PODRÍAS SER TÚ ♥[editando]

9. La traición anda cerca

Unos días más tarde la tranquilidad y armonía era quien reinaba el en instituto, hasta que como todo lo bueno… Algún día tiene que terminar.

Caminaba por el pasillo con un malestar terrible a la hora de ir a clases, y no era que algo como dolor de estómago, de cabeza o alguna otra parte del cuerpo. Era más bien como un mal presentimiento. Los pasillos se me hacían más largos al caminar entre ellos y mi ánimo estaba algo decaído.

Llegué un poco tarde a la asignatura de matemáticas., el profesor había empezado con su lección habitual y uno que otro le ponía atención solamente, la mayoría cuchicheaba de lo que harían en el próximo fin de semana y de cosas que no tenían que ver de la clase mientras el hombre escribía y explicaba las anotaciones en el pizarrón.

No había pasado ni media hora cuando la cátedra se vio interrumpida con un abrir salvaje de la puerta.

-¿Está aquí la señorita Philips?-  Habló dramáticamente la directora Rosenberg después de voltear a todos lados en mi búsqueda.

Me levanté suavemente como presa fácil. Todo el salón que anteriormente no paraba de hablar se quedó en silencio automático preguntándose qué era lo que ocurría, una vez ya parada al lado de la mujer; ella comenzó a deambular con firmeza y serenidad, lo cual me puso en estado de pánico.

-No sé si recuerdan que… Hace algunos días pregunté abiertamente acerca de quién había participado en una escapada a un pub muy cercano- habló con gravedad- Quisieron verme la cara, nadie decía ni una sola palabra… Pero saben muy bien que mis arenas se mueven lentamente. Esta joven,- continuó apuntándome con la mirada- fue reconocida por alguien y ahora tendrá que afrontar las consecuencias de haber desacatado una de las reglas más importantes que caracterizan al internado.

Tragué saliva sin poder tranquilizarme ni un poco o decir una palabra en mi defensa. La directora me miró de nuevo y ordenó que la siguiera hasta la dirección.

Si es que no se me había congelado la sangre todavía, estaba por hacerlo. Al caminar por los pasillos que nos dirigían a la dirección, iba con las manos sudorosas y con incertidumbre acerca de cuál sería el castigo que me impondrían… ¿Llamarían a mis padres? Me preguntaba todo el camino.

Al llegar a la oficina de la directora, ella se acomodó detrás de su escritorio y comenzó a hablar.

-Asura- inició haciendo énfasis en mi nombre y continuó- tienes una oportunidad solamente para decirme quienes más participaron en esa huida del colegio, y si lo haces… Serás exonerada del castigo que pienso ponerte. Fingiremos que fui severamente dura contigo por ser la primera vez que te vez envuelta en este tipo de actos delictivos… Pero si no me ayudas, el castigo será mucho peor.

Antes de poder contestarle una sola palabra contemplé las miles de posibilidades de que lo que me decía pudiera ser un poco de verdad y no solo me estuviera tomando el pelo. Y además, si llegara a ser cierto… ¿De qué dichoso castigo es del que me libraría? ¿Y cómo sobreviviría en la escuela al ser tachada como una soplona si es que los delataba?

-Nadie más- Contesté firmemente deseando no ser descubierta con tal mentira.

Dolores se desconcertó por no haber logrado su objetivo y comenzó a hablar.

-Presentí que dirías eso y respeto tu decisión. Una muy estúpida por cierto… Desde mañana te encargarás de la limpieza de todos los baños del internado, empezando por el mío y será hasta que confieses quién fue el autor de tal atrocidad que cumplirás con ese deber. Además, ya no dormirás en la división. Te irás a la torre aislada, ahora bien si no tienes nada más que decir puedes ir por tus cosas a la división para llevártelas a la torre.

La miré silenciosamente unos segundos y después pregunté- ¿Quién me ha delatado? ¿Puede decirme?

-No tengo por qué contestar eso…- dijo calculadoramente- Sin embargo, lo haré. No tengo idea de quién haya sido, me llegó muy temprano esta nota… Mírela por usted misma, se la puede llevar.- Dijo mientras la deslizaba por el escritorio y me encaminé hacia ella para tomarla.