Bloom se fue de la mesa y las demás se pusieron a comer antes de volver a las clases.
- oye, Sky, te... - no me dejó terminar la frase.
- luego hablamos, ¿Vale? - después de eso salió a paso rápido detrás de la pelirroja. Me quedé en silencio pensando.
- hey - me llamó Musa a la vez que posaba su mano sobre mi hombro - lo siento - sabía que había sentido lo mismo que yo con lo de Sky, le dediqué un intento de sonrisa.
- no me lo puedo creer - escuché a la chica del pelo azul hablar. - oh, por cierto, soy Aisha - me extendió la mano, yo la acepté, le eché una mirada a mi hermana que ella entendió perfectamente, asintió con la cabeza.
- Ángel - me presenté. Luego siguió hablando con las demás, vi a Miriam al otro lado de la cafetería, me despedí de mi hermana y caminé con dificultad hacia ella.
- hola - dije cuando llegué con una sonrisa.
A la mañana siguiente, antes de que empezaran las clases, caminé hasta el invernadero.
Justo cuando iba a abrir la puerta, ésta se abrió desde dentro y de la habitación salió el chico de primero del entrenamiento, me saludo con la mano y yo igual, luego se fue a paso rápido hasta que le perdí de vista.
- ¿Hola? - dije entrando al invernadero, de detrás de una enorme planta salió Terra que al verme se le dibujó una sonrisa.
- ¡Ángel! - dijo feliz, me acerqué a ella - ¿Ocurre algo?
- necesito no se qué frasco para la herida de la pierna - dije con dificultad, no recordaba el nombre de lo que me había mandado la directora Farah. Ella asintió y caminó hasta una mesa de metal, luego volvió hasta mi.
- aquí tienes, ¿Necesitas ayuda? - dijo refiriéndose a que si necesitaba que me ayudarán a ponerme la cosa esa bien en la herida.
- por favor - dije sentándome en un pequeño banco de madera que había ahí, ella rió y se agachó delante mía para ayudarme. - ¿Quien era el chico ese que acaba de salir? - dije para no quedarnos en un silencio incómodo mientras me levantaba la parte baja del pantalón hasta dejar visible mi pierna vendada.
- ah, un... amigo - dijo con un a pequeña sonrisa nerviosa.
- te gusta - dije divertida mientras que ella ponía el algodón con el mejunje ese sobre la herida.
- claro que no
- claro que sí, vamos, no es nada malo.
- no se, es diferente para personas como yo - dijo nerviosa, fruncí el ceño.
- ¿Como tú? ¿Que diferencia hay entre tú y yo? Aparte de la magia claro está. - ella me echó una mirada pero no contestó. - yo creo que tienes posibilidades, aprovechalas, no todas las tenemos - dije para animarla.
- ya, no me hace falta ser empatía para darme cuenta, Ángel - dijo bajando un poco el tono, yo también quité mi sonrisa sabiendo a los que se refería.
- ya... Bueno, todavía no se lo que siento, no nos conocemos de hace mucho, aún tengo tiempo para descubrirlo.
- bueno, ya está - se levantó del suelo, miré mi pierna recién vendada y limpia, no me había dado cuenta de cuando había terminado, se me pasó muy rápido.
Lo malo es que las venas negras estaban alcanzando mi cintura, eso no era buena señal. Me quedaba poco. Tenía esperanzas de que alguien matara al quemado antes de que muriera.
Aunque bueno, lo malo es que no me dolía, no había sentido cuando Terra me había tocado la herida, igual que tampoco me dolía al caminar, obviamente cojeaba y me sentía impotente por no poder caminar bien, pero no dolía.
Vi como Terra atendía su móvil después de que la notificación de los mensajes sonará, ella lo miró y luego dejo el móvil sobre la mesa suspirando algo nerviosa.
- Terra, ¿Que pasa? - dije preocupada, ella me miró y se acercó a mí con una mueca en la cara.
- van a trasladar al quemado, tenemos que ir a recuperar el anillo de Stella antes de que se lo lleven.
- voy con vosotras - dije poniéndome de pie ya con el pantalón colocado.
- no creo que sea buena idea...
- Terra, no es una pregunta, solo tengo que coger una cosa de mi habitación para la pierna e iré sin problema - dije sería. - ¿Me acompañas? - ella asintió no muy segura.
Ambas salimos del invernadero y pasamos a la zona de especialistas.
Entramos a mi habitación, lo que tenía que hacer era una especie de esqueleto externo para la pierna con unos cinturones, al ponérmela me facilitó la movilidad para ir sin problemas, también aproveché y me puse las zapatillas deportivas.
Cuando salimos otra vez al pasillo pensé que sería buena idea avisar a Sky de los ir íbamos a hacer, Terra estuvo de acuerdo así que juntas caminamos hacia su habitación. Levanté el brazo y estaba apunto de golpear la puerta cuando escuché una voz dentro.
- ¿Estás saliendo con la princesa de Solaria? - escuché una voz femenina. - Joder, ¿Es raro acostarse con alguien que es igualito a tí o tiene su punto?
- ¿Ángel? ¿Estás bien? - me dijo Terra, la cual estaba escuchando lo mismo que yo.
- si viene la gente de Solaria... - esa era la voz de Sky.
- los rumores eran ciertos - interrumpió la voz de Riven - han capturado a un quemador, la prisión de Solaria es de alta seguridad, seguro que van a trasladarle, la cuestión es que no tenemos nada que hacer...
- deberían matarlo - escuché la voz de Sky después de unos segundos de silencio.
- ¿Por qué? - esa era la voz femenina.
- porque si no lo matan una amiga nuestra morirá.
- ¿Amiga? Pero si no la conocemos ni de hace más de cuatro días - dijo Riven, eso me dolió, yo sí que le creía mi amigo - hasta nos mintió con su nombre, no es nuestra amiga, es una... Conocida, compañera como mucho - mis ojos empezaron a aguarse.
- ¿Es enserio? - la voz de Sky parecía molesta.
- si - contestó Riven mientras soltaba una risa.
- Ángel, vámonos - Terra me agarró del hombro tirando un poco hacia atrás, pero no moví.
Mi tristeza se fue de golpe, ahora sentía ira, estaba enfadada, y quería venganza.
Volví a levantar la mano completamente seria y con la mandíbula tensa y llamé a la puerta. Escuché unos pasos y luego la puerta se abrió dejando ver a Sky, el cual se sorprendió al verme en la puerta.
- Ángel, hola, ¿Que-que haces aquí? - dijo nerviosos y echándole una mirada a Riven, que estaba sobre su cama más sorprendido y nervioso que Sky. Me fijé en la chica del suelo, es la que me había empujado en el campo, ésta me sonrió con malicia y superioridad.
- venía a decirte que van a trasladar al quemado, pero eso al parecer ya lo sabes - dije mirando en la última parte a Riven totalmente seria, dándole a entender que lo había escuchado. Sky asintió. - Adiós, Sky - dije despidiéndome primero de la parejita y luego del rubio.
Caminé con Terra hasta fuera del edificio.
- ¿Estás bien? - me preguntó de repente.
- si, ¿Por qué no iba a estarlo? - dije sin mirarla. Empezamos a subir la colina hasta llegar al punto de la barrera en el que las chicas habían quedado.
- sé que lo que ha dicho Riven no te ha sentado muy bien, si necesitas... - la inetrrumpi deteniendo mi paso al mismo tiempo.
- Terra, no soy de cristal, como ya has escuchado, no somos amigos, nunca lo hemos sido, y nunca lo seremos, no hay nada... Estoy bien - seguí el camino que quedaba hasta las cuatro horas que esperaban.
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No Fue Mi Intención - FATE: la Saga Winx (Sky De Eraklion)
Fiksi PenggemarHistoria basada en la serie de Netflix, Las Winx Saga. "- tú siempre bailas en la oscuridad" "- No sabia lo que estaba haciendo, tienes que perdonarme" Una especialista con secretos desconocidos. Sky x Ángel