-Lamento mucho sus pérdidas señora y señorita Acosta.
El oficial Mason nuevamente estaba en nuestra casa, hablándonos sobre la muerte de Gastón. Se encontraba en la sala con nosotras dos y su otro acompañante.
Mi madre sollozaba, aún aturdida por los sucesos recientes, mientras que yo... bueno, trataba de no reír.
Estaba sentada en el sofá apoyando mis codos sobre las piernas tapando mi boca con mis manos y simulaba una cara de shock.
-No sé preocupe oficial, estaremos bien, es sin dudas impactante y duele pero... tal vez fue mejor que eso pasara.
-Estoy de acuerdo con usted, ya que lo que su difunto esposo hizo en mi opinión no tiene perdón.
-Tiene razón oficial, no lo tiene- finalmente hablo yo, captando su atención- que el haya muerto puede significar evitar posibles muertes de niñas. Pero aún así, la noticia es de verdad impactante.
Tapo mi cara con mis manos volviendo a mi anterior posición reprimiendo una risa, ¡Dios! ¿enserio tengo que tener tantas ganas de reír?
-Me gustaría preguntarles ¿si quisieran que se continúe una investigación sobre el asesino de su marido?. Aunque no hemos encontrado absolutamente nada concreto, la persona que lo hizo fue muy astuta.
El oficial estuvo en casa por un buen rato hablándonos sobre el caso, sobre sus sospechas, sus interrogaciones hacia el dueño del motel y su revisión a la cámara de vigilancia del motel. Finalmente le dijimos que no necesitábamos que siguiera con la investigación.
Luego de todo eso el se fue junto con su acompañante. Yo la verdad estaba estresada y tenía hambre..
-Bien, madre...¿qué haremos de comer?
-Deberiamos ir a la morgue. A reconocer el cuerpo.
-Oh, eso... primero la comida, después la morgue .-sentencio- mm.. ¿preparamos fideos con salsa?
-Esta bien.
Mi madre no se encontraba en posición de reclamar absolutamente nada y ella lo sabía a la perfección.
Fuimos a la cocina a preparar la comida ella puso a hervir los fideos y yo preparaba la salsa, antes cuando hacíamos esto solíamos hacer bromas y reír, ahora solo reinaba el silencio, tanto había cambiado todo en un solo día.
Mi madre se culpa por dentro, lo veo en su mirada, ella sola envenena su mente con pensamientos negativos, se que lucha con sus demonios internos yo ya no lo hago, los acepto y los abrazo como si de un amigo se tratase.
Estoy rota, me he quebrado como el cristal y ese es el problema, que cuando este se rompe te puede hacer sangrar.
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-Vivian
-¿Si?
-Tu... ¿le hiciste daño a tu madre? Por lo que se, ella va a terapia ya que sufre depresión, incluso intento suicidarse.
-No le hice daño, me quedé con ella hasta un tiempo después de mi cumpleaños número dieciocho y luego me fui de casa.- informo- Pero ella siempre se culpaba constantemente por lo ocurrido que cayó en depresión.
El doctor se mantiene en silencio al igual que yo, no tengo más que decir hoy.
Por más que me haya portado dura con mi madre, aún la quería, era imposible no quererla después de tantos años cuidándome.
-Dime Vivian, ¿que paso antes de que ellos te adoptaran?- me tensó- Solo escuche breves menciones por parte tuya, quiero saber exactamente qué paso.
-No quiero hablar sobre eso.
-¿por qué?
-Simplemente no quiero.
-Vivian...
-¡Dije que no!- grito y me pongo de pie como puedo- ¡váyase!
El doctor me mira sorprendido, nunca me comporto así de alterada al menos no con el, no de esta forma.
-Acaba de arruinar mi día, ¡Fuera!- me apegó en un rincón de la pared, mis ojos se cristalizan, mi garganta quema, mi cabeza duele.
Siempre que recuerdo ese acontecimiento me alteró demasiado y todos terminan viéndome débil, no quiero que me vean así, detesto que me vean así.
-Tu no eres débil... tu eres fuerte... sobreviviste a tanto, mucho dolor, tanta tristeza, ahora nadie te puede vencer, nadie debe vencerte.
Quiero gritar de tanto enojo y tristeza, pero me conformo con hacerlo en silencio mientras las lágrimas corren por mis mejillas.
-¡Hey!- Alzo la mirada y veo a mi amigo con rizos, Liam, que acaba de entrar a la habitación con el medicamento en sus manos.- ¿Estabas llorando?
Su expresión relajada cambia de un momento a una completamente confundida y preocupada.
-Estoy bien.
Mentira.
-No tienes que decirme todo lo que te pasa, ¿Sabes? Pero puedo hacerte compañía para levantar los ánimos ¿quieres?
Se inclina al lado mío, una leve sonrisa posa en sus labios y sus ojos no expresan lástima si no más bien comprensión.
Me acerco hacia el apoyando mi cabeza en sus hombros el se tensa un poco a mi acción, pero luego de unos segundos se va relajando.
-Quiero un abrazo...-Digo finalmente después de un largo silencio- Por favor.
-Esta bien- sus brazos me rodean en un cálido abrazo, el agradable olor a vainilla llega a mis fosas nasales, mientras una de sus manos acarician mi cabello, tal acción logra calmarme, Me hace sentir mejor, más aliviada.
-¿No quieres hablar?- Pregunta, a lo que yo solo niego con la cabeza- Esta bien.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, solo se que me quedé dormida luego de un largo rato.
-¿Qué está pasando aquí?- una voz resuena en la habitación sacandome de mi profundo sueño.
Algo me dice que estoy en algún lío, ¡Genial!
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Vivian(Pausada)
Mystery / Thriller¿Qué sucede cuando la ira se apodera de tu mente? ¿Qué pasa cuando el dolor inunda tu corazón? ¿Qué pasa cuando la oscuridad se apodera de tus sentidos y toma el control? solo te diré que no vuelves a ser la misma persona que antes. Ahora mis manos...