l i g h t s a l m o n .

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   El cuello de Jungkook se sentía increíble contra sus labios, emitiendo un sonido delicioso cuando Taehyung chupó en el hueco justo detrás de su oreja. Sus manos encontraron el camino hacia las costillas del castaño, manteniéndolo firme mientras acababan bajando a la cama.

   Kim le molestó jugueteando lo suficiente, con una mano en sus pantalones y una boca en su miembro, para que Jungkook le diera la vuelta sobre sus manos y rodillas. No pudo evitar gemir al oír al azabache tirar de la cintura de sus pantalones hacia abajo, y se excitó aún más al darse cuenta de que no se los iba a quitar del todo.

   Sólo lo suficiente como para que su amiguito quedara libre, sin ningún tipo de obstáculo. Tras separar los muslos con increíble anticipación, sujetando la almohada bajo su pecho, pudo sentir el suave roce del algodón sobre sus pantorrillas y el interior de sus muslos.

   Sin embargo los escalofríos no tuvieron nada que ver con la forma en que Jungkook le metió dos dedos. No es que no se hubiera estremecido con eso... oh, sí lo hizo, con dos, luego con tres, luego con el sonido del de piel nívea abriendo un paquete de condones.

   Y cuando por fin se deslizó, Taehyung sintió sus dedos enroscarse en las sábanas deshechas, echando la cabeza hacia atrás y gimiendo. Sólo entonces, Jungkook estiró su cuerpo sobre la espalda canela y estampada con lunares allí y allá, del pecho a la columna vertebral, y éste pudo sentir los latidos de su corazón entre sus omóplatos.

   Se movió, lento pero duro, sacándole deliciosos jadeos y gemidos al joven bajo él, quién lo tomaba tan bien, apretándole tan justo. Y entre gemidos y palabras sin aliento, a tal velocidad y con tal intensidad, Taehyung se sintió en las nubes.

   Jungkook finalmente lo besó al momento de culminar; el ojimiel primero, gritando sobre la almohada donde encontró suficiente fricción para correrse, y el otro justo después, con el cuerpo embistiendo levemente hasta detenerse, los agudos salientes de su cintura presionando la piel acanelada y sudorosa.

   No se movieron de inmediato, recuperando el aliento, el pelinegro tardando en salir. Y casi se sobresaltó cuando éste le dio un beso en la espalda, rápido pero firme.

   "Gracias", se oyó mientras se incorporaba, se puso su ropa bajo la mirada de ojos color miel y se arregló el pelo para volver a ponerlo en su sitio en su sitio. Entonces se inclinó y besó los carnosos y rellenos labios de Taehyung, antes de retirarse y mirarle a la cara una vez más.

   Una despedida pareció colgar en sus labios y pareció luchar consigo mismo por un momento. El castaño se apretó y le besó en su lugar, Jungkook se separó de nuevo. Pero esa vez no se sintió como una negativa, y Kim no pudo evitar reír para sí mismo al ver el oscuro rubor que coloreaba las mejillas del morocho mientras desaparecía por la puerta.

   Se dio la vuelta y enterró la cara en las sábanas. Y creyó que aún podía oler la costosa colonia que se había pegado al cuello y las clavículas de Jungkook.



   "Wow", no fue una sorpresa que Jimin viera el chupón al segundo de encontrarse con Jungkook al día siguiente, pero éste esperó, en vano, que no lo señalara en público. Incluso si nadie estaba escuchando realmente. "¿Fue bueno?"

   "No voy a discutir mi vida sexual contigo."

   El bajito sólo rio, y continuó comiendo de su almuerzo, como si esa idea fuera tan incrédula que ni siquiera necesitaba hacer nada más allá de reírse y esperar a que el menor dejara caer la fachada. Era obvio, al menos para alguien como Park, que había estado inquieto todo el día. Era sólo cuestión de tiempo.

   "Fue realmente-", comenzó, luego se calló. Realmente no tenía una palabra adecuada para ello. Jimin lo miró con ojos cómplices y cejas expectantes y Jungkook quiso quitarle la mirada de encima. Apretó sus labios. "No importa."

   "En una escala del uno al diez", farfulló, haciendo que el pálido rodara los ojos, "siendo el uno un 'no quiero volver a ver a alguien como él' y el diez un 'me engancharía de nuevo ahora mismo si se me diera la oportunidad', ¿qué tan bueno fue?"

   Jungkook pulverizó el interior de su mejilla con los dientes. "Ocho."

   Ante eso se echó hacia atrás, ladeando la cabeza. "Vaya", musitó, sonando genuinamente sorprendido esa vez. "¿De verdad? ¿Así de bien?"

   "Bueno, tal vez un siete", corrigió quisquilloso. "O, ¿seis y medio?"

   "Ahora sólo me estás tomando el pelo."

   "Sólo estoy respondiendo a tu maldita pregunta."

   "Jungkook, los últimos, no sé, diez polvos quizás, todos los has calificado con tres. Y esa chica que obtuvo un cuatro fue porque era, entre comillas", Jimin dejó caer su Subway para torcer sus dedos en el aire, "realmente salvaje en la cama y siguió cualquier orden que dijeras, incluyendo aquella en la que..."

   Rápidamente se calló cuando vio el vaso de agua de Jungkook caer al suelo. Se quedaron mirando el líquido que se acumuló, oscureciendo el cemento del patio en el que se encontraban, y entonces volvió a levantar la vista. "...la habías ahogado", terminó con una floritura.

   "Espero, sinceramente, que te atragantes con un cheeto picante y mueras."




n/a: el momento ha sido escrito y descrito vagamente          a propósito, lo bueno llegará en su momento :)

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         a propósito, lo bueno llegará en su momento :)

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2021 ⏰

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Aesthete | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora