Grace lidia con la muerte de su madre, mientras trata de no enamorarse de su nuevo vecino.
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«A veces perder, significa ganar».
La madre de Grace muere el mismo día en que su padre, aquel que nunca ha visto, aparece.
Su vida cambia al tener que m...
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Hoy es el primer partido de la temporada. Se han preparado mucho y los chicos se encuentran nerviosos. En especial Ashie, aunque se esmere por disimularlo.
Volteo a verlo.
—Te irá bien —Pongo una mano sobre su hombro—. Solo piensa en que ellos perderán al mejor jugador de hockey sino te elijen.
—Ya hablamos de esto, Gracie. No me interesa —Rueda los ojos.
Lo miro indignada.
—¿Cómo no va a interesarte jugar en las ligas mayores? O cómo sea que se llame.
La razón por la que está nervioso es porque vendrá un reclutador en busca de nuevos talentos. A diferencia de la última vez, el entrenador le pidió dar lo mejor de sí, pero él no quiere.
—Esfuérzate, por favor —le ruego.
Me mira frunciendo el ceño.
—Hazlo por tu hermanita.
Suelta un bufido, cansado.
—De acuerdo, lo haré —Vuelve a rodar los ojos—. Eres molesta cuando quieres, ¿sabes?
—Lo tomaré como un cumplido —Sonrío divertida.
Suelta una carcajada. El entrenador Losey lo llama, por lo que tengo que irme.
—No necesitas que te desee suerte porque lo harás fenomenal —Le doy un beso en la mejilla para después dirigirme donde Summer se encuentra sentada. Al mirarme alza una ceja.
—¿No tienes frío? ¿Quieres mi chaqueta?
—Podría asarme acá dentro —respondo a la vez que tomo asiento.
Estoy vestida como si fuera a viajar al Polo Norte en vez de ir a una pista de hockey. Todo porque papá no quiere que me resfríe. Mi sistema inmune está débil y cualquier cosa puede lastimarme.
—Solo me aseguraba.
Regreso la vista al frente para darme cuenta que el partido inició. Los Halcones contra Los Tigres, será una lucha interesante.
El juego empieza bien. Nuestro equipo anota el primer gol tomando ventaja.
—¡Así se hace, gatitos! ¡No se dejen intimidar! —anima a todo pulmón.
—¡Sum! —la reprendo—. Sé cortés con ellos.
La rubia me saca la lengua para después de cruzarse de brazos en fingida molestia. De pronto, el público abuchea y confundida, vuelvo mi mirada al frente para darme cuenta que el equipo contrario anotó un punto.
—¡No! —grito.
Summer se pone en pie, poniendo sus manos alrededor su boca e inhalando todo el aire que le es posible.
