Capítulo 4

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Abrí mis ojos y pude ver el cielo gris sobre mí. - ¿Por qué estoy vivo?

Mi pensamiento era realmente deprimente, ¿cómo sobrevivir?, un dolor fuerte en mi pecho, y una tos me hizo mirar a mi alrededor.

Había varias personas mirándome, aunque el sonido realmente no llegaba a mis oídos, trate de respirar con normalidad y mire a la persona a mi lado, era un chico algo mayor de cabello castaño, y piel oscura, que respiraba aún más fuerte que yo.

Y como si todo fuera un sueño, el chico me tomo de la camisa con sus puños y me sacudió fuerte haciéndome levantar de la arena mojada.

- ¿Qué crees que haces?, ¿Estas pendejo?, ¿Casi te ahogas a propósito?

Todo el sonido regreso a mí, pero no utilice nada de mi fuerza, me quede ahí siendo sacudido por el chico moreno, quien gritaba tan fuerte. Su cabello y ropa estaban mojados, al igual que mi cuerpo. - ¿Por qué me salvaste?

La audiencia a nuestro alrededor iba aumentando, y todo susurraba acerca de nosotros dos, pero mi concentración estaba en él, ¿Por qué lo hizo?, sin detenerme lo empuje con fuerza, mientras que le gritaba.

- ¿Por qué lo hiciste?, debiste dejarme...

Ante el aturdido chico y las personas a mi alrededor, me levanté como pude, y salí corriendo en dirección contraria de la playa, aunque sentía mi pecho arder, y una tos que no se detenían, seguí corriendo con velocidad.

Con mis pies descalzos, en la cálida arena, seguí corriendo lejos de las miradas y los comentarios de las personas que pasaban hacía la playa. Mi ropa aún mojada, me dificultaba correr bien, pero debía escapar, y encontrar otra manera, no podía volver, no debía volver a ese infierno.

Me estaba acercando a la acera y vi que el trágico no había disminuido, así que seguí corriendo en esa dirección, sin mirar a mi alrededor, me dirigí imprudentemente hasta donde pasaban los autos sin detenerse.

Última oportunidad, debía suceder esta vez.

Antes de poder llegar a donde empezaba la acera una mano me tomó del brazo y me detuvo en mi maratón, tirando con fuerza de mí y tirando mi cuerpo hacia atrás. En el proceso tropecé y caí en la arena blanda sin causarme daño, aunque el golpe me hizo quedar aún más sin aliento cuando caí.

Busque aire desesperadamente para lograr respirar bien, y antes de darme cuenta un peso me ajusto en la arena, dos piernas a ambos lados de mi cuerpo mientras que su trasero se sentaba en mi estómago y unas manos tomaban las mías cuando intenté quitarlo de encima.

El chico de antes estaba sobre mi luchando contra mí, que intentaba levantarme de la arena.

-Cálmate...

Su grito no lograba llegar a mí, estaba desesperado por conseguir moverme que me olvidé por completo de donde me encontraba y seguí forcejeando con el chico moreno.

-Cálmate...

Había ganado, sus rodillas se apoyaron en mis brazos mientras que sus manos sujetaban las mías sobre la cabeza, y su rostro a centímetros del mío, respirando pesadamente, mientras que sus ojos color chocolate me miraban con tanto enojo que me hizo detenerme.

No lograría nada, él era más grande que yo, y me tenía fijado en el sitio sin dejarme mover, me sentía tan cansado luego de que la adrenalina se filtrara de mi cuerpo, así que me quede ahí mirándolo.

- ¿Qué crees que haces?

No le respondí al chico, realmente eso ni sonó como una pregunta, aunque no lo fuerza. Su voz era suave a pesar de que estaba muy enojado y agitado, su rostro se acercó aún más al mío y mi mirada lo detalló, con una piel tan limpia, aunque estaba lleno de arena y agua salada, su cabello no estaba largo, aunque era un poco más oscuro de lo que pensé ahora que el sol no le daba a su rostro, el chico era guapo, tenía unas cejas delgadas en un rostro ovalado y delgado.

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