❇Criaturas❇ //Bell Cranel(Cancelada)

Sonrisas

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✦✧✧ Sonrisas.✧✧✦

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•El sonido era tranquilo al viento que soplaba sobre la gran muralla que recubría Orario, las tenues luces iluminado la cuidad; el mananecer era seriamente la parte más hermosa de entrenar con ella, sus cabellos dorados removiendo se con el viento y sus ojos dorados observándolo a los ojos. ¿Cuánto tiempo habían estado así? el viento soplado su largos cabellos, mientras permanecía recostado sobre su cómodo regaso; aún a cuesta de no entender porque aquella bella mujer lo hacían en primer lugar.

- ¿Estás bien? -

Sus finos rasgos lo observaron aquellos ojos dorados tan brillante clavados en esos ojos rojizos, la belleza era grande en tan joven dama y Bell era incapaz de separar la vista, su bella mirada en el su cabello rubio danzado al compás del viento.

- ....Si - una leve sonrisa apareció sobre el tranquilo rostros de Bell. - todo está bien Aizn-san -

Los delicados dedos delinadeo cada mechón blanco de su cabello, los rasgos de tranquilidad que Bell mostraba le agradaban con cada movimiento de su mano por su cabello, sus ojos rojos como la sangre misma observadola directamente; ¿era normal sentir tanta paz al estar a su lado?.

- ¿Comer? -

- Me parece bien -

La bella sonrisa de sus labios se mostraron, en la tranquila mañana y esos rayos de luz golpeado sus rostros; dejar de lado el entrenamiento no estaría mal.

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•Famikia Loki.

•Pasos iracundos se escuchaban moverse de un lado a otro, sus ojos de dilataban en cada pensamiento sin poder evitar que su mano tocará sus labios y aquella sensación volviera a ella. ¿Era normal querer sentir más de aquel sabor tan grato? sus delicados labios besado aquellos tiernos pero fuertes labios, delinadeo el sabor fresco de sus labios, casi embriagantes como el vino celestial.

-¿Que estás pensado Riveria controlarte? -

Unos ojo brillante chocaron con el viento y brillo del sol saliente de su ventana, la temprana mañana la recibía y aún así ella no podía apartar su mente de aquel evento, recordo aquel momento, cuando sus labios chocaron con los de el de forma asidentla, su mirada rubí detenidamente en sus ojos y esa apariencia de conejo. ¡Dios! ¿Porque no podía dejar de pensar en el? gritar era imposible en sus pensamientos en ese momento. Dio la vuelta, observado su cama se había vuelto a echar, gritado sobre su almohada, quería desaparecer olvidar lo que había hecho y aún así no podía olvidar tan grata sensación.

- Fue mi primer beso -

Sus ojos se mostraron por encima de su almohada, deteniéndose en el retraso a un lado de su cama, la pequeña Aizn sonriendo a una joven mujer de cabellos verdosos.

- ¿Como sería un niño mío y de el? -

Sus ojos se agradaron, su cuerpo templo solo recordar cual pregunta cruso su cabeza y lo irregular de sus propias acciones durante los dos días pasados, antes de tener que volver a gritar sobre la mullida almohada de pulmas blancas.

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•Gremio.

•Los suspiros seguidos se escuchaban, las veces que ella se distraía terminado en papeles regados y regalos a su persona por no estar atenta, hoy parecía que no era el día de Eina, tan distraída de sus deberes parecía estar con cada acción que hacía y cada error que cometia. ¿Porque no dejaba de pensar en el? su cabello blanco, sus ojos rojos y esa linda e inocente sonrisa sonreírle mientras recordaba las palabras.

"Te adoro"

Como un maldito vídeo que se repetía una y otra ves, con cada segundo que pasaba y la atrapaba en otro problema más.

- Eina-San, será mejor que se tome el dia - la mirada de la Semi-elfa se volteó a la voz del viejo hombre que le había llamado. - no parece estar en su día en ese momento -

¿Como estarlo? si cada ves que sus ojos se cerraban la sonrisa tan alegre de aquel joven llegaba a su mente; resignada tubo que asentir a las palabras que el anciano hombre le había dicho, no lo culpaba ella también se lo hubiera dicho a alguien si estubiera tal cómo estaba ella. sus delicados labios soltaron un suspiro, sonoro para algunos que estaban cerca, era tan notorio que aquella mujer Semi-elfa estaba perdidamente enamorada de alguien.

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•Orario siempre fue hermoso en todo, las calles y sus propias mujeres, era claro para Bell, más aún así aún con todo esa bella no había nada más que le encantará que verla comer helado, era curioso como fue que un día al salir de su entrenamiento el le mostró aquel postre y desde entonces para Aizn no había nada mejor que el sabor frío de la nieve y los sabores frescos de la fruta, un sabor que muchas veces nunca pensó sentir tan agradables. los ojos rubí la observaron debirar con lentitud aquel dulce, cual niña pequeña y aunque quisiera negrarlo Bell admitía que era hermosa al estar en ese estado. soltado una risa que captó la atención de la joven de ojos dorados.

- ¿bien? - los delicados rasgos de la joven se fungieron en confusión cuando lo observó, mientras que el sonriera. - ¿Algo pasa? -

Delicadamente sus dedos delgados dejaron un mechón rebelde por detrás de su oreja, sus ojos dorados como el oro lo observaban, una mirada tan encantadora que a cualquiera le hubiera dado un golpe al corazón, si definitivamente esa era la Aizn que muchos no conocían y sin embargo Bell sabía que amarían al solo verla.

- No es nada Aizn-san - Parla tranquilamente al observarla, los rojizos de sus ojos centrados en aquellos dorados orbser. - es solo que te ves linda cuando como helado -

Los hermosos ojos de la dama se abrieron al compás del latir de su corazón, los tiempo parecían eternos antes de que el mismo Bell se viera Dada cuenta de lo que sus labios habían soltado, sus ojos se abrieron al ritmo que su sonrisa se había ido al darse cuenta.

- Yo...esto, verás -

El brillo rojizo de su rostro al bajar la mirada, el tartamudeo de su voz solo empeoraba las cosas; Aizn lo observaban sus ojos dorados se centraron en aquel rostro enrojecido por la vergüenza antes de caer en cuenta y su rostro postrarse cual el de la persona que tenía a su lado sentado en una banca del parque central y bajar la mirada.

- G..gracias -

Sus miradas bagaban por el suelo, era imposible verse a los ojos, aún con lo poco que Aizn sabía del romance sabía lo que esas palabras podía significar, Loki se lo había dicho alguna ves. más una así sonrió agradecida de que fuera el quién se lo dijera en ves de otra persona que nunca se dignaria a conocer. mientras sea el no importaba.

- ¡Cranel-Sama! -

Ambas miradas voltearon sobresaltada al escuchar una Voz llamarlo a el, sus ojos rubi se clabaron en los finos rasgos de una mujer de cabellos abrillantados de color amatista y ropa común, recordado la únicamente por ser la "Mano derecha de su hermano"; los ojos naturales azulados funcidos en procuración asustó a Bell. ¿que estaba pasado?.

- Cranel-sama necesitamos su ayuda - Bell asintió ante las palabras de la bella mujer. -Ahí unos aventureros haciendo destrozos en las afueras, intentan cobrase con el señorito Cranel por lo del bar -

El cuerpo de Bell instintivamente salto de la banca antes de correo a ayudar a su hermano. ¿porque siempre se metía en problemas? ambas mujeres se miraron antes de seguirlo.

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