- Capítulo 6: Nuevas anécdotas -

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No podía dormir tranquilo sabiendo que no se encontraba en su propia casa. Era una de las primeras veces en donde dormía en otro lugar.

Se dió la vuelta y allí encontró a Midoriya dando vueltas sobre las cobijas en el suelo.

—¿No estás incómodo ahí? —Preguntó en voz alta.

—Oh.. sí, un poco. Pero me acostumbraré.

—No debes de dormir en el suelo, yo lo haré. Esta es tu casa, habitación y cama. Tú eres quien debe de dormir bien, no me agrada que me recibas en tu casa y debas pasar un mal rato —Mencionó levantándose. Teniendo cuidado al estar las luces apagadas.

Midoriya lo empujó de vuelta a la litera y se recostó a su lado.

—Si no te agrada que duerma en el suelo, y yo tampoco quiero que duermas allí, ¿Te parece si dormimos juntos aquí? —Preguntó.

Aunque al otro no le parecía buena idea porque sabía lo incómodo que iba a ser. No tuvo más remedio que aceptar, Izuku era demasiado terco como para permitirle dormir en el suelo.

—Bien...

Allí Midoriya se acomodó mejor y Todoroki le dió la espalda. No porque estuviera molesto, sino para bajar el nivel de tensión entre ambos.

A pesar de la incomodidad de Shōto al encontrarse en una litera ajena, le causaba una clase de tensión el no saber qué hacer en medio de su insomnio

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A pesar de la incomodidad de Shōto al encontrarse en una litera ajena, le causaba una clase de tensión el no saber qué hacer en medio de su insomnio.

Su teléfono quedó al otro lado de la habitación, por lo cual si se levantaba iba a despertar a Midoriya, quien dormía a su lado.

No estaba acostumbrado a la compañía. Al igual que el simple hecho de establecer una conversación con alguien le parecía complejo.

Midoriya se acomodó mejor en la litera, inconscientemente dentro de su profundo sueño, lanzó su brazo hacia el rostro del otro.

Eso hizo más incómodo el estado de Todoroki, quien se encontraba dándole la espalda.

El estómago de Shōto crujía por hambre, y parecía no parar de revolverse. La incomodidad le causaba nervios y hacía querer salir corriendo del acogedor lugar.

Midoriya acercó más su mano hacia el rostro del bicolor, ahora tocando su nariz.

Las mismas leves cosquillas que le causó le hicieron estornudar.

En ese momento Shōto quiso quitarse la cabeza, no iba a soportar la tensión que se formó luego. Ese estornudo pareció sacudir el edificio entero.

• Cura De Un Anhelo • | TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora