Les doy la bienvenida a mi nuevo oneshot.
Especial San Valentín.
Traté de hacer algo más simple y MUCHO MENOS dramático en comparación con mis otros fanfics.
De todas maneras espero que les guste.
Algo IMPORTANTE por aclarar es que esto es un mini desafío que hice con Grindel_Trix, el cual consiste en contar dos versiones distintas a partir de una premisa. En un rato ella va a subir la suya para que puedan leerla.
Como siempre les recuerdo que escribo en español rioplatense porque soy de Buenos Aires.
Sin más que decir, pueden pasar a leer.
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Hasta el próximo San Valentín
Con el primer paso fuera del templo de Tauro Shaka supo que era su última oportunidad: continuar o correr como un cobarde hasta Virgo. Movió los dedos y se mordió el labio; no lograba acostumbrarse a las reacciones de su cuerpo ante el miedo, las odiaba, pero no tanto como ese sentimiento. ¿Shaka de Virgo tenía miedo? ¡Imposible! Su orgullo le impedía siquiera que la gente tuviera la osadía de imaginarlo. Él, el hombre más cercano a los dioses, aquel que se atrevió a desafiar al mismísimo Hades, no tenía permitido regresar.
Sin embargo y para asegurarse de que no había nada que lo detuviera, se volteó unos segundos. Entre las sombras y pilares vio a su compañero de Tauro. Aldebarán estaba serio. Shaka esperó algo, no sabía qué era lo que quería. Su confidente levantó un pulgar a la vez que guiñó el ojo. Eso era: tenía que avanzar.
Tragó saliva, pero la boca se le secó más. Comenzó a descender los escalones en dirección a la primera casa, la trampa mortal para su orgullo. «No tengas miedo, Shaka —se repetía a sí mismo—. Todo va a estar bien». Mientras más se acercaba no tuvo dudas de que los huesos de sus piernas cambiaron su consistencia por una más gelatinosa. El corazón, una bomba de tiempo, se le aceleraba con cada uno de sus pasos; el único que podía detenerlo -para bien o para mal- era el santo de Aries. En algún momento fue al mismo ritmo que sus latidos. Cuando quiso darse cuenta estaba a pocos metros del aprendiz de su compañero.
Kiki jugaba con piedras de diversos tamaños y colores. Las hacía levitar, rodar o chocar entre sí. Shaka se detuvo a verlo; ese pequeño acto de inocencia hizo que su corazón diera un vuelco y la calidez empapó cada célula de su organismo. Contadas con una mano eran las veces que había tenido con él una conversación más allá de «Buenos días» o «Pase, mi maestro está disponible», pero lo quería tanto que estaba dispuesto a dar la vida por esa melena colorada. Era el discípulo de Mu, razón suficiente para quererlo.
El aprendiz de Aries detuvo su juego para ver al caballero de mechones dorados más brillantes que la armadura que seguro esperaba en el sexto templo. Shaka empezaba a adentrarse en la trampa. Kiki hizo todas las piedras a un costado, luego se sacudió la ropa y las manos.
—Señor Shaka, buenas tardes.
—Buenas tardes, Kiki —respondió con el tono sereno esperado de alguien con su cargo—. De casualidad, ¿tu maestro está desocupado?
—Puedo ir a ver. Espere un momento, por favor.
En su mente se desató una batalla de mil días entre todas las ideas que tuvo. Deseaba que Kiki volviera a decirle que Mu estaba ocupado, eso le daría más tiempo de pensar en una excusa para justificar su visita fallida. «Quería que revisaras a Virgo». No, ya lo había hecho dos semanas atrás. «¿Podrías darme un poco de té?». ¡Peor! Todo el mundo sabía que Shaka era coleccionista. «Solamente estaba aburrido». Debía estar enloqueciendo para solo pensarlo.
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Hasta el próximo San Valentín
ФанфикShaka invita a Mu a salir por San Valentín, pero las cosas no salen como imaginó. Disclaimer: Saint Seiya y sus personajes son propiedad de Masami Kurumada. Todo lo escrito e imágenes que aquí publique son de mi autoría con el propósito de entretene...