If That Was You [Sunmi x ChungHa]

El perdón

—Dama Kim, la princesa solicita su presencia.

Una mujer adulta ingresó a la sala común donde vivían todas las damas reales del palacio.

—Niña, te hablan.

Otra mujer golpeó suavemente el brazo de la nueva dama Kim, quien se encontraba limpiando la cocina, al parecer estaba perdida en sus pensamientos, además no estaba acostumbrada a ser llamada con tanto respeto o formalidades. 

—Oh, si, voy. 

Respondió la joven dama mientras secaba sus manos húmedas contra su vestido, cosa que causó el desagrado de las demás. 

—¿En serio esa niña está bajo el cuidado de la Princesa Lee? —se escuchó el susurro de una anciana, ni siquiera se molestaban en esperar a que saliera del lugar para hablar de ella.

—Pobre de su madre, debe estar avergonzada de su familia. 

La joven dama Kim negó con la cabeza, llevaba ya unas semanas cubriendo el lugar de su madre y estaba haciendo el mejor esfuerzo para no responderle a sus superiores. Incluso con Sunmi. 

Todos los días a la misma hora Sunmi la llamaba a sus aposentos, Chanmi siempre asistía sin decir ni una sola palabra. Desde que llegó al palacio nunca habló, la Princesa Sunmi estaba desesperada, las damas reales simplemente se aprovecharon de ese acto de rebeldía por parte de Chanmi ya que la enviaban a hacer los peores trabajos como limpiar el establo, llevar la leña y el carbón a las habitaciones de las demás damas a mitad de la noche. En resumen, era un infierno para la adolescente.

—Hola, Chanmi, ¿cómo te están tratando?

La voz de Sunmi resonó al ver a Chanmi ingresar a sus aposentos. La dama no respondió.

—Yo... hace tiempo prometí enseñarte a leer, así que por favor toma asiento.

Chanmi obedeció, su rostro no decía nada y no era para menos. Estaba totalmente enojada con Sunmi por mentir sobre su identidad, aún teniendo la oportunidad de aclarar todo, jamás lo hizo. Su padre se encontraba en el calabozo y su madre se encontraba en casa reposando porque aparentemente estaba muy enferma. 

Todo por culpa del rey, todo por culpa de Sunmi y, sobre todo, por su culpa. 

Chanmi observaba los labios de Sunmi moverse, al parecer estaba hablando con ella, le señalaba un libro con caracteres que ella no entendía. Sunmi era tan elegante y educada aún cuando Chanmi era todo lo opuesto, ese no era su lugar. 

—¿Chanmi?

Sunmi tomó de los hombros a la joven dama, dejó de hablar cuando notó lágrimas bajar por las mejillas de su antigua amiga, ni siquiera Chanmi se había percatado de eso.

La plebeya limpió sus ojos con el dorso de su mano de forma brusca, odiaba llorar frente a otras personas, pero era demasiado lo que estaba soportando. Chanmi quería estar fuera, escapar todas las mañanas para ir a bailar junto con sus amigos y que les den algunas monedas, ella quería montar en el caballo de Dahye, huir hasta el río más cercano, ayudar a la señora Im que vivía a las afueras del mercado para que al final del día le regale unos cuantos dulces. Eso quería, no estar frente a la persona más mentirosa del planeta. 

—¡Princesa Lee, la reina solicita su presencia! 

El Eonuco Jinyoung ingresó a la habitación de Sunmi sin siquiera anunciarse, estaba completamente agitado, había recorrido casi todo el palacio en menos de un minuto para darle la noticia a su princesa favorita, aunque por su rostro nada bueno pasaría. 

—Te van a matar por plantar al Príncipe Cha Hyunseung. 

Tras el Eonuco apareció una muy agitada Yves, la pequeña brujita, como solía llamarla Sunmi, guardó silencio en cuanto vio a Chanmi con los ojos completamente rojos.