Para Rose Cameron el 14 de febrero nunca será un día agradable que compartir con sus amigos o alguna pareja. Para ella ese día es una maldición.
Rose, odia con toda su alma esa fecha, es el día en que nació y el día en que perdió mucho, ella ya no c...
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14 de febrero del 2019
Y así llegué a mi horrible situación actual.
—¡¡Te odio!! ¡¡maldito catorce de febrero!!
—Adivino, ¿te rompieron el corazón hoy, por eso tus gritos? —. Me sobresalto ante la voz suave, pero segura, a mi lado y observo bien al chico sentado junto a mí.
Cabello rebelde y en un flequillo levantado hacia arriba de color castaño claro, con algunos reflejos más oscuros, piel casi tan pálida como la mía, con una mirada como de bebe y sonrisa dulce. Sus ojos son de un color claro, pero por la oscuridad de la noche y la poca iluminación, no soy capaz de distinguir su color.
—El catorce de febrero está maldito para mí. Primero mi horrible primer beso, luego la muerte de mi madre, el arresto de mi hermano y ahora esto. Definitivamente el destino me odia —, me quejo exasperada y el chico me mira con los ojos abiertos.
—Parece que el que tiene mala suerte soy yo —debate con una sonrisa tranquila y lo miro sin comprender—. De las miles de personas que pudieron sentarse contigo y estar en esta situación "maldita" junto a ti, me toco a mí. No estoy seguro si es algo malo o una divertida experiencia.
—¿Estás hablando enserio? ¿Divertida? —digo incrédula y él me sonríe de lado.
—Toma la vida con tranquilidad y diviértete. ¿Qué otra persona puede decir que se quedó atrapada en la cima de una montaña rusa, con una vista increíble de la ciudad y con las estrellas en el cielo? —expone y miro el cielo: las estrellas parecen nadar en un mar de oscuridad y los gritos de las personas debajo de nosotros hacen un ambiente extrañamente divertido.
—No lo había visto de esa manera —confieso sonriente y él pasa una de sus manos por su cabello.
—No me habías conocido, soy Ryan Stone —, se presenta y estoy por ofrecerle mi mano hasta que recuerdo que vomite en la bolsa y mis manos no están muy limpias.
Sonrío con un ligero rubor en las mejillas ante su risa y mi vergüenza. Conozco a un chico lindo y lo primero que me ve hacer es vomitar. Genial.
—Soy Rose Cameron —digo y él busca en el bolsillo de su chaqueta hasta sacar algo y entregármelo.
Sonrío con vergüenza al ver un caramelo de menta en su mano y lo metoen mi boca cuanto antes.
¿Sería muy malo que arrojara la bolsa con vómito a las personas de abajo?Ellos no la están pasando peor que yo.
***
14 de febrero del 2019
Algún lugar entre la Prisión Estatal y Gainesville, Florida.
—¿Hola?—. La voz de mi primo suena agitada y arqueo una de mis cejas por la impresión.
—¿Qué mierda estás haciendo, bastardo pervertido? —reprocho y Asher me mira confundido.
