Oh, my lovely coffe. | One Shot | Z.M.

1.

Eh aquí yo, tomando un segundo encantador café en pleno día de los enamorados.

¡Wouh! ¡Que romántico, bebe!

La cuestión es que mis mejores amigas estaban por ahí con sus novios, dándose muestras de cariño y yo, bueno, vine a festejar con el mejor novio que puede haber. Oh, el café, bello café. El que me acompañó en mis noches de estudio y ahora, en mis primeras largas noches de trabajo.

Cuando me aburrí de pensar en lo comercial que era esta fecha del año, decidí tomar el Sharppie que tenia colgando de mi collar para empezar a garabatear en el vaso de mi primer café.

Estaba escribiendo muy concentrada una cita de uno de mis libros favoritos, al lado de un intento de atrapa sueños; cuando de repente una voz grave me asusta.

- Que linda letra. - Le sonreí y baje la mirada de nuevo.

Se acabava de sentar en la mesa siguiente a la mía, junto a un cappuccino. Tenia los ojos almendrados y se le podía ver un poco de su oscuro cabello escapándose por debajo del gorro que llevaba.

Al ver que no le contestaba y seguía metida en mi pequeño intento de dispersarme, volvió a hablarme.

- Yo tengo de colores. Los querés usar? - Lo mire sin entender de que hablaba y al darse cuenta me señaló el pequeño marcador que yo estaba usando, mientras le daba un sorbo a su bebida.

- Muchas gracias, pero no te molestes. Simplemente es que estaba aburrida. - Dije largando una pequeña risa.

- No es molestia! Encerio...por algo te lo digo. -

- No, peeer - Antes de que pudiera terminar de decir la palabra, el ya estaba buscando algo en su mochila. Empezó a dejar pinceles y cuadernos en la mesa, pude ver que tenia aerosoles también y revolvió hasta que encontró una cintita con todos los fibrones atados a ella.

- Toma! No pueden faltar los colores en un dibujo! - Dijo sonriente, mientras me los daba. Tenia una sonrisa hermosa.

- Bueno, puede ser que tengas razón. Yyy, sobre todo esto? Sos artista? - dije refiriéndome a todo lo que tenia en su mochila

- Ah, pero parece que alguien es curiosa! - dijo, en un intento de chiste. - Es más un pasatiempo que otra cosa, pero es lo que más disfruto hacer.

- Que hermoso. Tendrías que dedicarte a eso, si es lo que te gusta. - Dije y agarre el fibron naranja para empezar a dibujar unas pequeñas flores en mi vaso.

Veo por el rabillo del ojo que el agarra uno de los fibrones y empieza a dibujar en el suyo. Lo miro y empiezo a reírme. El levanta la mirada.

- Veo que ahora todos quieren sus vasos personalizados. 0% de originalidad.

El se ríe y oh por dios. Debo parecer una adolescente de 15 años viendo como se arruga su nariz y sonríe mordiéndose a penas, la lengua. Tiene unas facciones increíbles. Era imposible no mirarlo dos veces.

- Bueno. Digamos que no hay nada interesante que hacer y quedan muy geniales.

Y así, fuimos dibujando nuestros vasos en silencio hasta que terminamos. Me mostró el suyo y era una mezcla de asombrosos dibujos en rojo y verde.

- Ey, te quedo muy bien! Me encanta. Hasta casi que llega a ser tan bueno como el mio. - Dije bromeando.

- Ok, ok. Me conformo con eso. - Dijo divertido.

- Bueno...a mi me queda el vaso del segundo que me tome. Me concedería el honor de transformarlo conmigo?

En ese instante el junto su pequeña mesa con la mia y agarro el marcador azul. Lo tomé como un sí.

Empeze dibujando un Yin y el Yang cuando...

- Ah bue. Mira esto!

Y en ese momento empezó a sacarse la campera. Debajo tenia una remera mangas cortas, que te permitía ver sus dos brazos llenos de tatuajes. Wow. Eran increíbles. Estaba tratando de verlos todos rápidamente sin quedar tan obvia, y el me muestra un tatuaje que tenia en la parte interna del brazo. El yin y yang.

- La conexión que nosotros dos tenemos, la deben sentir hasta las personas que caminan por la vereda.

Me quede por unos segundos completamente seria, sin poder creer la pabada que acabava de decir y de repente, largue una carcajada increíble.

- Santo dios. Acepte los sharppie's de un demente. - dije riendo.

● ● ● ● ●

Habíamos pasado otra hora, tomando otro café cada uno para simplemente dibujar su envase. Mire el reloj. 20:24.

-Bueno, creo que llegó la hora de mi retirada, mi capitán!

- Mi capitan? Wow. Con que posesiva, eh? Puedo llegar a soportarlo...

Negue con la cabeza, divertida. - Eres hilarante. Lo sabes?

-Me lo han dicho!

-Bueno, encerio, muchas gracias por no dejarme pasar el día sola.

-No hay porque...las gracias te las debo yo. Bueno, toma! Para que no te olvides de mí. - me dio el primer vaso que él dibujo.

-Aw muchas gracias! Entonces, toma vos el mío. Espero que no hayas hecho todo esto para vender mí obra de arte en Internet...

Largo una risa y guardo mí vaso en su mochila. - Y con el que hicimos los dos juntos, qué?

-Vamos a arreglar la tenencia. Yo los días de semana, vos sábados y domingos.

- Me parece bien! -dijo mientras se pasaba la mano por la barbilla, haciéndose el que pensaba.

Me levante de mi asiento, me puse mi campera y le di un suave beso de despedida, en su mejilla. -Un placer conocerte.

Pude escuchar un bajo "El placer es todo mío" pero me fui, aferrada a mis nuevos vasos personalizados y salí del café pensando en sí iba o no a contarle a mis amigas sobre mi nuevo amigo. Quizás me guardaría el recuerdo para mí. El recuerdo de un feo día solitario, que se transformó en uno no tan solitario.

Cuando de repente, una voz me saco del pensamiento en el que estaba sumergida.

-Hey! Tú!

Me di vuelta y el veía corriendo del lugar en el que habíamos pasado toda la tarde, tratando de volver a ponerse su gorro y de acomodarse la mochila en la espalda.

-Ya que no lo preguntaste y me siento en un día con suerte... Me llamo Zayn. Querés tomar o dibujar otro café conmigo algún otro día? - Dijo y se pasó la mano por la nuca, nerviosamente.

Asentí y le regalé una de mis más grandes sonrisas.

◆◆◆◆◆◆◆◆
Bueno, espero que les haya gustado. Desde ya, mil gracias a cada una de las que voten o simplemente se tomen el tiempo de leer esto! Pasense por los One Shot de los demás!

Besos gigantes, RoRo.