Prólogo

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Sentado al borde del abismo, balanceaba sus piernas mientras miraba el vacío. Tenía la vista nublada y una vez más las notada aferrándose a su cuello sin piedad.

Echó la cabeza hacia atrás liberando un suspiro entrecortado dando paso al llanto, sabía que no iba a ser capaz de hacerlo, aún así dejó correr las horas en compañía de la oscuridad y los fantasmas del pasado.

La imagen que regalaba era desoladora, alguien tan joven con la mirada tan vacía, se sentía un intruso en su propio cuerpo e incluso dudaba si podría llegar a sentir en su pecho algo que no fuera su gélido corazón romperse lentamente. 

Esta vez no gritaría, no armaría ningún escándalo, tan solo se escondería por unos instantes en aquel lugar poco frecuentado, con la esperanza rota y el espíritu evaporándose.

Gélido [Reescrita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora