Las sábanas blancas y suaves protegían el delgado cuerpo del rubio que se encontraba recostado allí. El frío invierno lo había tomado desprevenido y solo por lo que estaba sufriendo las consecuencias de ello. Estiró su mano recorriendo la suave superficie del colchón en busca del castaño y soltó un suspiro lleno de angustia al no encontrarlo. Estaba con él, lo sabía. El pecho de Niall se comprimió al imaginarlos haciendo el amor y Harry tocando la piel de su "amigo" como lo tocaba a él. Lo imagino besando de la misma manera en que lo besaba a él y diciéndole los mismo "te amo" al oído con su ronca voz. Llevó sus piernas hacia su pecho, aún acostado, y escondió entre ellas su rostro.
Llevaba meses aguantando sus lágrimas, llevaba meses intentando pensar que ninguna de sus sospechas eran ciertas y que Harry llegaría a su casa por la noche, luego del trabajo, con un ramo de flores para él y que le contaría todas las cosas que había hecho en su estúpido trabajo. Pero ya no podía negarlo más, su Harry estaba engañándolo con su mejor amigo mientras él estaba recostado allí llorando como idiota porque su pareja ya no lo quería.
Se dijo a si mismo que valía más que ese par de idiotas mientras secaba sus lágrimas con la sabana. No iba a pasar todo su día llorando. Iría a hacer las compras, cocinaría la cena para su "querido" novio e intentaría que el castaño volviera a tiempo para comer junto a él. ¿A quien engañaba? Él sabía que Harry no volvería a casa esa noche, mucho menos con la pelea que habían tenido ayer por la noche. Su teléfono sonó haciendo que dejara de pensar y secara sus lágrimas rápidamente. Estiró su mano hacia la mesa de luz y lo desbloqueo. Un mensaje de Harry apareció frente a sus ojos.
"No me esperes para cenar, Ni, tenemos mucho trabajo aquí con Lou"
Tiró su celular al suelo sin importarle realmente si éste se rompía. Seguro ahora estaba a punto de tener sexo con Louis mientras se reían de lo idiota que era él. Les importaba un carajo el bienestar del rubio, según él. Se levantó a duras penas de la cama y el frío lo golpeó fuertemente. Sus dientes castañearon por el frío mientras se ponía sus jeans ajustados, una remera mangas largas blanca y un suéter holgado gris. Si fuera por Niall se hubiera quedado recostado allí todo el día pero era orgulloso y saldría porque no quería darles una razón más por la cual burlarse de él a Louis y Harry.
Caminó apresurado hacia el baño e hizo sus necesidades, cepillo su cabello y sus dientes para luego salir. Se dirigió hacia la cocina y tomó un tazón, tomo la leche y la vertió allí para luego agregarle el cereal. Se dirigió a la sala de estar, sentándose en el sillón y encendiendo la televisión. Tomó la manta con la que ayer por la noche su pareja se había tapado y la puso sobre sus hombros para pasar el infernal frío que hacia en aquel departamento. Una pareja sonriente apareció en la pantalla y le fue inevitable no recordar todas esas veces que rió con su castaño.
"-¡Te atrapare, Horan!.-Le aseguró el castaño mientras Niall echaba a correr lejos de él, riendo. Había tirado sin querer el helado de Harry y ahora las pagaría. El oji-verde se paró y comenzó a correr siguiendo al rubio por el parque. Esquivo unas cuantas personas antes de poder divisar al rubio riendo a unos pasos de él. Los ojos azules se encontraron con los de su amigo y sintió miedo al ver la sonrisa maliciosa en su rostro.
Comenzó a correr mientras reía y era perseguido por Harry, divirtiéndose. Antes de lo pensado los brazos del castaño rodearon la cintura de Niall y lo atrajo hacia su cuerpo, con tanta mala suerte, que ambos cayeron al suelo. Styles se apartó un poco de su cuerpo para que el rubio pudiera girarse y sus rostros quedaron enfrentados. Una sonrisa decoró ambos rostros y el castaño se debatió por unos minutos si tendría que besar al rubio o no y, para cuando su mente le había obligado a juntar sus labios con los del otro chico, Niall estaba besandolo. Las manos del oji-azul acariciaron el suave cabello del castaño y sonrió en medio del beso.
