፧ Capítulo 37.

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Una larga mesa de madera oscura es decorada con un delicado mantel blanco de encaje, hecho a mano por las sirvientas del palacio. La superficie es lo suficientemente amplia para colocar varias bandejas. Hay un montón de copas bañadas en oro puestas en una esquina para que los invitados puedan servirse de un agridulce elixir.

En otra esquina, hay algunos alimentos pequeños como pancitos rellenos u otros. Mientras más variedad de alimentos tengan, será mucho mejor, así hay para todos los gustos. Lo primordial es la cena, que se logra apreciar al centro de la mesa. Hay algunos sirvientes encargados del servicio. El aroma a jugosa carne, ensaladas y otros acompañamientos es atrayente. La decoración es impecable, además las obras de arte hacen que el lugar sea mucho más armonioso de lo que ya es. Hay algunas pinturas colgadas en las paredes y pocos mosaicos decorando los bordes de las paredes. También, cinco esculturas griegas están perfectamente colocadas al borde de las paredes. El ambiente es armonioso.

Un tumulto de gente comenzó a hacer una fila para recibir un platillo con alimentos. La mayoría quedó en el salón de baile, pues no quieren que ambos salones se llenen de gente; prefieren esperar y aprovechar el tiempo. Algunas parejas continuaron bailando y otras charlando entre familias, quizás hablando sobre alianzas. Son escasas las veces que hacen reuniones o bailes, deben aprovechar el momento para compartir con los demás reyes y así tener una amistad. Ninguno desea una enemistad, al menos no en estos tiempos difíciles.

Kim Namjoon está tan distraído.

Y está agobiado. Su mente está jugando con el único hilo de cordura que queda en su sistema. Ha sido una gran liberación haber tenido una charla con Park Jimin, pero ahora está lidiando con malos pensamientos sobre lo que ocurrió. Lo peor, es que está en un lugar repleto de gente; gente importante. Él debería estar socializando con los demás nobles, aprovechando el momento para conseguir alianzas y amistades beneficiosas para su palacio y pueblo. Debería, pero en lo único que piensa es en Hwasa y en Jimin, el daño que le provocó a ambos. La zona de su pecho duele al recordar las palabras de su ex amante. Maldición, se siente fatal. Alejarse por tantos años de la persona que había amado fue un verdadero error. Sí, quizás habría necesitado algo de tiempo para superar y aceptar la muerte de Hwasa, pero aquella no era razón para alejarlo por tantos años.

Oh, luego debería hablar seriamente con Jung Hoseok. No para reprender y castigar sus actos, más bien es netamente para agradecer todo lo que ha hecho por él. Es decir, si no fuera por su fiel amigo, no habría visto a Park Jimin por muchos años más; quizás cuando ya estén al borde de la muerte debido a la vejez. Ya habría sido demasiado tarde. No puede creer que por culpa de su cobardía nunca buscó a Jimin, lo lastima en demasía pensar en lo que hubiera pasado si las cosas fueran diferentes desde un principio. Pero, ya no es hora de recriminarse por situaciones ya realizadas. Debe estar consciente del presente y disfrutarlo de la mejor manera; enmendando sus errores.

Pensó en que sería buena idea llevarle un plato con comida a Park Jimin. Oh, de solo pensar que ese hombre está en su cama ahora mismo, hace que sus nervios aumenten y que una gran nostalgia lo atormente.

Se extrañó de no ver a Jung Hoseok estar presente en el baile. Él es su mano derecha, se supone que debería estar junto a él en cada momento. Quizás haya sido por la sorpresiva invitación que hizo hacia el Rey Park Jimin, y tal vez, está disfrutando del espectáculo desde lenos; algo propio de él.

Su mirada ahora cayó en los guardias vigilando cada rincón del palacio, estando algo alejados de los nobles para no ser criticados por imprudencia. Han estado vigilando día y noche por si hay algún rastro de Kim Mingyu. Lo que menos quieren es que haga aparición en medio de un importante baile y que revele secretos del palacio. Necesitan ser precavidos.

Aladdín ୭̥ Taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora