𝕮𝖆𝖕.24: ¡𝕹𝖔 𝖊𝖗𝖊𝖘 𝖓𝖆𝖉𝖎𝖊 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖒𝖎!

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Jimin se sentía inmerso; claramente, la ansiedad estaba provocándole regurgitación. No obstante, JungKook notó la ausencia del menor, reduciendo rápidamente la distancia para proceder a tomarle de una mano, antes de mirar a cada uno de sus pájaros.

— Ya saben lo que deben hacer — dijo con un tono de voz autoritario.

Los demás dieron un asentimiento y procedieron a salir de la sala, siendo el último en tardar en irse, TaeHyung, quien conectó su vista con la del pelirrojo, regalándole una sonrisa antes de alejarse en mero reconforte a las ansiedades que se encontraban tumbando al más bajo cómo qué. Solo entonces...

— ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué los chicos se están yendo? — cuestionó a Jeon tras estar solos en el apartado.

— Vienen por ti, y ellos saben lo que se debe hacer en este tipo de caso — respondió el mayor, sin rodeo alguno.

— ¿C-Cómo? —

La incredulidad se encontraba en acecho.

— Jimin, no voy a dejar que te aparten de mi lado —

Esa mirada llena de seguridad alejó las penumbras que se empeñaban cobijar a Park. Continuamente, Jeon guió fuera de la sala al chico, el cual se había en quedado en una especie de trance.

— ¿Puedo ayudar? — preguntó Jimin al paso de 30 segundos mediante un susurro.

Sin embargo...

— No — fue la respuesta inmediata que obtuvo.

A lo que rechistó.

— ¿Por qué no? — volvió a cuestionar.

Ambos seguían camino arriba, hacia las habitaciones del segundo piso por una entrada alternativa.

— Porque no — respondió tajante Jeon, soltando un desapercibido suspiro cuando la mano sujeta a la suya fue apretada con fuerza — y, aunque hagas pataletas, no irás ayudar — sentenció.

Jimin detuvo el paso.

— No eres nadie para decirme que deb...

— Park, mírame —

Las palabras llenas de determinación le hicieron tragar grueso, y a cómo le fue posible fijó su vista en los orbes negros de JungKook.

— Entiende, no te dejaré ir —

Sin más, el más alto, literalmente, arrastró a Jimin hacia la biblioteca. Estando a dentro...

— Hay una compuerta detrás del estante secundario — aclaró a la vez que señalaba el mueble del que hablaba.

— ¿Qué? ¿Cómo? — inquirió incrédulo el menor.

— Debo ir por mi familia —

El pelirrojo retiró su mano con algo de brusquedad de la contraria. El miedo empezó a carcomerle las entrañas, puesto que, se negaba aceptar que Jeon se fuera.

Mientras tanto, el hombre de cabellera negra lo miraba fijamente.

— Y quiero que me prometas que, escuches lo que escuches no saldrás de este lugar —

Un nudo fue sujeto a la garganta del pequeño. Su mente se quedó en blanco, y sus orbes miel se volvieron cristalinos debido a las lágrimas que amenazaban en salir pronto.

— El libro de la obra de Maurice Maeterlinck titulado el Pájaro Azul, tómalo levemente, y la compuerta estará expuesta para que te vayas lejos, solo sí, ninguno de los que conociste, se acerca a esa puerta diciéndote su nombre —

¡𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐄𝐫𝐚 𝐔𝐧 𝐂𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨!~||❍︎𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora