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Yo siendo parte del retrato como la profundidad de tu enfoque, yo siendo el marco y tú la pintura, yo siendo la estrella y tú el universo, pero al parecer eso me era suficiente. Fue el minuto en que te vi, cuando pasó por mi cabeza que no serías como el resto, aquella noche en la que te saludé porque me interesaba conocer tu intelecto. Recuerdo una sensación multi-emocional...que por primera vez no podía interpretar, al caminar por las horas descubrí el mar de complicidad donde estábamos sumergidos, deseé anegar y lo hice. Entonces, allí comenzó esta poesía sin musa real.

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙰𝚐𝚘𝚝𝚊𝚍𝚘𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora