Capítulo 12

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Andrew

Taylor regresó justo a la hora de la cena. Mi madre se había lució preparando una deliciosa lasaña sólo para sorprender a Hero, y vaya que lo sorprendió, la lasaña le gustó tanto que repitió plato 3 veces. Me alegro mucho ver que mi familia lo aceptó sin ningún problema, Hero congeniaba a la perfección con mis hermanos, sobre todo con Taylor, no sabía si era porque ambos eran alfas pero me encantaba la manera en la que convivían.

-A dormir tortolos -dijo Taylor-. Y dejen la puerta abierta -añadió seriamente.

-¡Taylor! Ah, pero si fuera Peter el que se quedara a dormir contigo hasta con seguro cierras -espeté.

-Hermanito, sólo estaba bromeando -dijo muriendo de risa-. Cuñado, aquí tienes -le entregó un preservativo.

-¡Taylor! -mi hermano se estaba volviendo muy bromista últimamente.

-Ya, relájate, está jugando contigo -Hero intentó calmarme.

-Es un bruto -refunfuñé.

-Ay hermanito, es que nunca pensé que este momento llegaría, pero es fantástico que sucediera, tú con novio.

Ni yo pensé que llegaría, pero debía admitir que me gustaba. El rubor cubrió mis mejillas.

-Ya, lárgate a dormir -dije.

Taylor revolvió mi cabello con su mano y seguido se metió en su cuarto.

-Que divertido es tener hermanos -sonrió Hero.

-Nunca te pregunté, ¿tú tienes hermanos?

-No, me hubiera gustado, pero después de tenerme, mis padres decidieron ya no tener más hijos porque a mi padre omega, le fue muy mal en el parto, tuvo complicaciones.

-Oh, qué mal -tragué saliva, nervioso.

-Eh, eso es extraño que pase, no te preocupes. Mejor vayamos a dormir.

-S-s-sí...

Hero se quedó dormido rápidamente, acurrucado tras de mí, rodeando mi cintura con uno de sus brazos. Su cálido aliento rosando mi cuello, su pecho subiendo y bajando al ritmo de su respiración contra mi espalda, era muy cómodo y reconfortante para mí, me hacía sentir una gran calma. A los pocos minutos, caí dormido.

Me encontraba caminando en mi casa, buscando a mis hermanos, busqué en la cocina, en la sala, en todas las habitaciones pero no había nadie... entré a mi habitación, y me senté al borde de la cama. Tomé mi teléfono, tenía la pantalla en blanco, y por más que lo moviera se mantenía igual. De pronto, el ruido de una puerta siendo golpeada llamó mi atención, rápidamente me levanté y miré en el corredor, me quedé hecho piedra cuando vi a aquel hombre al extremo del corredor; donde se encontraban las escaleras. Reaccioné, y cerré la puerta de mi cuarto para que este no pudiera entrar. A los pocos segundos ya estaba ahí, golpeando mi puerta con fuerza.

-¡Hero, ayúdame! -grité-. ¡Hero!

El hombre fue capaz de abrir la puerta a golpes, yo estaba temblando del miedo. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro, relamió sus labios y comenzó a acercarse.

-¡Aléjate de mí! -pero seguía-. ¡Hero!

El hombre se abalanzó sobre de mí, quería abusar de mi cuerpo otra vez.

-¡Hero por favor, ayúdame! ¡Hero...!

-¡Eh, Andrew! ¡Despierta! ¡Andrew!

Desperté agitado, confundido, mirando a todos lados buscando al hombre, pero fue entonces cuando me crucé con la mirada de Hero.

Sangre de OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora