3

1.1K 182 110
                                    

.

.

.

El lugar donde lo esperaba Zhan, era en definitiva hermoso.

Había tantos árboles tan frondosos y verdes, que se movían con gracia con la brisa de verano. Al mirar el puente donde su Gege estaba esperándolo recargando sus ante brazos sobre la estructura y viendo fijamente el agua clara que llevaba hojas y pétalos, no pudo evitar pensar que todo ese paisaje ante él era un sueño, una fantasía que deseaba guardar muy dentro de su mente.

Yibo había pasado una cantidad indefinida de veces por ese puente, pero mentiría si dijera que le había puesto atención aunque fuese una vez, pero a partir de ese día todo se volvería más colorido y más vivaz, pues el recuerdo de su Zhan-ge ahí parado, el tono claro del cielo, las flores y las verdes hojas de los árboles quedarían plasmados con mucho cariño en su memoria.

No tenía idea para qué lo había citado pero estaba dispuesto a escuchar lo que el mayor tuviera que decir.

Xiao Zhan le sonrió de manera casi celestial. ¿Cómo podía existir alguien tan perfecto como lo era Zhan-ge? Mejor aún... ¿Cómo podía alguien como Yibo tener la suerte de encontrarse con él en el planeta Tierra? Definitivamente en su vida pasada debió haber hecho algo muy bueno.

Para Yibo la regla de los tres segundos seguía siendo la mentira más grande que había escuchado en su existencia, no había forma que fuera verídica, sino ¿Cómo era posible que el estuviera ahí frente al supuesto Gege tímido y este no le apartara la mirada aun después del tiempo determinado?

– Hey... Viniste.

El rubor abarcó las mejillas de Yibo simplemente por escuchar su voz, internamente quería azotar su frente contra el concreto.

– Sí... ¿Porque no habría de hacerlo?

– No lo sé, tú dime. Me has estado evitando lo suficiente para hacer que tomara acción sobre ello.

Yibo se mordió el interior de su mejilla y la uña de su dedo pulgar se encajó continuamente sobre la piel de su mano, los nervios lo estaban consumiendo por completo.

– No sé a qué te refieres.

Su mirada se entretuvo en el cristalino líquido que corría bajo el puente, quizá esta misma lograra aclarar sus pensamientos.

Zhan dejó escapar sin querer un suspiro cargado de un sentimiento parecido a tristeza. Aguardó un momento aun esperando una respuesta. Entre abrió los labios y al segundo volvió a unirlos, tomándose el tiempo de meditar.

– Didi yo... ¿He hecho algo que te molestara?

Zhan supuso que era así, y aunque no tenía idea de qué era estaba dispuesto a pedir disculpas pues no podía soportar más ver a Yibo evitándolo.

Yibo encaró a Zhan arrepintiéndose rápidamente, el mayor no había hecho nada malo... Pero entre más lo pensaba menos sentido tenía, claro que había hecho algo, desde ese día en la pista de atletismo todo empezó a cambiar para Yibo.

¿Era realmente culpa de Zhan o de él?

– No... No es así.

– Entonces, ¿Por qué estas evitándome? Desde que nos conocemos jamás lo habías hecho, debe haber algo que hice o dije para que esté pasando.

El menor se relamió los labios y tragó saliva como respuesta al creciente nerviosismo.

– Tú no hiciste nada mal, Ge.

Three seconds || ZhanYi ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora