- ¿Eric ya terminaste tu valija? Tenemos que irnos ya mismo.
- Si Hyung, estoy listo para irnos.
Él no quería, pero no podía evitar recordar el momento en el que su mamá le dijo que se volvería a casar y que el hombre tenía un hijo pequeño que ahora sería su hermano. Dejar esa casa le hacía, de alguna forma, revivir muchos recuerdos. Recordar todas las noches que se sentaban a cenar todos juntos y veía la brillante sonrisa de su madre le causaba una punzada en el pecho. Esa sonrisa era como ninguna otra, no había nada más honesto que esa felicidad. Por eso recordar como su mamá se fue apagando a medida que los problemas crecían le entristecia por sobre manera. Juyeon tenía muy en claro que el Señor Sohn los amaba, eran familia, pero el alcohol y la droga lo cambiaron y él los llevó a la ruina con las deudas. Si no fuera por su madre todo se hubiera venido abajo más rápido. Lo peor de todo era que Eric se crió en ese ambiente, nunca le falto amor, pero tampoco miedo. Los gritos y las peleas en la puerta de casa no podían faltar a la madrugada. Juyeon hizo lo posible para protegerlo de esto, se metió en muchas peleas para defender al Señor Sohn y salió muy mal parado. De alguna forma él tuvo que reemplazar la figura paterna, a pesar de ser solo tres años mayor. Pero en estas situaciones la edad no es importante en lo absoluto. Pero todo llegó a un punto donde ya no se podía más, las deudas eran tan grandes que hicieron algo que marcaría a la familia Sohn por siempre. Mataron a la madre. No fueron para nada sutiles, fue enfrente del padre y de Juyeon. Quisieron dejar en claro que los próximos sino serían sus hijos. El Señor Sohn no entendió esto, pero Juyeon si. Por eso lo primero que hizo fue ordenarle a Eric que haga sus valijas, se iban a Seúl. Juyeon amaba al Señor Sohn, tanto que lo consideraba como su propio padre, pero querer ayudarlo los condenaría y jamás él pondría en riesgo a su hermanito menor.
Él llevaba un año trabajando en un McDonald's y su hermano llevaba la misma cantidad de tiempo trabajando de niñero, con ese dinero se escaparon. En esa ciudad todo iba a ser más difícil, pero esperaba que menos peligroso. Su único objetivo en realidad era que Eric terminara su último año de secundario y encontrar un buen trabajo. Después de eso, sobrevivir.
- ¿Juyeon Hyung falta mucho para llegar? Tengo un poco de hambre.
- Faltan dos horas más Eric, no te precupes que pararemos apenas vea un autoservicio. Recordá que a partir de ahora tu apellido es Lee y no Sohn ¿Okey? Es por seguridad.
- No te preocupes Hyung.
Aún que pareciera que todo fue de imprevisto, no es verdad. Hace unas semanas la mama de Juyeon había llamado a una vieja amiga suya pidiendole que les alquile un departamento a sus hijos y que le consiga a su hijo menor una escuela y a su hijo mayor un trabajo. Antes de morir ella le dijo a Juyeon sobre esto, que ellos tendrían que irse. Él se había negado, no se iría sin ella. Pero después de su muerte no había nada más que los ate a ese lugar.
Fue un largo viaje de aproximadamente 8 horas en auto. Y aún que a Juyeon le gustaría decir que ahora si podía descansar, eso estaba lejos de la verdad. El pobre ahora debía encargarse oficialmente de Eric, sin su madre. Porque claro, él quería que su hermanito tuviera la mejor vida que pudiera brindarle.
Después de inscribirlo en el colegio en el cual ya habían reservado una vacante volvió a su departamento con la cena caminando. Para él fue un calvario caminar hasta el departamento, eran 40 cuadras, pero el dinero era escaso y no podía gastarlo en esas cosas. Pero todo fue mejor cuando al llegar lo primero que sintió fueron los brazos de su hermano menor, ahora podía asegurar que si estaban juntos estarían bien.
- Hyung dejame hacer la comida, mamá me enseñó.
Supongo que esa fue la gota que colmó el vaso. Eric nunca antes la había llamado mamá, así que esto llenó a Juyeon de emoción. Intentó ocultarlo, pero realmente le fue imposible. Eric nunca conoció a su madre y la de Juyeon siempre lo cuidó como su hijo. Aún que era un poco tarde ya para decirlo, él tenía que al fin llamarla por lo que era, su madre. Juyeon intentó no llorar, nunca antes había llorado en frente de su hermano. Pero de todas maneras terminaron los dos abrazandose y llorando su muerte. Hace muy poco había sucedido y ambos intentaron mantenerse fuertes por el otro, aún que eso fuese una total estupides.
- No voy a poder acompañarte a tu primer día, pero si te voy a buscar ¿Okey? Quiero que hagas tu mayor esfuerzo, no me interesan las notas que saques, con saber que te esforzas me alcanza y sobra. Sé que queres hacerme orgulloso, a mi y a nuestros padres, pero tenes que saber que siempre vamos a estar orgullosos de vos Eric. Siempre.
- Gracias Hyung, mamá y papá también están orgullosos de vos.
Ese era el primer día para ambos, aún que uno se iba a trabajar y el otro a estudiar. Juyeon salía a las tres de la tarde y eso le daba un poco de tiempo para buscar un trabajo mejor y más estable hasta las cinco, el horario de salida de Eric. Si no encontraba un buen trabajo vivirían muy ajustados con los gastos.
- ¡Juyeon Hyung!
- Hola Eric.
- Ellos son chicos que conocí en clase, él es Sunwoo, él Changmin, él Kevin y él Hyunjae. Chicos él es mi hermano.
Para Juyeon esa fue una situación extraña e incomoda, tanto porque uno de esos chicos no paraba de mirar a su hermanito y otro no paraba de mirarlo a él.
- ¿Pueden venir hoy a nuestro departamento Hyung? Ya sé que falta mudar algunas cosas pero los chicos dijeron que invitaban ellos una pizza. ¿Por favor?
- Está bien, no hay problema.
Por suerte para Juyeon llegaron relativamente rápido, el estrés le venía pasando factura y quería relajarse en su departamento aún que sea un rato.
Para su sorpresa los amigos de Eric lo invitaron a pasar con ellos la tarde, él se olvidaba de a ratos que solo era tres años mayor. La pasaron bien todos en un ambiente lleno de bromas y risas, hasta que bueno, la curiosidad pudo con ellos y empezaron a hacer preguntas. Los hermanos tenían que ser muy cuidadosos al contestar, porque aún que parezcan chicos amistosos, las apariencias siempre pueden engañar. ¿Qué tal si decían algo levemente sospechoso y los hombres a los que le debían plata los venían a buscar? Ellos no tenían con que pagarles, por lo que lo más probable es que los pusieran a vender droga o algo por el estilo.
El miedo era tal que Juyeon tuvo que irse un rato a la cocina a respirar, no debía levantar sospechas bajo ningún punto de vista. Se apoyó en la encimera, respiró hondo y se mojó la cara un par de veces. Era una cocina chica, no entraban más de dos personas. Por lo que no tenía ni que moverse para agarrar el repasador, que estaba hecho un bollo al lado de la heladera, y secarse la cara. Estaba transpirando por el nerviosismo, no pensó que sería tan difícil. Pero bueno, no todo va de acuerdo a lo pensado y menos cuando tuviste como 8 horas fantaseando sobre esta supuesta nueva vida en el auto. Dejó todo medianamente como estaba después de tomar un vaso con agua helada, y se dirigió al living. No era un verdadero living siendo sinceros. Solo era un sillón rodeado de cosas por la mudanza. Él solía ser muy ordenado pero no tenía los ánimos para hacerlo. Changmin y Kevin estaban sentados sobre almohadones en el piso, mientras que Eric, Sunwoo y Hyunjae estaban en el sillón. A Juyeon le pareció un poco raro que cuando se fue los tres chicos en el sillón no se acomodaran. En realidad Hyunjae si se acomodó, pero Erix y Sunwoo seguían igual de juntitos que antes y parecía que no tenían ni la más mínima intención de separarse. Cuando volvió le hicieron lugar aún que no era realmente necesario. Le parecía realmente tierno como Hyunjae lo miraba y lo rojo y nervioso que se ponía cuando Juyeon lo miraba devuelta. Pero el mayor tenía la cabeza en las nubes y realmente no procesó mucho sus acciones. Por eso no notó que todo eso era a causa de él y no era su forma de actuar en general. Aún que todas las demás personas presentes si lo notaron y se encargaron de cargarlo todo el día siguiente a través del celular, ya que era sábado.
Juyein tenía esta idea de que si podían encajar en un grupo normal y de bajo perfil estarían a salvo, él pensaba que esos chicos podían ser ese grupo. También por eso cuando los invitaron a una fiesta ese sábado por la noche no pudo decir que no, más allá de la cara llena de ilusión de Eric.
Para la fiesta Juyeon tuvo que prestarle ropa a su hermano, ya que este nunca antes había ido a una y no tenía ni idea que usar. No se notaba porque tenían más o menos el mismo tamaño. No era necesario mucha elaboración, así que Juyeon solo se vistió con su ropa normal. Jeans ajustados y una camisa, bastante desaliñada si estamos siendo sinceros. Eric si quiso verse lo mejor posible sin exagerar, porque tenía alguien a quien impresionar. Usó el mismo tipo de jeans que su hermano, ya que al fin y al cabo era su ropa, y una remera común y corriente con una campera de cuero. Se veía hermoso, hasta Juyeon lo pensaba, y eso que nunca se paraba a pensar en cosas de ese estilo. Estuvieron sentados por un rato hasta que fue hora de salir, no fueron en auto porque además que quedaba cerca el lugar, era cara la nafta.
Estaban los dos demasiado nerviosos, pero por razones diferentes. Juyeon temía que los encuentren, por lo que estaba consciente de cada uno de sus movimientos. Por el otro lado, Eric también estaba consciente de todos sus movimientos, pero porque no se quería avergonzar frente a Sunwoo. Porque bueno, el chico le había llamado demasiado la atención. En sus palabras, era como un príncipe sacado de un cuento de hadas. Su hermano diría que las personas más irreales son de las que más debería desconfiar, pero Sunwoo le generaba la reacción opuesta. Él decía que nadie podía ser perfecto y mientras más perfectos se ven, más buscan esconder; y ellos debían mantenerse alejados de esas personas. Por eso no le dijo nada acerca de que le gustaba Sunwoo a su hermano. No había ningún problema con el hecho de que sea un chico, a ambos les gustaban tanto las chicas como los chicos. El problema era que los buscaban y debían pasar desapercibidos. Quizás no había ningún problema real con que saliera con Sunwoo, pero a los ojos de Juyeon podía ser peligroso. Aún que a sus ojos, todo era potencialmente peligroso. Era hasta gracioso por momentos como los dos hermanos sobre pensaban absolutamente todo, con el tiempo eso se había vuelto un hábito. Cuando había silencio pensaban las cosas más de lo que era catalogado como sano y el silencio que les brindaron las 5 cuadras hasta la fiesta fue suficiente como para que Eric fantaseara sobre Sunwoo.
La fiesta en si no tenía nada fuera de lo normal, había varios chicos y chicas tomando y algunos drogandose. Eso le preocupaba bastante a Juyeon, si había droga podían estar esas personas que los buscaban. Aún que eso era improbable, porque no eran los únicos que distribuían. Pero él no sabía nada de esas personas, solo que le vendían droga al Señor Sohn y él nunca les pagó. Le era frustrante no saber nada de ellos, porque así no sabía de quienes debía cuidarse. Por eso era precavido en exceso.
- ¡Hola Eric y Juyeon!
Se acercaron a ellos solo Sunwoo y Hyunjae. Era un lugar como cualquier otro, seguramente el dueño o dueña había hecho la fiesta porque sus papas no estaban y decidió tirar la casa por la ventana. Nada raro, pero como siempre Juyeon buscaba lo raro hasta por debajo de los muebles.
- ¿Y el resto de los chicos? ¿No llegaron todavía?
- Falta Changmin, Kevin llegó pero esta con el novio y otros amigos nuestros.
Por suerte en ningún momento hubo un ambiente incómodo, cuando los presentaron a Hyunjoon, Jacob y Haknyeon en seguida se llevaron bien. Resulta ser que Jacob era el novio de Kevin desde hace un año y que Changmin y Haknyeon eran hermanos. En todo ese tiempo Juyeon y Hyunjae no pararon de hablar, estuvieron tan ensimismados en su mundo que no notaron cuando se quedaron solos. Ni tampoco notaron cuando fue que Changmin llegó.
- No quiero ponerte incómodo como el otro día, pero realmente me da curiosidad saber porque vos y tu hermano son tan paranoicos.
- No somos paranoicos, solo tuvimos suficientes malas experiencias como para actuar descuidadamente.
Parece ser que con eso Hyunjae se contentó, ya que no siguió preguntando al respecto. Siguieron bailando bastante pegados y hablaban de cosas sin sentido alguno y reían sin parar. Las manos de Juyeon no se movieron de la cintura de Hyunjae desde el momento que encontraron ese tan cómodo lugar para dejarlas, el menor tenía sus manos acariciando el cuello del otro. Se miraban y se reían, se decían cosas al oído por lo fuerte que estaba la música y también porque les gustaba la cercanía. Juyeon se volvió a sentir como un adolecente, riendo y coqueteando con un chico, algo que pensó no pasaría devuelta en mucho tiempo. Hyunjae estaba tomando cerveza y si no fuera por Juyeon ya estaría borracho. Él por otro lado no había tomado más de un vaso ya que tenía que estar al tanto de las personas que lo rodean. Eso fue una suerte, porque al estar lúcido pudo notar como un chico lo estaba mirando demasiado. Este estaba a una distancia prudencial de ellos, estaba apoyado contra una pared y tomaba probablemente cerveza. Juyeon estaba seguro que no lo miraba con segundas intenciones, lo miraba por algo más. No tuvo tiempo para seguir pensando sobre ello porque el chico se acerco a donde estaban.
- Hey, vos sos uno de los hijos del Señor Sohn ¿No? Tenemos muchas cosas de que hablar.
Eso fue suficiente para que Juyeon se asustara, él no reaccionaba bien ante el miedo. Se sentía tan acorralado en ese momento que no pudo evitar atacar al chico. Él sabía quien era, él era un peligro. Por eso lo golpeó, lo golpeó hasta dejarlo medio inconciente. Toda la gente se corrió tan rápido que parecía que no habían estado ahí en primer lugar. Nadie se atrevía a separarlos, por lo que Juyeon siguió golpeandolo. No fue gratis, algún que otro golpe recibió, pero era mínimo. Lo había estampado contra el piso y lo golpeaba estando arriba suyo, era realmente irreconocible. Sus manos chorreaban sangre propia y ajena. Muy probablemente le había roto la mandibula o la nariz. Juyeon estaba cegado, su instinto más primitivo lo controlaba y cualquiera que le viera, vería un animal. Golpe tras golpe salían también lágrimas de sus ojos. El miedo y la furia no conocían intermedios. La adrenalina le dio fuerza para ignorar el dolor de sus manos, a esta altura podría estar golpeando concreto y él no se daría por enterado. A este paso podría llegar a desfigurarlo si nadie lo paraba. Estaba tan centrado en la pelea que no pudo escuchar como Hyunjae le gritaba que parara, no le importaba nada en ese momento más que protegerse. Tironeaba de él, pero parecía imposible separarlos. El chico ya se encontraba desmayado y Hyunjae a esta altura temía lo que podría llegar a pasarle. No tenía porque confiar en él. Era un completo desconocido, uno que estaba matando a golpes a alguien que no conocía. A los gritos, pidiendole que por favor parara de una vez, llegaron sus amigos. Cuando el hermano de Juyeon llegó, al fin frenó los golpes. Se levanto y se fue como si nada hubiera pasado.
- ¡Juyeon hyung basta!
- Vámonos ya.
Eric lloraba silenciosamente entre los brazos de Sunwoo mientras caminaban hasta su apartamento. Cuando llegaron Hyunjae fue a buscar algo para curar las heridas de Juyeon en el baño. Con un trapo le limpió toda la sangre de las manos y después le pasó alcohol en las heridas que se habían formado por la fuerza con la que golpeaba. Tenía solamente el labio un poco lastimado, no era nada grave. Él estaba callado y con la mirada clavada en el piso. Tenía demasiadas cosas en la cabeza, ya sabían donde estaban. ¿A donde iban a escapar ahora? ¿Los habían encontrado por su culpa? No sabía que pensar.
- ¿Porqué lo atacaste Juyeon Hyung?
- Me preguntó si era uno de los hijos del Señor Sohn.
Nadie entendía nada y entendieron menos cuando Eric se puso a llorar más fuertemente después de lo que dijo su hermano. Sunwoo se acercó lo más rápido que pudo a él, se arrodilló en frento suyo y lo abrazó. Sería una posición incomoda si no fuera porque Eric estaba hecho una bolita. Nadie realmente les estaba prestando atención, todo el mundo miraba a Juyeon en busca de una explicación.
- No entiendo que significa ni porque lo golpearías por eso. Además ¿Tu apellido no es Lee?
- Creo que tenemos que volver a mudarnos Eric.
Hyunjae realmente se estaba desesperando, no le gustaba no entender. Quería ser comprensivo pero le estaba siendo muy difícil. Juyeon lo había ignorado completamente, sabía que se conocían hace muy poco pero tampoco para ignorarlo así. Y si Hyunjae estaba desesperandose, ni empecemos a hablar de Eric. Él había encontrado a alguien con quien podría llegar a tener una relación muy linda y no tenía ganas de perder eso ahora. No se conocían para nada, pero iban bien juntos y eso era suficiente por ahora.
- Por favor Hyung, no nos mudemos. Acá podemos juntar todo el dinero que quieren, tenemos más posibilidades que en casa. Solo dejame conseguir un trabajo y ahorraremos y les pagaremos y estaremos bien. Podremos ver a papá y estaremos tranquilos.
- Eric, papá está enfermo y necesita rehabilitación. Si vuelve con nosotros nos hará lo mismo que antes. Es mucho dinero y no lo podremos juntar a tiempo.
En otras circunstancias ellos no hablarían del tema en frente de nadie, pero ya los habían encontrado. No importaba ahora si lo sabían o no.
- ¿Podrían explicarnos de que están hablando?
- Nuestro padre, el Señor Sohn, es un alcohólico y drogadicto. Endeudó a la familia porque no podía pagar lo que consumía. Nuestra mamá intentó juntar el dinero para pagarles, pero no lo pudo hacer y la mataron. Nos escapamos de Busan y vinimos acá para empezar de nuevo. Pero ese chico me reconoció, no se como, pero lo hizo.
Nadie sabía que decir, ninguno tuvo problemas ni remotamente parecidos. Todos los chicos tenían trabajos de medio tiempo, pero no necesitaba realmente el dinero. Solo Jacob, Hyunjoon y Haknyeon que vivían juntos y trabajan tiempo completo. Por eso a Hyunjae se le ocurrió una idea, sabía que quizás no los conocían lo suficiente para hacer algo así. Pero también sabía lo que podría pasar si no pagaban a tiempo. Por eso él no lo tuvo que meditar mucho más que unos minutos.
- Yo trabajo medio tiempo y no necesito para nada ese dinero. Puedo ayudarlos con eso y estoy seguro de que a Sunwoo, a Changmin y a Kevin tampoco les molestaría.
- Es verdad, no me molesta.
- Tampoco a mi.
- Ni a mi.
Juyeon vio como Eric lo miraba, le suplicaba que aceptara. Pero él no sabía que pensar, se estaba desesperando. Ellos podian ser buenos chicos, podían querer ayudarlos. Pero no los conocían, quizás había algo más detrás de esa propuesta desinteresada. La mente de Juyeon estaba llena de dudas.
- No nos conocen, no saben quienes somos. No saben si lo que decimos es verdad.
- No los conozco a ustedes, pero si al chico que moliste a palos. Fue conmigo al secundario, siempre se relacionó con gente turbia y todos saben que si queres algo, lo que sea, él te lo puede conseguir. Su grupo siempre se aprovechó de gente desesperada y los presionó para que consuman y les pague muchisimo. Así que no me extraña que lo que vos estes diciendo sea verdad.
- Hyunjoon tiene razón y además no importa mucho si los conocemos lo suficiente o no. Son gente peligrosa y si nadie los ayuda les podría pasar algo realmente malo.
- Hyunjae no lo digas así ¿No vez que están alterados?
- Esta bien Sunwoo-ah, de todas formas tiene razón. Ya mataron a nuestra madre, sabemos de lo que son capaces. Voy a reunirme con ellos y arreglar esto. Sería genial contar con su ayuda y obviamente les pagaremos cada centavo que nos prestaron.
Mientras Juyeon decía eso, agarró su campera y sus llaves dispuesto a ir a hablar con esas personas. Suponía que seguían en la fiesta y si no, los encontraría de otra forma. Les gusta alardear, así que muy escondidos no iban a estar. A Eric no le hizo mucha gracia que su hermano vaya solo y por eso Hyunjoon se ofreció a acompañarlo. Él era realmente fuerte, entrenaba muchísimo, por eso Erci supo que podría proteger a Juyeon. Por otro lado a Juyon le parecía levemente sospechoso que Hyunjoon sepa tanto de esta gente, estaba empezando a desconfiar de él.
Algo que nadie sabía es que Juyeon siempre tenía un arma consigo cuando salía de noche, todo este tiempo le enseñó a vivir y actuar como gato panza arriba. Así que pase lo que pase se iba a poder proteger de todas formas, con Hyunjoon de su lado o no.
- ¿Me vas a decir la verdadera razón por la que sabes tanto sobre ellos?
- ¿Y vos me vas a decir porque traes un arma?
Por un momento se sorprendió que supiera del arma, pero pudo evitar que se notara. No quería que se viera que era completamente nuevo en esto a pesar de los años. Nunca la usó verdaderamente, solo para asustar a las personas con las que su papá se peleaba cuando se drogaba o estaba ebrio.
- Supuse que era claro, no confío mucho en nadie como para cuidarme las espaldas, así que me las cuido yo mismo. Ahora, me gustaría saber que no me tengo que cuidar de vos también.
- Ellos mataron a mi hermano por la misma razón que están detrás de tu padre. Los hipócritas de mi familia son gente bastante prestigiosa como para no querer reconocer que uno de ellos es un drogadicto, les bajaría el estatus. Así que lo dejaron tirado en la calle. Cuando lo encontré estaba muerto y cuando me enteré quienes fueron no tuve mucha más opción que simplemente callar. Además, deberías esconder el arma mejor, para no parecer tan principiante.
Juyeon se sintió bastante avergonzado, pero sin decir nada le hizo caso. Bueno, lo intentó. Pero era realmente un desastre. Estaba tan nervioso por todo lo que estaba pasando que las manos le sudaban en demasía y estaba extra torpe también. Por eso Hyunjoon lo ayudó a acomodarse la ropa y a esconder bien el arma en un lugar de fácil acceso. La campera que traía puesta le daba ese beneficio. Lo hizo de la forma más natural posible, pero su toque lo alteraba más de la cuenta. Toda esta situación le hizo avergonzarse aún más, Hyunjoon era realmente imponente. Y Juyeon también, no vamos a mentir, pero en ese momento se sentía sorprendentemente indefenso. Si no estaba su hermano al que proteger, él ya no sentía la necesidad de mostrarse tan inexpresivo y fuerte frente a los demás. Por eso Hyunjoon le sonrió, con la intención de calmarlo y aún que no lo logró del todo, Juyeon pudo al menos recomponerse.
Llegaron a donde era la fiesta y no les fue para nada difícil encontrar a esa gente. En un rincón estaba el chico al que había golpeado y él estaba rodeado de otras dos personas. Ellos eran más y eso realmente preocupaba a Juyeon. En poco tiempo el lugar estaba casi vacío y cada vez la situación se tornaba más violenta. Nadie hacía ni decía nada, pero el ambiente era tan tenso que cualquier cosa podía pasar, o al menos eso pensaba Juyeon. Hyunjoon por otro lado estaba tranquilo, sabía que no les convenía para nada atacarlos porque sino perderían muchísima plata.
- Supongo yo que queres hacer un trato, ¿O no, Sohn? No te voy a preguntar donde esta tu papá porque estoy seguro que no tenés ni idea. Solo queremos lo que nos corresponde.
- No tengo la plata, pero la voy a conseguir… solo denme tiempo.
- No te preocupes, vas a tener tiempo. Pero ahora vas a pagar tus propias deudas.
El corazón de Juyeon iba a mil por hora y no tenía ni idea de lo que estaba por pasar. Era obvio que iban a querer vengarse después de como golpeó a uno de los suyos, pero él parece ser que se había olvidado por completo de esto. Recién lo recordó cuando vinieron dos a agarrar a Hyunjoon y otros dos, que él no sabía de donde habían salido, a agarrarlo a él. Lo golpearon esta el cansancio y pararon cuando vieron su arma, riendo se la sacaron y lo golpearon en la cabeza con ella. No fue lo suficientemente fuerte como para causar daños graves, pero si lo suficiente para que no se pueda mover. Cuando se fueron y soltaron a Hyunjoon, él fue corriendo en su ayuda. Sabía que no podía llevarlo al hospital, no había ninguna escusa suficientemente buena para sus heridas. Así que llamó a Jacob, total él estaba estudiando medicina. No sabía cuanto tiempo les tomó en llegar ni porque llegaron en un auto. Solo había venido Jacob ya que era un auto chico y necesitaban el espacio para poner a Juyeon. Durante el poco tiempo que duró el viaje, ya que era una muy pequeña distancia, Hyunjoon se la paso acariciando el pelo de Juyeon y susurrandole que estaría bien. Él no solía encariñarse rápido, pero la similitud en sus historia le generó dolor. Dolor por saber que esa gente seguía dañando la vida de las personas. Le daban pena los hermanos Sohn, más que nada porque estuvo en su lugar y los entendía. Quería ayudarlos para poder dejar de sentir culpa por la muerte de su hermano.
Cuando llegaron Haknyeon había bajado a ayudarlos a subir a Juyeon que seguia inconciente. Cuando este ya se encontraba en el sofá siendo atendido por Jacob, a él le agarró pánico. Recién estaba en su primer año de medicina y eso no era suficiente en ese momento. Pero sabía que no podían llevarlo a ningun otro lado. Hizo lo que pudo con el alcohol y las gazas que tenían ahí. Tenían muchas cosas de primeros auxilios y él supuso que situaciones como estas no eran tan extrañas.
Eric por otro lado no podía parar de llorar, se sentía culpable por dejarlo ir sin él. También estaba enojado con Juyeon por ser tan idiota y golpear a ese chico de esa forma. Se sentía tan impotente. Si tan solo su hermano no lo tratara como un niño pequeño él hubiera podido ayudar. Sunwoo en ningún momento se separó de él, sabía que necesitaba el apoyo. No importaba si era él quien se lo daba, pero de todas formas quería serlo. Juntos estaban a un lado abrazados, Eric quería estar al lado de su hermano pero Jacob necesitaba espacio. No es que tuviera mucho que hacer en si, solo que le ponía muy nervioso tener gente a su alrededor.
Después de que Juyeon despertó y se tomó algo para el dolor, pudieron sentarse todos a hablar. Aún que en realidad, Juyeon estaba acostado en el sofá con Eric abrazado a él como garrapata y el resto en el piso.
El pobre de Eric se había llevado un gran susto cuando vio a su hermano desmayado. A él nunca le habían permitido salir de su habitación cuando cosas malas pasaban. Siempre se quedaba ahí hecho un bollito en su cama llorando en silencio y no tan en silencio cuando escuchaba un ruido muy fuerte. Porque así solían ser casi todas las noches, su padre llegaba fuera de sus 5 sentidos y su hermano debía cuidarlo o protegerlo. A veces llegaba muy mal herido y también había veces donde Juyeon tenía que ir a buscarlo porque no aparecía. Su hermano siempre fue su héroe, lo cuidaba desde que su mamá salía a trabajar a la mañana temprano hasta que volvía tarde en la noche. Obviamente exceptuando cuando estaba en el colegio. Pero la realidad era que nunca estaba solo, era peligroso. Salían a la misma hora del colegio la mayoría de los días y cuando no, esperaban. Nunca se volvían solos. Bueno, Juyeon si salía solo, pero eso era cuando iba a buscar a su padre.
Ellos no sabían si ahora estaban más a salvo o más en riesgo. Pero por primera vez recibían ayuda de alguien fuera de la familia.
Todos se habían ido a sus casas, Jacob y Haknyeon los habían acompañado por si acaso. Todos menos Hyunjoon, él sabía que Juyeon necesitaría hablar y no podía descargarse con su hermanito. Al menos no con estas cosas. Eric se había ido a dormir al cuarto de Juyeon, ya que él había prometido que cuando Hyunjoon se fuera dormirían juntos esa noche. Cuando se quedaron solos no hablaron por lo que parecían unos 15 minutos. Estaban sentados en silencio en el sofá, ya que Juyeon se sentía lo suficientemente bien como para moverse. O al menos eso fue lo que dijo, pero Hyunjoon no le creía.
- ¿Te traigo algo de tomar?
- Estoy bien así Joon.
De alguna forma después de ese nuevo silencio estaban más comodos y también más cerca el uno del otro. Se notaba que Juyeon necesitaba que alguien lo reconfortara y también que no había nadie para hacerlo. El único que podía era su hermano, pero él quería verse fuerte ante Eric. Así que estaba solo y por eso buscó aún que sea un poco de ese sentimiento de confort en Hyunjoon. Sabía que él no podía ayudarlo como necesitaba, pero si servía para aplazar el dolor. Tanto físico como emocional. Cuando Joon se giró a mirarlo pudo notar esa mirada de ¿Deseo? Quizás, pero también de cierta desesperación. Siempre fue muy perceptivo por lo que ya sabía que era lo que Juyeon buscaba y que tampoco se iba a armar de valor para hacerlo. Por eso fue él, el que se acercó, muy lentamente por si se arrepentía. Lo tocó tan suavemente porque sentía que siendo tan bruto como era lo podía romper y más en el estado en el que se encontraba. Se acercó solo un poquito más y esperó a que el otro cerrara los ojos, solo así estaría seguro de que hacía lo correcto. Cuando lo hizo, lo beso con una delicadeza casi exagerada ya que sus labios no estaban exentos de heridas. Pero que sea delicado no significa que sea breve, cualquiera de los dos diría que ese beso duro horas. Horas en las que Juyeon se pudo recomponer, volver a sentirse fuerte y en control. Por eso antes de separarse lo besó con más ímpetu y no lo terminó hasta relajarse por completo. Era extraño como se juntaron con tanta delicadeza y se separaron con tanta brusquedad.
Estaban tan cerca uno del otro que sentían hasta sus latidos, Hyunjoon tenía miedo de hacer cualquier movimiento brusco y lastimarlo. La seguridad que Juyeon había construido a través del beso era frágil como el cristal, quizás se debía a que no había ningún fuerte sentimiento por el otro para respaldar una acción así de profunda. Hyunjoon sentía que Juyeon se podría romper con tan solo un toque o una acción fuera de lugar, por lo que se quedó quieto viendo que era lo que él hacía. Pero a pesar de todo, se sentía fuerte. Por esto buscó levantarse del sofá en el que ambos se encontraban e ir a buscar las llaves para abrirle la puerta a Joon. Aún que claramente su estado físico no era el mejor y si no fuera porque su acompañante lo agarró, se hubiera desmoronado. Hyunjoon otra vez se hizo cargo de él y lo llevó a su cuarto donde su hermano lo esperaba para dormir. Hubiera sido más difícil, pero al ser un departamento chico la puerta del cuarto estaba enfrente suyo y Juyeon estaba colaborando. A penas notó que no había forma de que Joon se fuera sin que él le abriera la puerta sintió un cansancio corporal enorme.
- No te preocupes, vos dormí que lo necesitas. Yo voy a dormir en el sillón. Si necesita algo, lo que sea, llamame.
Esa propuesta claramente iba más allá de solo ese momento. Notaba en su tono de voz que era más bien una promesa, no entendía porque la hacía pero creía en su honestidad. Gran parte de su persona tenía el instinto de desconfiar de él, pero por todo lo que pasó ese día le era imposible hacerlo. Quizás confiar no era tan mala opción después de todo. Hay personas que no demuestran su valor en años y Hyunjoon lo hizo en horas. No confiar en él sería hasta ridículo, al menos eso se decía a si mismo. A pesar de su cansancio no pudo evitar estar al menos una hora pensando en este día. Podía confiar en estos chicos ¿O no? Juyeon se hubiera seguido martillando la cabeza con estas dudas si no fuera porque sintió como Eric se daba vuelta y lo abraza mientras dormía. En los brazos de su hermano siempre encontraba la paz. No importaba que estuvieran en una cama chica, que en el cuarto a penas y entre la cama de lo pequeño que era, que las deudas por poco y los ahogaban, no importaba nada de eso. Porque mientras pueda tener este momento de paz, al día siguiente se levantaría con todas sus fuerzas.
Y eso fue lo que hizo. Era domingo a las 9 de la mañana cuando despertó. Eric seguía abrazado a él y había algo que le decía que no lo soltó en toda la noche. Eso le hizo sonreir. Y ver como babeaba arriba suyo le hizo reir, aún que a la vez lo asqueo un poquito. Con el ruido de su risa lo despertó y nada era más tierno que su carita de somnoliento.
- Buenos dias Hyung ¿Cómo te sentís? ¿Te duele algo? ¿A qué hora se fue Hyunjoon Hyung?
- Buenos dias Eric, me duelen las costillas pero me siento bien. Hyunjoonnie se quedo a dormir en el sillón porque era muy tarde para irse solo.
- ¿En serio? Voy a saludarlo.
Desde el momento en el que lo conoció, su hermano fue el foco de felicidad en la casa y ninguno de los problemas que ellos pasaron podría cambiar eso. Juyeon amaba verlo sonriendo y feliz por cosas tan triviales. Era un momento en el cual se olvidaba completamente de todo lo malo y Eric iluminaba su vida. Una vida tan gris como la suya.
Un rato después de que él vaya a saludar a Joonnie, este entró al cuarto. Lo había conocido ayer, pero podía notar como detrás de su actitud se encontraba un chico realmente dulce. Se acercó a ayudarlo a levantarse, pero ya no se encontraba en tan mal estado como el día anterior, le dolía obviamente, pero podía manejarse por su cuenta. Aún que eso sí, por el dolor no tenía mucha estabilidad. Por lo que para vestirse tuvo que agarrarse del otro. Por un momento pensó que sería incómodo, más que nada por lo que había pasado la noche anterior, pero no. Es más, parecía que nunca había pasado. Eso lo relajó bastante, él no se encontraba estable emocionalmente y por lo tanto seguro para tener un relación. Juntos fueron a la mesa donde Innie había hecho un desayuno con lo que tenían.
- Hyung se que tenemos que ahorrar y todo eso, pero después del día de ayer quería hacerles algo para desayunar. Como agradecimiento a vos Hyunjoon Hyung por acompañar a Juyeon Hyung y a vos por protegerme siempre.
- Esta bien Eric, no te preocupes.
El pobre estaba al borde de las lágrimas, su hermano no lo dejaba ayudar y le hacía sentir impotente. Quería trabajar y ayudarlo a pagar. Quería ayudar a su papá a dejar la adicción. Quería ser útil. Claramente Juyeon notó como se sentía y como siempre hizo lo primero que le vino a la cabeza. Cuando se trataba de su hermanito menor se volvía muy impulsivo y loco.
- Joonnie, ¿Sabes si Sunwoo esta ocupado ahora?
- Eh, no creo, le pregunto. ¿Por qué?
- Vos preguntale y de paso también a Hyunjae.
Como era de costumbre nadie entendía que era lo que pasaba en la cabeza de Juyeon. De todas formas Hyunjoon le hizo caso. Ambos chicos estaban libres, aún que un tanto adormilados ya que se acaban de despertar. La idea era que Eric y Sunwoo estuvieran juntos, ya que notó lo bien que se llevaban y como el mayor siempre hacía reir a su hermanito. Pensó que era una buena forma de subirle el animo y estuvo completamente seguro de ello cuando Hyunjoon le dijo que Sunwoo se emocionó con la idea de pasar el día entero con Eric. Iba a ser una linda sorpresa. También le hizo llamar a Hyunjae para que los tres pasen el tiempo en la casa de Juyeon, ya que era con los dos que más cómodo se sentía. Pero Joon tenía cosas que hacer, así que estaban solo ellos dos. Ante esa idea Hyunjae se sonrojó fuertemente y por suerte nadie estaba ahí para verlo. Al vivir en el mismo edificio, Sunwoo y Hyunjae fueron juntos a la casa de los hermanos. Eran solo unas 10 cuadras aproximadamente, por lo que tardaron poco. Pero cuando llegaron Hyunjoon ya se había ido. Los recibió Eric, el cual estaba completamente sorprendido. Los tres charlaron un rato, en lo que Juyeon estaba bañandose. Le sorprendió enterarse de lo que su hermano había planeado, pero no del todo, porque era de hacer cosas así con tal de hacerlo feliz.
Por otro lado, Juyeon no sabía que los chicos ya habían llegado, por lo que salió del baño solo con una toalla envuelta en su cintura. Si alguien los estuviera viendo se hubiera reído, ya que Erix volteó a Sunwoo para que no lo viera, mientras que Hyunjae no podía despegar los ojos de Juyeon. El chico estaba más rojo que un tomate y parecía no reaccionar. Aún que lo más gracioso es que Juyeon no le tomó ni un poco de importancia y solamente fue a vestirse después de saludar. Por lo que había una parte de Hyunjae que le decía que hubiera actuado de igual forma supiera que estaban ahí o no. Eso lo hizo ponerse más rojo aún. Todo lo que tuviera que ver con ese chico lo hacía avergonzar. Esto parecia ser algo sumamente gracioso para Sunwol, por que no podía parar de reirse de él.
- Ya, deja de molestarme.
- Es que estás tan rojo, es muy tierno la verdad. Ahora que me voy con Eric-ah van a estar solos y me gustaría estar acá solo para reirme de vos.
- Te odio.
A pesar de todas las bromas, ellos dos eran muy buenos amigos. Solo que les encantaba cargarse.
En casi nada de tiempo Juyeon había vuelto, y esta vez vestido. Con solo pensar en lo que había pasado minutos antes se ponía nervioso. Y el chico no ayudaba, no sabía si se hacía el tonto o era. Era tan amigable con él, tan bueno y caballeroso que cualquiera se enamoraría de él. Él que era como un príncipe. Aún que parece ser que su memoria era selectiva, porque un príncipe no actuaría como él lo hizo el día anterior. Y si su memoria no era selectiva, su corazón si lo era.
Cuando los dos chicos se fueron Juyeon se puso a buscar entre sus cosas la caja llena de películas que tenía guardada. Él le dijo que la mayoría eran de terror y Hyunjae tembló ante la idea, pero no quería parecer un miedoso enfrente de Juyeon. Nisiquiera escuchó que película verían, pero creía que trataba de un muñeco o un niño endemoniado, como siempre. A pesar de ser predecibles lo mataban de miedo y no podía dormir por una semana después. Ellos estaban sentados en el sillón, no muy juntos ni muy separados. Veían a traves de la computadora del mayor la película y Hyunjae agradecía, porque si veía la cara endemoniada de ese engendro más grande que eso creía que se desmayaría. Con un par de minutos de película Hyunjae ya estaba completamente pegado a Juyeon mientras pegaba grititos para nada discretos. Al mayor no le molestaba en lo más mínimo, es más, le parecía tierno. Era muy gracioso ver como se asustaba de cosas tan tontas como esas. De golpe se sentía como un verdadero adolecente y le pareció el sentimiento más lindo de todos. ¿Así era ser libre de la responsabilidad adulta? No lo podía creer. Pero pensó que si Hyunjae le traía estas emociones solo debería mantenerlo cerca suyo más tiempo. Así que juntos vieron esa película abrazados y cuando terminó pusieron una de comedia. Y Hyunjae cuando esta estaba a la mitad se quedo dormido sobre el hombro de Lee. Sabía que su apellido era Sohn, pero todavía no se acostumbraba a el. Era sorprendente la comodidad que sentían entre ellos. Juyeon nunca se había sentido así antes y por eso quiso hacer algo sin pensar. Sabía que había consecuencias, pero esta paz le quitaba las preocupaciones y eso era todo lo importante. Ultimamente estaba actuando de forma muy irresponsable. Confiar en esos chicos, besar a Hyunjoon y ahora esto, que para colmo no sabía que era. Solo que lo quería. No era un relación, porque para esas cosas no estaba listo. Era solamente paz y una que solo Hyunjae le brindaba, así que porque no buscarla. ¿Tan mal estaba eso? En su mente sí. Pero no quería pensar en eso. Porque que podría realmente ir peor. Después de todo ya sabían donde estaban, tenían que trabajar hasta dormidos, no sabían donde su papá se encontraba. La única paz que ambos hermanos recibían era por parte de Hyunjae y Sunwoo. Así que podía darse el lujo de sentir. ¿O no? Quizás algo bueno le esperaba. Por primera vez.
Tanto Juyeon como Eric estaban en el cielo. Aún que Eric era mucho más inocente que su hermano y se permitía sentir todo sin ningún miedo. Por eso él no sentía temor de la seguridad que los brazos de Sunwoo le brindaban. Él solamente se acomodaba entre ellos y se dejaba ser feliz. Por otro lado para Juyeon eso era muchisimo más difícil. Confiar era casi imposible y bajar la guardia más aún. Pero intentaba convencerse a si mismo de que por un momento, uno muy breve, eso no estaba mal. Por lo que ese momento se transformó en un día completo, en el cual él y Hyunjae estuvieron abrazados comiendo porquerías en el sillón mientras veían películas malas en la computadora. Aún que las buenas cosas se pasan volando. Su hermano ya había vuelto con Sunwoo. Para él fueron unas pocas horas, pero se habían ido a las 11 de la mañana y vuelto a las 8 de la noche.
- Hola chicos, ¿La pasaron bien?
- ¡Si Hyung! Todo muy divertido.
- Nosotros ahora nos tenemos que ir Junyeonnie, te veo mañana. Chau Eric.
Los dos recién llegados se sorprendieron gratamente por el apodo que Hyunjae le dio a Juyeon. Eric más que nadie, ya que sabía que a él mucho los apodos no le gustaban. Pero parecía feliz con este. Por otro lado Sunwoo se estaba aguantando las burlas para cuando salieran de la casa. Lo iba a gastar por toda la semana. Y se iba a asegurar que todos sus amigos supieran de esto. Desde su última relación, que no fue con nadie más ni nadie menos que Sunwoo, que no se sentía así. No solía tener la seguridad para invitar a salir a alguien a pesar de ser normalmente una persona muy sociable y segura.
Juyeon se despidió de Hyunjae con un beso en el cachete y de Sunwoo con un abrazo. Todo era tan raro para él, pero intentaba actuar normal. Les bajó a abrir Eric porque a este le daba verguenza despedir a Sunwoo con su hermano enfrente. No tenía porqué, porque se saludaron normalmente, pero aún así se sentía raro. Juyeon siempre fue muy sobreprotector con él y con todo lo que había pasado en sus vidas tenía razón de serlo. Pero esto quizás era algo diferente.
- ¿Que hicieron con Sunwoo hoy?
- Me llevó a un parque y paseamos por el centro. Fue muy divertido. Nos reímos mucho y charlamos de cualquier cosa. Él es hermoso Hyung.
Ver como su hermanito sonreía con solo pensar en alguien más le ponía muy contento. Quería que él sea feliz y si Sunwoo lo hacía feliz no tendría sentido alguno oponerse ante eso.
- Me alegra que estes feliz Eric, pero tenes que ser cuidadoso. Hasta las personas más buenas pueden dañarnos. Aún que sea sin querer. No tenes que hacer nada, solo quiero que lo tengas en mente.
- No te tenes que preocupar Hyung. ¿Vos y Hyunjae que hicieron?
-Vimos peliculas.
Ambos hermanos estaban en el cielo. Se sentían felices por cosas muy chiquitas e insignificantes. Juntos prepararon algo de comer con las sobras que por suerte todavía quedaban. No tenían mucha más plata por lo que hasta la semana que viene tenían que gastar lo mínimo e indispensable. Comida. Ambos tendrían que ir caminando a donde vayan, no podían gastar en un colectivo. No era el fin del mundo ya que el trabajo de Juyeon y el colegio de Eric no quedaban muy lejos de su departamento. Ellos cenaron en silencio sentados en el sillón, ya que no tenían ningún otro lugar donde comer. Se notaba como Eric quería decir algo, por que se la pasaba jugando con su comida y mirandolo cada dos segundos.
- Sunwoo me contó que él y Kevin presentan coreografías propias en un bar los martes a la noche. Es un bar artístico, todos los días hay presentaciones distintas. Y todos los chicos trabajan ahí. Changmin y Haknyeon cantan covers los jueves y Hyunjae, Jacob y Hyunjoon presentan sus canciones los viernes. Él me dijo que querían buscar a alguien más y Changmin y Haknyeon también. Y yo le dije que vos eras un exelente bailarín y yo cantaba. Podriamos ganar más así. Si te parece. Él dijo que le gustaría verte bailar y a los chicos escucharme cantar antes de decidir nada, pero sé que nos dirán que nos unamos. ¿Que te parece?
Desde que era un nene Juyeon bailaba, no tenían plata para que vaya a una academia de baile, pero él se auto enseñó. Era un exelente bailarín y creaba muy bellas coreografías. Pero siempre le dio un poco de verguenza que aquellos que sabían lo vieran. Aún que eso con las circunstancias en las que se encontraban era completamente irrelevante. Por lo que aceptó, el día siguiente iría a donde los chicos practicaban y les mostraría una de las últimas coreografías que había aprendido. Y también al mismo tiempo su hermano rapearía algún cover frente a Changmin y Haknyeon.
El lunes fue un día muy movido para ellos, estuvieron ambos con los nervios de punta. Por suerte para Juyeon, él no tuvo muchos clientes y pudo repasar el video de la coreografía tranquilo. Cuando llegó el cambio de turnos, a las 3 de la tarde, se fue a su departamento. Normalmente lo que haría sería irse en busca de un nuevo trabajo, pero quería seguir ensayando. Cuando se hicieron las 5 de la tarde él ya estaba en la puerta del colegio esperando a Sunwoo y a Kevin. Todos los chicos se saludaron y después caminaron para el lado contrario de la casa de Juyeon, unas 10 cuadras. El dueño del lugar era el tío de Sunwoo por lo que cuando nadie estaba usando esa sala le permitía ir ahí con Kevin. Los dos chicos se sentaron y vieron como Juyeon bailaba. Lo hacía con gracia, lo hacía como si fuera alguien entrenado. Lo hacía, al parecer de Sunwoo y Kevin, perfectamente. Cuando terminó la música ambos estaban muy sorprendidos y por poco y no le rogaron a Juyeon que baile con ellos. Él se encontraba muy satisfecho consigo mismo. Los tres chicos practicaron por un par de horas una nueva coreografía para presentarla la semana que seguía.
No tan lejos de donde ellos se encontraban, Changmin y Haknyeon estaba escuchando la melodiosa voz de Eric rapear una canción. Tal cual como sucedió con Juyeon, los chicos sorprendidos lo aceptaron. Pero en este caso no practicaron ninguna canción y todos se fueron a sus casas. Eric preparó la comida para cuando su hermano llegara y se tiró a dormir una siesta. Estaba muy cansado, más que nada por el estrés que estuvo manejando en esos días. Habían sido extremadamente movidos y él esperaba que apartir de ahora todo sea un poco más calmado. No tenía muchas esperanzas, por la situación en la que se encontraba, pero aún así esperaba poder vivir una vida más o menos normal.
Juyeon llegó al departamento cansado, cansado de bailar y de las 30 cuadras que caminó en la vuelta. Los chicos se habían ofrecido a acompañarlo y pagarle el pasaje de colectivo, pero además de que no se quería abusar, sus padres los esperaban. Cuando abrió la puerta lanzó todas sus cosas al sillón y fue hasta el cuarto de Innie para preguntarle como le había ido. No lo iba a despertar pero cuando vio la comida preparada para dos en la cocina supuso que él no había cenado, por lo que lo despertó de todas formas.
- Eric, tenes que comer algo. Después volves a dormir.
- ¿Cómo te fue Hyung?
- Muy bien, practicamos una coreografía nueva para la semana que viene. ¿Vos?
- Vamos a practicar una canción mañana. Estoy muy contento!
Por primera vez ambos chicos podían darse el lujo de hacer lo que les gustaba y se notaba como ambos brillaban de felicidad al recordarlo. Obviamente necesitaban el dinero, pero ahora conseguían parte de la plata haciendo algo que les apasionaba.
Esa noche comieron contando como había sido su día, que era lo que esperaban que pasara más adelante y cuales eran sus sueños. Porque esta vez se permitían tenerlos.
Ese mismo lunes, mientras Juyeon y Eric se iban con los chicos a mostrarles sus talentos con el baile y el rap; Hyunjae, Hyunjoon y Jacob se juntaron en el departamento de los mayores. Esos tres chicos formaban un grupo, con el cual hacían presentaciones igual que los demás, que se llamaba TBZ. Se habían juntado a componer, pero Hyunjae estaba muy cansado por el colegio por lo que después de unas horas se pusieron a charlar de cualquier cosa. La charla rápidamente derivó en Juyeon y en su beso con Hyunjoon. El pobre de Hyunjae se encontraba ahí sentado escuchando todo y si no fuera porque Joon dijo que realmente no significó nada para ninguno de los dos y que no volvería a pasar, se hubiera deprimido un poco.
- Supongo que aveces hacemos cosas que no deberíamos para dejar de pensar en lo que nos preocupa. No se porque lo hice, lo entiendo más a él que a mi. De todas formas, aún que él no se de cuenta se nota que te mira diferente Hyunjae. Así que no te desanimes.
Hyunjae sabía que ese beso no significaba nada, pero tenía miedo de él no significar nada tampoco. Era todo muy complejo, a pesar de que Juyeon había aceptado su ayuda, cuando se la ofrecían se terminaba negando y era frustrante. Por esto es que por primera vez en su vida se puso a prestar atención a sus padres en la cena, que es cuando hablan del trabajo. Él sabía que era muy probable que sus padres necesitasen alguien que trabajara para ellos.
Esa misma noche, por las casualidades de la vida, los señores Lee se estaban quejando de uno de sus secretarios y habían llegado a la conclusión de que lo mejor era despedirlo. Cuando llegaron a su departamento a las 8 pm se pusieron a cocinar algo así nomas. Sus días de semana siempre eran muy cansadores, más que nada porque trabajaban desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la tarde en una oficina, y cuando llegaban a su casa lo único que les salía hacer era quejarse. Normalmente comían comida hecha por la señora que trabajaba para ellos, pero como ese día había enfermado comieron comida instantánea.
Cuando Hyunjae oyó las voces de sus padres en el living, que está al lado de su cuarto, y salió para hablar con ellos. El living era bastante grande, tenían una televisión empotrada en la pared, un sillón enorme en el cual entraban más de 6 personas, una biblioteca con más de mil libros y una ventana que daba a la ciudad. Que por encontrarse en el piso 15 podían ver una gran parte de Seúl. Cuando Hyunjae notó todo lo que tenía sintió culpa. Él no necesitaba nada, tenía todo lo que quería y aún así se quejaba de sus padres. Juyeon lo único que tenía era a su hermano y ahora a ellos. Sintió asco de vivir así cuando había personas que vivían en la miseria y no se lo merecían. Por esto decidió que iba a hacer todo lo que pudiera por él.
- Yo la verdad no puedo creer como un secretario no puede organizar como corresponde los documentos. Se supone que ese es su trabajo. Estoy harta de contratar personas que sean un desastre, no puede ser que lo único que se supone que tienen que saber hacer lo hagan mal.
- No te preocupes vamos a conseguir alguien mejor. Siempre hay personas que necesitan trabajar y están dispuestas a hacer lo mejor.
Hyunjae vio esto como la mejor oportunidad para hablar del tema. Nisiquiera había terminado de salir de su cuarto o de decir hola y ya les estaba comentando sobre Juyeon. Les dijo lo esencial, que el hermano mayor de un amigo suyo necesitaba un trabajo para mantenerse. Sus padres no estaban del todo seguros, pero como un favor a su hijo le dijeron que lo entrevistarían.
Menos de un minuto después ya se encontraba en su cuarto llamando por telefono a Juyeon. Quizás este tipo de ayudas si le permitiría darle. El pobre cuando recibió la noticia se quedó tan sorprendido que no supo que decir. Pero al final terminó respondiendole que iría a la entrevista y Hyunjae le recomendó que vaya lo más arreglado posible.
Ese día tuvo que faltar al trabajo con la escusa de que su hermanito estaba enfermo y no había nadie quien lo cuide. Él se vistió lo mejor que pudo, no tenía un traje pero si un saco y una camisa, por lo que usó además unos jean y unos zapatos. Podría haber estado mejor, pero no tenía plata para gastar en estas cosas, aún que fuera algo que podría ayudarle a conseguir el trabajo. Le preocupaba más que nada como lo verían por los moretones que todavía no se le habían ido de la cara. Esperaba que no lo juzguen y lo escuchen. Anteriormente Hyunjae le había explicado que era lo que tendría que hacer, mientras más honesto sea, mejor. Por lo que cuando llego y le preguntaron que le había pasado y porque buscaba el trabajo, de la forma más simple posible, les explicó que la seguridad de su hermano menor se había visto en peligro y él lo quiso proteger; también que debía pagar las deudas de su padre y mantener a su Eric. Los adultos se quedaron pasmados por la seriedad y el compromiso que se veía en Juyeon, por lo que le otorgaron un mes de prueba en la compañía y le dijeron que si no lograba llegar a sus estándares lo ayudarían a conseguir otro trabajo, por lo que no se quedaría en la calle.
Juyeon se mostró extremadamente agradecido con ellos, le dieron una oportunidad de oro. Quizás ahora no requeriría tanta ayuda de sus amigos. Le dijeron cuanto le iban a pagar y no solo le alcanzaba, sino que le sobraba bastante dinero si seguían ahorrando de esta forma. Lo único malo para él, es que trabajaría un par de horas más y no podría ir a buscar a Innie a la salida del colegio.
Unos días después presentó su renuncia y actualmente se encontraba yendo a buscar a su hermanito por última vez. En la puerta se encontró a Sunwoo nada más y charlaron durante un rato. Ese chico parecia iluminarse ante la mera idea de ver a Eric, por lo que pensó que sería una buena idea preguntarle si lo podía acompañar a su casa de ahora en adelante.
- No te preocupes, lo acompaño. ¿Hasta que hora trabajas?
- Hasta las 6 de la tarde. Aún que aún puedo ir a bailar con ustedes si las practicas son después de las 6.
- Pensé que con este trabajo ya no tendrías que bailar con nosotros.
- Lo hago porque me gusta, más allá del dinero.
Al poco rato el resto había salido y fueron hasta ellos. Decidieron ir a tomar algo en alguna cafetería como celebración por el nuevo trabajo de Juyeon. Él, en su interior, tenía esta cálida sensación de pertenencia. Veía como lo veían a él, como un amigo. Estaba por fin viviendo más que solo sus preocupaciones.
Su primer día de trabajo llegó al fin y no podía estar más nervioso. Le explicaron que él debería organizar la agendar de la señora Lee, organizar los documentos que se le entregaran, trasmitir las ordenes de ella a sus subordinados y mantenerla al tanto del trabajo llevado a cabo bajo su supervisión. Parecía difícil y según lo que podía ver desde ya, lo era. Después de que ella le mostrara el edificio y lo llevara a su oficina le dejó trabajo para hacer. Tenía una montaña de documentos que archivar, una larga lista de personas para llamar y probablemente a lo largo del día le sumen más cosas. No se podía quejar, este era el mejor trabajo que podría haber conseguido. Pero estaba estresado, al parecer su secretario anterior era realmente un desastre y él debía hacer todo perfectamente para mantenerse en el puesto.
- ¿Juyeon? ¿Podrías venir a mi oficina por favor?
- Si señora Lee, deme un segundo.
Sus oficinas se encontraban en el mismo piso, pero un poco alejadas. Era un edificio realmente grande, con muchas personas trabajando. Era una cede administrativa de Samsung y los padres de Hyunjae la dirigían. Esta era la más importante de Corea, por lo que ellos dos eran bastante relevantes en el ámbito de los negocios.
En el momento que entró en la oficina de su jefa toda queja sobre la cantidad de trabajo que tenía se esfumó, porque a comparación con ella no era nada.
- ¿Me podes hacer el favor de avisarle a Hyunjae que sus primos van a venir de visita por el fin de semana? No tengo tiempo de hacerlo yo.
- No se preocupe, lo hago de inmediato.
- Muchas gracias.
Cuando volvió a su oficina se llevó una agradable sorpresa, Hyunjae estaba sentado en su escritorio esperandolo. Lo miró con una sonrisa y fue a abrazarlo brevemente. Sus últimas dos clases se habían cancelado y en vez de salir a las 5 salieron a las 3 y media, por lo que pensó que sería divertido meterse en la empresa a escondidas para ver a Juyeon. Él supuestamente no tenía permitido estar ahí porque lo distraería de todo su trabajo, pero un ratito no haría mal a nadie. Total en recepción trabajaba Jaebeom, por lo que al conocerlo lo dejaba pasar de todas formas. Él solía cuidarlo cuando sus padres todavía no tenían a nadie trabajando para ellos en su casa y él no podía quedarse solo.
- Hola Hyung.
Hyunjae en ese momento parecía sacado de una pelicula, se veía irreal sentado arriba de su escritorio. Lo miraba de una forma que alteraría a cualquiera. Él era el chico más atractivo que había visto, y eso era mucho decir.
Juyeon lo saludó un poco sorprendido y le explicó lo que la señora Lee le había dicho. Ante la noticia parecía extremadamente emocionado y le contó que sus primos, Sangyeon y Younghoon, eran de las personas más divertidas que conocía. Le dijo que quería que los conozca porque sabía que se llevarían bien. A Juyeon le gustaba tanto como Hyunjae lo trataba, sin verguenza y con cariño. Le encantaba tenerlo cerca. Y a pesar que le gustaba como se sentían sus manos en su cintura y como lo miraba a los ojos, él sabía que tenía que trabajar. Pero alejarse, eso nunca fue algo que él supiera hacer, irse de un lugar donde se sintiera cómodo. Era tan raro para él encontrar algo así que cuando lo hacía, lo agarraba con toda su fuerza. Y Hyunjae se sentía tan seguro, tan estable, todo podría cambiar, pero él siempre estaría ahí. Eso fue lo que dijo, eso es lo que siente y eso es lo que espera.
- Hyunjae… tengo que trabajar. No quiero que te vayas, pero tengo que trabajar.
- No te preocupes, cuando termines te vengo a buscar para ir al bar que quiero que me veas en la presentación que hacemos hoy con los chicos.
Juyeon aceptó con una enorme sonrisa. Realmente quería escucharlos rapear.
Lentamente se separaron y antes de irse Hyunjae le dio un beso el mejilla. A Juyeon le encantaba cuando él hacía cosas así porque le encantaba como le hacía sentir. Le quedaba más o menos una hora de trabajo, ya que salía a las 6 de la tarde, y durante todo ese tiempo no borró la gran sonrisa que Hyunjae generó en él.
Esa era la primer noche que él tuvo la posibilidad de ir al bar. Los chicos les dijeron, a él y a Eric, que era un lugar chico pero muy agradable para estar. Cuando llegó junto con Huynjae, los demás ya estaban allí. Le contaron que ellos presentaban tres canciones cada vez que iban, al igual que el resto. Esta vez eran Shine Shine, Boy y Salty.
De ellos tres fluia una energía demasiado potente, agresiva y, para que negarlo, sexual. Estaban prendidos fuego, y sus ojos nunca se fueron de los de Hyunjae. Se lo notaba cómodo, como si solo ahí, pudiera ser el mismo. Lo que le causaba gracia, y en el fondo lo asustaba, es que Kevin se encontraba en la misma situación que él, mientras miraba a Jacob. Ellos eran pareja, no era lo mismo. Pero quizás, en su interior, él si quería que sea lo mismo.
Definitivamente su canción favorita era Shine Shine, nada podría compararse a la parte de Hyunjae en esa canción. Nada se comparaba a su voz, que tenía miles de tonos distintos. Nada se comparaba a él. Esta parte de su personalidad fue lo que también, en un inicio, atrajo a Sunwoo; cuando eran pareja, claro está.
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El mundo de las maravillas
ФанфикA veces la vida nos obliga a encerrarnos en nosotros mismos. Nos obliga a ser como animales enjaulados, cualquier movimiento brusco nos provoca. A veces el miedo nos controla y el dolor nos nubla el razonamiento. A veces no hay otra opción. Juyeon p...