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Para mi sorpresa, los días se pasan volando

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Para mi sorpresa, los días se pasan volando. Las noches se hacen más cortas de lo habitual y apenas cierro los ojos parece que pasan instantes cuando los tengo que abrir de nuevo.

Una semana se va, y con ello, varios días en los que tengo que ponerme de acuerdo con el abogado para continuar con mi caso.

Atravieso la cocina con una enorme sonrisa en los labios, extrañamente estoy de un excelente humor hoy.

Busco en el refrigerador los ingredientes que voy a utilizar para preparar el almuerzo, y los dejo sobre la encimera de la cocina, extrayendo ahora, todos los utensilios necesarios para cortar y mezclar.

Enciendo la computadora, con la intención de buscar la receta, y vago por internet tecleando con la mano libre que me queda.

Mis habilidades culinarias no eran precisamente infinitas, pero desde hoy me propongo mejorar y aprender para tener contento al niño que, dentro de nueve meses, voy a cargar entre mis brazos. A pesar de las bajas expectativas que tiene el ginecólogo respecto a mi embarazo, voy a seguir creyendo en las estadísticas.

Siempre hay que creer en las estadísticas. Repito mentalmente mientras doy click al buscador de internet. Y ahí está la página, estoy a punto de dar el segundo click pero hay una ventana emergente que se atraviesa en la pantalla.

Es una notificación de mi correo electrónico.

Bajo los ojos hasta el nombre del remitente, y el corazón empieza a latirme a toda prisa.

Cuando abro el texto, va de esta forma. Y entonces, reconozco quien es la persona que me ha escrito.

Nanami, los malos momentos son solo eso: ratos desgastantes que consumen toda nuestra energía y nos alejan de los sueños.

Los sueños son muchísimo más poderosos que cualquier efímero instante de dolor que atravesamos. Pero los humanos somos así, preferimos enfocarnos en la tormenta que en el cielo.

Si cambias de opinión, Tsinghua tendrá las puertas abiertas para ti, porque lo mereces.

Tienes talento, Kita. Un talento que no merece ser oprimido.

Lixue tan solo tardó tres semanas y media en responder a mi anterior mensaje en el cual, rechacé la beca.

Y ahora llegamos a mayo, el quinto mes del año. Mes en el cual, se supone ya debería estar estudiando en China.

Pierdo el apetito de pronto, cerrando el aparato de un solo golpe. Y cierro los ojos, tratando de retener toda clase de pensamientos, en especial esos en los que me siento mal por todo lo que hago y pienso demasiado en mis acciones del pasado.

arôme de rose » nakamoto yuta, lee jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora