dolor en la hermosa aldeana que jamás pudo olvidar.

DisclaimerStar Wars no me pertenece, propiedad de Disney y Lucas Film.

Ilustración: jarcue(Tumblr)

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Los intensos rayos del sol se reflejaban en las cristalinas aguas de los estanques de una pequeña aldea en Sorgan. Era un día como cualquier otro, en ellos, una joven viuda de piel bronceada y largos cabellos castaños se hallaba sumergida hasta las rodillas cosechando krill. Todo parecía transcurrir de la misma manera en ese remoto pueblo, no obstante las cosas habían cambiado desde que aquel misterioso Mandaloriano arribó a sus vidas, devolviéndoles la paz que se les había sido arrebatada.

Alza su mirada contemplando a su alrededor, quedándose absorta en los rostros de sus compañeros resplandecientes de un profundo regocijo, respirándose en el ambiente una tranquilidad que no se sentía en años. Después de esa noche agitada de enfrentamiento, los invasores klatooinianos ya nunca más volvieron, trayendo consigo prosperidad a su comunidad.

Las cosas marchaban de maravilla, contagiándose del júbilo de su gente, sintiéndose en paz al saber que su pequeña Winta crecería en un buen lugar, resguardada de todo peligro. Suspira agradecida fijando su mirada más allá de las copas de los árboles, añorando cada día que aquella nave reapareciera surcando el cielo raso de Sorgan. Lo echaba de menos, desde que partió de su lado, un hueco dejó en su pecho sin poder llenarse.

Lo comprendía y era consciente, sus caminos eran tan distintos, llevando él una vida errante y un código arraigado, sin embargo, su corazón no entendía de razones, viéndose atraída por el misterioso hombre bajo la armadura plateada desde la primera vez que lo vio entrar al granero. No pudo evitar sentir empatía por su pasado, deseando cada vez conocerlo más.

¿Era simple curiosidad?, o ¿admiración lo que crecía dentro de ella?

Lo fue, pero solo en un principio, acabando por prendarse de su valentía y del amor que le profesaba a su niño. Sabía que un buen hombre se ocultaba detrás de ese pesado casco de beskar, haciendo que sus latidos se aceleraran cada vez que lo tenía cerca. Fue así que sin premeditarlo siquiera, terminó enamorándose perdidamente del enigmático cazarrecompensas.

—¿Volverán mami? —pregunta la pequeña Winta acurrucándose en el regazo de su madre.

—No lo sé mi amor— responde con dulzura, envolviendo con delicadeza su cuerpecito entre sus brazos.

—Lo extraño tanto — su voz se corta entre jadeos, deslizándose una lágrima por su mejilla al recordar a su amiguito de largas orejas.

—Lo sé mi vida—la recarga en su pecho brindándole consuelo, removiendo sus mechones dócilmente con sus dedos —Yo también los extraño mucho—suspira en un hilo de voz al recordarlo.

"Yo también mi amor"

La entristecía desconocer si volvería a verlo, pero en ella mantendría viva esa chispa de esperanza aguardando por él. Quizás llegando al final de su camino regresaría, o tal vez nunca más lo haría, a pesar de todo sin importar lo que sucediera, lo seguiría amando en secreto, conservando vivo su recuerdo, estando eternamente agradecida por lo que hizo por su pueblo.

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"Ve con él, debes acompañarlo, es de los tuyos"

Pertenecer (Mandomera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora