The beast and HoSeok [Vhope Omegaverse]

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(Este será mí primer Lemmon si así Dios o el demonio lo quiere, deseenme suerte en esto)

Sus manos se hallaban al costado del cuerpo de su esposo. Podia apreciarlo de la misma manera que lo había echo aquella vez en su habitación del castillo. Los ojos de su dulce Omega poseían el mismo brillo de deseo que aquella vez y hasta podía jurar que en aquel instante se hallaba más deseoso que antes. Acarició con parsimonia la mejilla de su esposo, una vez más, subiendo la mano que antes había entrado por la remera de su pareja. Le fascinaba observar como su pareja disfrutaba de las suaves caricias que le brindaba con tanto amor.

Se pasó la lengua por sobre sus labios al ver cómo HoSeok apoyaba su rostro en su mano mirándolo directamente a los ojos.
Su Omega era el cielo y aquella noche se haría dueño de todo un paraíso.
Se acercó con lentitud quedando frente a frente hundiendo el pequeño lugar del colchón que estaba ocupando. Las cobijas cubrían la zona baja del cuerpo de HoSeok, dejándole solo la vista del cuerpo de su Omega, el cual aún mantenía puesta su ropa superior.

— ¿Estás seguro qué esto es lo que quieres Hobito? — preguntó sin dejar de admirarlo.

— Esto es lo que eh deseado desde el momento que ingresé en tu habitación del castillo — habló el Omega con voz suave y sumisa ante las palabras del Alfa.

— Te amo tanto Hobi, que tengo miedo — mencionó TaeHyung con cariño.

— ¿Miedo? ¿Miedo de qué? — preguntó el Omega sorprendiéndose por las palabras dichas por su Alfa.

— Tengo miedo de lastimarte en el proceso, tengo miedo de dejarme llevar, de permitir que mí lado animal tome el control y ya no pueda volver atrás — respondió con tristeza al recordar su pasado.

HoSeok lo observó con la misma tristeza del Alfa reflejada en sus ojos. Conocía el temor de su esposo, el dolor que su cuerpo experimentaba cada vez que sufría sus celos y como su lado animal lo dominaba por completo, eliminando así cualquier aspecto de su parte humana.

— Eso no pasará cariño, lo sé, confío en ti — lo alentó HoSeok brindándole aquella tranquilidad tan característica de el — sé que no me lastimarás, sé que cuidarás de mí como aquella primera noche — agregó.

TaeHyung se acercó un poco más hasta quedar tan cerca que pudo apoyar su frente con la de su esposo. Respiró de forma profunda y pudo sentir al mismo tiempo la respiración de su pareja. Él sabía que no lo lastimaría. Su Omega confiaba en él y no rompería aquella palabra.

Observó los labios de HoSeok, aquel pequeño lunar que adornaban su labio superior y que tan loco lo traía, no eran gruesos, pero tampoco eran finos; eran perfectos para su vista. Sus labios se acercaron lentamente hasta rozar los de su pareja en un toque suave y tortuoso. Una calidez incontrolable comenzó a surgir en su interior, indicándole que el deseo estaba surgiendo poco a poco. HoSeok humectó sus labios con su lengua luego de que TaeHyung se alejó solo un segundo, dándole un brillo especial gracias a su saliva.

Esta vez su boca atrapó la de pareja en un beso un poco más apasionado. Aquello sería su perdición y no le molestaría para nada perderse en su Omega.
Su mano viajó hasta la nuca de HoSeok atrayendolo más a él. Definitivamente amaba besarlo. Sus bocas encajaban a la perfección como diminutas piezas de rompecabezas, las cuales habían estado perdidas por mucho tiempo y alguien por fin había decidido unirlas de una buena vez. Delineó los labios del Omega con su lengua, sacándole un suave gemido a su pareja y luego volvió a besarlo mordiendo suavemente su labio inferior en busca de más placer.