Cap XIX: Una caña para el olvido (parte 2/2)

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Tema Tatiana: Tócamelo - Alaya ft. Zion & Lennox.


30 de julio de 2022


-Oh. Verdad, me acuerdo perfectamente, en aquella época todavía no tenía sus mechones delanteros color fucsia – dice Pablo.

-Verdad, todavía no me teñía el pelo – dice Sofía.

-Pero así usted se ve súper bien, le da un tono juvenil, jamás saldrá de los veinte – dice Pablo.

-Mil gracias por el cumplido Pablito, aunque estoy consciente que ya cambié de folio – dice Sofía con gracia. Hacía un par de meses que Sofía no llamaba "Pablito" a Pablo, solo Tania suele llamarlo así habitualmente – ¿Y qué me dices de ti? ¿Ansioso por alcanzar la mayoría de edad?

-Para serle sincero, me da exactamente lo mismo, no me emociona ni nada. Muy por el contrario, me atrevería a decirle que hasta me da lata, siento que dejo de ser un niño y que tengo que madurar muy rápido, deberíamos ser mayores de edad recién a los veintiuno, siento que a los dieciocho somos muy chicos todavía – dice Pablo.

-Antiguamente era a los veintiuno. Pero pucha, tú ya eres una persona madura. Además, la vida sigue, ¿acaso quieres ser como Peter Pan? ¿Un niño eternamente? – pregunta Sofía con gracia.

-Francamente no me vendría mal – dice Pablo esbozando una sonrisa.

-¿Y cómo estás del corazoncito? ¿Mejor?

-Han pasado once días desde que la Rachel terminó conmigo, y francamente me siento igual que ese día en que comimos pizza aquí y todos intentaron subirme el ánimo. He hablado con ella, hemos tenido nuestros encuentros y al estar con ella siento que nada ha cambiado, que todo sigue igual como si jamás hubiéramos terminado, pero cuando ella se va...

-Cuando ella se va vuelves a realidad, espabilas y recuerdas que ya no están juntos, ¿verdad?

-Exactamente, me pasa eso mismo. A veces me pongo a pensar pa' qué carajos Dios trajo mi existencia a este planeta – dice Pablo con lamento.

-Pablo, no quiero volver a escucharte a hablar así – dice Sofía molesta – tú vales mucho.

-Usted no es la primera que me lo dice. Me suelen echar muchas flores, me dicen que soy caballero, tierno, atento, preocupado, educado, hartas cualidades, pero me pongo a pensar y me digo a mí mismo; de qué cresta me sirve todo eso, si la mujer que amo ya no quiere estar conmigo, sé que tengo mi carácter, pero...

-¡Pero nada! Nada justifica que te hagan sufrir, cuando alguien te ama acepta todo de ti, te acepta tal cual eres, tanto tus pros como tus contras. Si yo colocase tus pros y tus contras en una balanza notablemente pesan más tus pros.

-Gracias por decir eso Sofi, pero a veces no lo siento así, es primera vez que sufro por amor de esta manera y no sé... quizás deba cambiar ciertos aspectos de mí para hacerme valer más – dice Pablo. Sofía al escuchar esto saca de su bolsillo un billete.

-Pablo, dime qué es esto – dice Sofía.

-Pues, un billete de mil pesos, con el rostro estampado de Ignacio Carrera Pinto – dice Pablo.

-¿Y cuánto vale?

-Pues, mil pesos – dice Pablo en todo de obviedad. Sofía toma el billete y lo arruga como si de una hoja inservible se tratase.

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