14 Besos

¡Hola mis queridos lectores ¿Cómo están? Espero que estén transitando este día de la mejor manera.

14 de Febrero, día del amor y la amistad.

Para los enamorados la perfecta ocasión para pasarlas junto a su pareja y para el resto, los solterones (yo) bueno... aunque sea tenemos salud XD. ¡No, mentira!

Para nosotros, mis lectores solitarios San Valentin es la excusa ideal para meter las narices entre historias románticas, que aunque no son las nuestras nos hacen soñar.

Asi que ya sea solo o acompañado, siempre es lindo leer... Una bella historia de amor.

¡Disfruten! Y nos vemos abajo.

Summary: Parecía anecdótico que volvieran a encontrarse de esa forma, con alcohol de por medio, pero Konohamaru no se amedrento sabía que esperar ¿o no?

Aquella vez el alcohol la hizo hablar a ella sobre sobre su clan y en él la bebida incentivo que la viera. Esa noche se creó un vínculo, un entendimiento mutuo y algo más... que hoy les explotaría en la cara.

"Kono-chan... ¿Mañana seguiremos entrenando, no?"

...

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14 besos.

Parecía a propósito que justo ahora todo a su alrededor luciera oscuro.

- ¿Dónde se fue kore'? -miro a ambos lados, pero no la hayo. -Se comporta como una niña. -se quejó.

No veía nada, llevaba ya casi una hora intentando seguirle el rastro, sin éxito. Desorientado opto por apoyarse contra un árbol y fruncir ligeramente los ojos, en un vano intento de orientarse.

Árboles, hojas, troncos y más árboles, todo un bosque rodeándolo.

Se llevó la mano tras la cabeza y se revolvió el cabello frustrado. -Hanabi ¿Qué estás haciendo kore'? -volvió a retomar la busquedad, avanzo dando saltos, hasta que de repente un ruido lo puso en alerta.

Rápidamente saco una kunai, más la voz a sus espaldas hizo que bajara la guardia.

-Konohamaru-sempai.

Se dio vuelta. -Hanabi. -la cercanía entre sus rostros le permitió verla a pesar de la poca luz. Ella tenía una sonrisa torpe en los labios y su Byakugan activado.

-¡Te encontré honorable nieto! -se jacto. -¡Yo gano! -lo tomo del brazo pegándolo a ella.

Konohamaru frunció la nariz ante el aliento agrio. -¿Cuántas botellas tomaste está vez kore'? -le pregunto.

Ella se rio, una risa aguda y demasiado exagerada. Entonces levanto la mano y comenzó a contar con los dedos.

-Uno, dos, ¿cinco? -volvió a reírse y negó rápido con la cabeza, haciendo que su cabello se desordenara. -¡Solo dos Konohamaru-sempai!

El jounnin miro con reproche y suspiro.

-Estas muy ebria kore'.

Ella acerco su rostro, aun con el aliento a sake de por medio, Konohamaru no pudo evitar sentirse nervioso.

-Y tú... -dijo ella.

-Hanabi.

Sus ojos con el Byakugan eran intimidantes pero el rubor de sus mejillas adorable.

-Y tú estás demasiado sobrio, honorable nieto. -le dio toques con un dedo sobre el pecho, puntualizando cada palabra.

-Debo llevarte a la aldea kore'. -la agarro de la mano, pero ella se soltó.