¿DESTINO O CASUALIDAD? (EBOOK COMPLETO)

CAPÍTULO 1

Un 29 de Abril en la tarde en una parte de Bogotá Colombia:

Era muy guapo, de estatura mediana, blanco, con un buen físico, era medio llenito, no era ni flaco, ni gordo.... Mejor dicho tenía la curva de la felicidad, de cabello negro lacio y corto. Me lo quede mirando por un buen rato sentada en los últimos asientos del Bus, él llevaba un polo de color verde pero tenía una abertura en el cuello, como si fuera un especialista de Medicina, la verdad y no les voy a mentir es que a mi me encantan los Doctores, desde que tenía 11 años me decidí a estudiar Medicina cuando terminara la Secundaria y así es, ahora estudio en la Universidad de los Andes de Bogotá, recién estoy empezando... Bueno aquel chico llevaba unas gafas de sol, de color negro, parecidos a unos lentes de avioneta, no eran grandes, eran medianos, pero eran perfectos para Él, como si los llevase siempre, en todo momento, a cada lugar y a cualquier hora.

Me lo quede mirando por un buen rato, quería apartar mi mirada de él pero no podía, era como si algo me lo impidiese, era como si ya lo hubiera visto antes, pero no lo recuerdo, mis ojos estaban puestos en él, en sus gafas, no me importaba mi alrededor, ni ninguna otra persona, solamente me importaba ese chico desconocido.

Él se encontraba adelante, por la puerta principal del Bus, estaba parado sosteniendo una mano al tubo de arriba. Cuando me lo quede viendo por dos minutos por lo menos, él de repente se dio cuenta, mientras echaba un vistazo a las demás personas, por fin logró verme, y yo al darme cuenta, me sonrojé un poco, porque pensé que no lo iba a hacer, pero al final lo hizo, estaba claro, además una parte de mí quería que él me viera, para poder darse cuenta de que yo lo estaba mirando desde que había entrado en el Bus. Cuando nos miramos, él tenia cara de serio, no pude apartar mi mirada, y nos quedamos mirándonos en silencio, él a mí y yo a él, fue un poco incómodo pero a la vez atractivo, después de eso, él de la nada me sonrió, me quede sorprendida, mientras decía en mi mente: ¿Por qué me sonríe? ¿Me conoce? de seguro se ríe porque nos acabamos de mirar en silencio y eso causa algo de gracia, cualquier cosa que haya sido, la verdad, que es la primera vez que alguien me sonríe en transporte público porque cada vez que me subo, cuando miro a las personas, tienen cara de serios y eso le resto importancia. Cuando me sonrió ese chico desconocido muy guapo, me gustó mucho su sonrisa, transmitía mucha alegría, entusiasmo, seguridad, estaba segura que podía ser un Odontólogo o quizá un practicante de Odontología por su forma de vestir, yo diría más bien que era un practicante, estaba muy segura de eso. Pero bueno sigamos, cuando él aún me sonreía, y yo lo seguía mirando, de pronto él se volteó hacia atrás ya que había gente que también iba parada agarrándose del tubo y como que se chocaban unos a otros por el movimiento de aquel Bus de un 29 de Abril.

Llego el tiempo de bajarme en la esquina que me dirigía hacia mi casa, había regresado de la Universidad.

Cuando me bajé por la puerta trasera del Bus, en el camino iba pensando en ese desconocido que me lanzó una sonrisa sin apenas conocerme, ni siquiera sabe mi nombre y yo ni el suyo, pero no le tomo mucha importancia porque ni siquiera lo conozco, pero si estaba guapo, de eso no hay dudas.

Llego a casa, parece que nadie está, mi hermana Lindsay debe estar trabajando, mis padres igual, y mi hermano Jared divirtiéndose en el colegio, cuando yo tenía 13 años y el 2 años ya casi por cumplir 3, siempre tenía ganas de molestarme, lo mío con mi hermano era amor-odio en esos tiempos, no lo juzgo a veces yo también lo molestaba, pero al fin y al cabo era más pegado a mi hermana mayor.

Al entrar a mi habitación, dejo mi mochila de color rosa en la cama, y bajo las escaleras para dirigirme a la cocina, abro el refrigerador y encuentro pollo, una gaseosa coca cola grande y una ensalada de frutas que a veces como en las tardes ya sea para hacer tareas, ver tv o leer.