"La postal perfecta del festival de ese año."

- Capítulo Único. -

Advertencia: Esto es prácticamente Shonen-Ai xD creo que es lo más soft que he escrito de estos mensos pero es que, Daiki está chikito, hay que cuidarlo 🥺❤️

Seirin!AU // KagaAo 👀

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Gruño con cada zancada que fue dando, por ello los alumnos a su alrededor prefirieron mejor evitar su feroz avance.

El as del equipo de Seirin, estaba fúrico y era mejor no estorbarle.

—Malditos festivales, malditas temáticas de cafetería. — renegaba, mientras su falda y delantal ondeaban coquetos aunque sin causar chiflidos cómo era su misión original. —Si alguno le pone la mano encima, y-yo...

—¿Tú qué, Kagami-kun? — la voz de su mejor amigo pareció perseguirle desde su aula, al otro lado del edificio.

Antes de siquiera intentar contestarle al Kuroko de su cabeza, vislumbró las primeras orejas de conejo que sabía pronto se multiplicarían.

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Para su buena o mala fortuna, era Momoi quién le recibía, con la sonrisa más maliciosa que le había visto nunca.

—Bienvenido amo, ¿ve algo que le guste? — la chica soltó alegre su ensayada línea, a sabiendas que el pelirrojo enfrente suyo, nunca la miraría cómo en ese momento lo hacía con su mejor amigo.

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Después de soportar con éxito las insinuaciones de un grupo de segundo grado, comenzó a escribir de mala gana su pedido. Ahora sólo quedaba entregárselos y desear que les hiciera mal en otro lado, lejos suyo.

Se acercó con apuro dónde sus demás compañeros preparaban los postres, causando así que las orejas de conejo que llevaba se sacudieran y las risitas de los huéspedes se dejarán escuchar.

De nuevo.

Evitó pensar en la otra causa de estas: la estúpida cola esponjosa que yacía sobre su trasero.

Por un momento se sintió abatido pues, nunca espero encontrarse en esa ridícula situación ya que en Teiko, ser del equipo de baloncesto lo había exentado de muchas actividades innecesarias cómo en la que ahora se encontraba.

En Seirin, sin embargo, su talento no valía lo suficiente cómo para evitarle ser un anfitrión en la cafetería playboy que había organizado su grupo.

Además, sólo era de primer año y sus senpais también participaban en el día. Espero que al menos alguno la estuviera pasando igual de mal que él.

Suspiro risueño y burlón, al pensar en el pelirrojo del que se había enamorado.

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Kagami era su mayor, debía respetarlo pero desde que le conoció, había hecho todo lo contrario. Le gustaba ponerlo de malas, se burlaba de sus cejas partidas, comparaba sus curvas con las de las chicas y aunque muchos de sus insultos habían sido devueltos con ingenio, disfrutaba más, cuando sus riñas absurdas terminaban en la cancha en un enfrentamiento sólo entre ellos.

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—Ahomine-chan. — la voz de Taiga le tomó por sorpresa, sonaba diferente, más ronco pero enseguida paso de ese detalle al verle.

—¡Bakagami-senpai!— le saludo ahora, con la villanía brillando en sus azules orbes. —Bonito traje. — se burlo a pesar, de estar en la misma situación.

—N-no deberías poner esa cara frente a todos. — le regaño, causando que el menor frunciera el ceño sin entenderle.

¿A qué cara se refería?