𝐒𝐄𝐄𝐒𝐀𝐖: Rebornplay.

U N I C O

"Como un sube y baja es repetitivo, estamos cansados del uno al otro; es momento de ponerle fin"

Cuando se conocieron todo era risas y diversión, un par de colegas que con el tiempo y el pasar juntos aventuras con otros tres, se vieron envueltos en un aura diferente a como comenzaron.

Ambos son tan diferentes, pero sin importar comenzaron un extraña relación, después de todo "polos opuestos se atraen", todo era relativamente normal en su forma de amarse estaban felices y tranquilos.
Fueron meses increíbles conociendo gente nueva, dejando atrás una vida de monotonía de parte de uno y el otro viviendo las aventuras que tanto buscaba para saciar su curiosidad, pero siempre juntos, felices de encontrar lo que buscaban en su vida, pero ¿en que momento se derrumbó?

¿Acaso esa primera pelea luego de meses fue el comienzo de muchas otras?, sus personalidades obstinadas y orgullosas no les permitían solucionar las cosas como debían, no había el diálogo del que estaban acostumbrados desde un principio, palabras hirientes y estruendos al aire; dañando quizás cuadros, paredes, cofres o algún otro objeto.

Al parecer ambos no se podían comprender.

Cansados de vivir en un inestable equilibrio parecido a aquel típico juego de niños, donde uno baja y el otro sube, condenados a vivirlo cada mes, día, quizás horas con la repetitiva situación que se manejaban.
Reborn y Auron, indecisos y cansados de ese juego que jugaban del poder salvar su relación, ambos sin saber como su conexión llegó a ser dañada, no había un punto de partida que dijera "Aquí fue donde empezó todo", no lo había.

El hombre de googles y extremidad de un metálico dorado, pensaba en su piso si durante el tiempo largo de relación pudo llegar a tratar de mala manera al más bajo, mientras que el contrario que caminaba por los alrededores del edificio improvisado de donde vivían, solo pensaba en que aunque sean diferentes querían llegar a ser igual.

Quizás había aún una esperanza de volver a ser como lo eran en un principio, volver a esas risas, donde tomar la mano del contrario causaba calidez y no parecer una forzada acción, pero ambos tenían muy presente que no lo lograrían, sabían que aunque le pusieran las mayores ganas no podrían, porque ya habían aceptado que aunque se arreglaran las cosas por un tiempo; regresarían a aquel sube y baja que esperaba paciente por que alguno de los dos bajara y dejar al otro caer.

Al unísono, en diferentes lugares soltaron un suspiro, sus mentes cansadas de darle vueltas a la situación los agobiaba. La noche llegó algo tortuosa para ambos, las otras tres personas del dominio dormían en parsimonia en sus pisos correspondientes, ellos estaban en el piso de aquel que portaba maquillaje, en una misma cama dándose la espalda.

Reborn miraba como God Cat y Don Gato, estaban durmiendo encima de los hornos, enrollados entre sus cuerpos para darse calor, tenia a su pareja, si aún podían llamarse así; a sus espaldas, el frío era evidente aún teniendo la calidez corporal de el más bajo a su lado, quería hablar pero no quería romper el corazón de auron y sabía que el contrario tampoco quería hacerlo con el suyo pero alguien debía poner fin a esto.
Auron solo miraba de soslayo a su compañero de cama y no pudo sentirse tan roto, algo dolía pero sabía que no había arreglo para aquel sentimiento roto.

—Reborn...—murmuró levantando su cuerpo y tomando una forma indú a la hora de sentarse

—mmh?—soltó un sonido de que continuará

—quiero...—se mordió el labio pensando sus palabras, pero aún así soltó algo diferente a lo que pensó—volveré a Karmaland

El silencio reino y un "si es tu decisión" fue lo último que escucho, no hubo palabras de ruego o una conversación más profunda acerca de lo dicho y como no le vio motivos de seguir con la conversación decidió hacerlo, quizás dejar su vida en aquel pueblo no fue la mejor de todas.
Por otro lado, el castaño aparentaba dormir hasta sentir que su acompañante de verdad se dejó caer en brazos de Morfeo, momento en el que mirando el techo de madera jugaba sin interés con los engranajes de su brazo metálico, y si quizás hacía de cuentas que todo lo vivido nunca pasó y lo mejor era dejar bajar a alguno de aquel juego que llamaban relación.

❛✧sᴇᴘᴀʀᴀᴅᴏʀ✧❜

El día llegó y el segundo más bajo ya estaba por regresar al pueblo donde vivió gran parte de su vida; con una sonrisa se iba despidiendo de cada uno, Perxas prometió visitarlo en algún momento, Momon y Axozer le desearon suerte en su viaje de regreso, pidiendo que no los olvidara, el rio negando y alegando que no podría olvidar a personas tan magnificas en su vida.
Por último aquel hombre de estilo steampunk, que esperaba por el después de casi no dirigirse la palabra por una larga semana; Reborn lo acompañaría hasta los límites de aquel lugar lejano, luego seguiría el por su cuenta. Haciendo un ademán con su mano como despedida, terminó caminando con el de brazo metálico, en un silencio cómodo pero a la vez incomodo, era extraño de explicar la situación después de todo era la última vez que se verían; si es que así lo quieran.

—así que oficialmente, terminamos—murmuro

"Si ya no hay amor, esto tiene que acabar hoy. Para que cada uno pueda seguir su camino"

—eso parece...—sus manos agarraron más fuerte las correas de su mochila—pero, quizás ¿podamos comenzar de nuevo?

"Espera, espera..."

—¿somos extraños?—pregunto curioso el de googles

"Ya llegue a la cima del sube y bajas"

—somos dos desconocidos que volverán a empezar—masculló, su mirada se dirigía al horizonte donde el día estaba en su máximo esplendor—

"Espera, espera..."

—en ese caso, Mucho gusto—su mano se extendió—Me dicen Reborn y ¿usted?

"Y todo está como cuando no estabas"

Y la suave risa del moreno lo hizo sonreír una última vez, porque si, era la última vez cada quien tomaría caminos diferentes; Él quedó en la cima del dichoso juego dejando bajar al chico de sudadera blanca y mechón naranjas, aquel que ya tenía en mente dirigirse de vuelta al que fue o es su hogar.

—Muy formal viejo, me agrada—tomo su mano y la estrecho—Me dicen Auron.

Era momento de tomar caminos diferentes, dejando bajar a uno de los dos primero. Ese fue el adiós de ambos uno que es para siempre.