Capítulo 33. Si es lo que quieres, así será.

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Bueno, lo primero que quería deciros es que hay una parte del capítulo que, al escuchar esta tarde una canción que adoro, me ha venido escuchándola, lo que es esa escena. Y bueno, quería mantenerle la canción de fondo. Espero que os guste el conjunto, digamos :D

La canción os la dejo aquí puesta, pero, para los que leéis desde el móvil, la canción se llama “So Cold”, y es de Ben Cocks.

Para los que queráis ponerla en el momento en el que yo me he imaginado la escena con esa canción, he puesto un asterisco, ahí es donde empezaría, y ya pues hasta que termine la canción o el capítulo, depende de cómo leáis =)

¡Espero que os guste!^-^

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Capítulo XXXIII. Si es lo que quieres, así será.

Tras decir aquello, Selene se agachó y cogió a su hermana, si es que podía llamarla así, de los hombros de la chaqueta que llevaba, para así poder levantarla y que la mirara bien, que viera lo que había conseguido al atacar a las únicas personas que quería y que le quedaban, y ella, su propia hermana, había intentado arrebatárselos, únicamente por venganza.

Al levantarla, Alessia gritó de dolor, pues únicamente estaba consiguiendo que le doliera más la quemadura que Katsa le había hecho en el hombro izquierdo.

- ¿Duele verdad? – preguntó Selene apretando aún más su agarre, por lo que Alessia gritó más aún –. ¡Contéstame! ¿Esto te duele? – preguntó casi gritando.

- Sí. – dijo Alessia desviando la mirada, ya que lágrimas amenazaban con salir.

- Me alegro, porque no se puede comparar con el daño que tú me has hecho a mí. – dijo Selene dejando salir las lágrimas de impotencia que llevaba arrastrando consigo.

Alessia se giró hacia Selene nuevamente. Sentirla llorar le había despertado un sentimiento en su interior. ¿Remordimiento? ¿Preocupación? ¿Ella podía sentir esto? Claro que podía, pero nunca antes, hasta aquel momento, lo había sentido con la magnitud con la que lo estaba sintiendo.

- Lo siento. – dijo Alessia en un momento de debilidad.

- Lo siento. ¡Lo siento! – le gritó a la cara, obligándola a que la girara –. ¡Mírame a la cara, cobarde! – gritó.

- ¿Sabes qué? – dijo Alessia volviendo a mirarla – en realidad no lo siento. Me alegro. – dijo vocalizando cada sílaba.

- ¿Ah no? Entonces haremos que lo sientas. – dijo antes de lanzarla con todas sus fuerzas al suelo de cara –. Veamos si ahora lo sientes.

Con sus últimas palabras, mientras Alessia gemía de dolor, de una patada en el costado, hizo que Alessia se girara, quedando así boca arriba.

Selene se quedó tras ella, tras su cabeza más bien, dejando que se recuperara, quería luchar con ella, pero quería hacerlo bien, quería que fuera una lucha justa. Sin embargo, con Alessia, nada podía ser justo.

Estando en el suelo, Alessia giró sobre sí misma, haciendo así que, con sus piernas, Selene cayera al suelo. Se había confiado demasiado.

Una vez que ambas estuvieron en las mismas condiciones, en el suelo y con dolor por haber caído de cara a éste, se miraron desafiantes y se dispusieron a levantarse, sin apartar una la mirada a la otra. Ninguna quería llevarse de nuevo una sorpresa, y todo por confiarse de nuevo. Esto, es una de las primeras cosas que te enseñan: no dar nunca la espalda a tu enemigo y estar atento ante cualquier sorpresa.

Alessia, en un momento de estrategia, le tendió la mano derecha a su hermana, acompañada con una mirada de perdón y una sonrisa dulce y amable. Alessia sabía, o creía que su hermana caería en la trampa, pero sólo lo creyó, ya que Selene no cayó en su trampa.

La chica del Dragón [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora