Capitulo 14: Trecientos cuatro

24 3 1
                                    

  Roger estaba de pie frente a una celda de contención de grandes medias, mirando adentro de ella a través de un cristal a un felino de casi dos metros de largo, este estaba rugiendole y de tanto en cuanto golpeaba el vidrio.
   _ Sabes que si pudiera, te volvería humana otra vez... Y anhelo tanto poder decirte la verdad...
El felino se acostó en el suelo viendo fijamente a Roger, aun moviendo su cola.
   _ Si te digo la verdadera razón detrás de esto no me volverás a hablar en años...
  Los negros ojos del felino, casi humanos, miran hostilmente al hombre, mientras gruñian por lo bajo.
Se escuchó por lo lejos otros gruñidos, aullidos y golpes, que cesaron casi inmediatamente y fueron remplazados por gemidos de dolor. Una mujer vestida completamente de blanco se acercó a Roger y le habló:
   _ El 305 estaba intentando escapar, asi que activamos el sistema de electrochoques, señor Capitán.
   _ Está autorizado en situaciones de riesgo, asi que no es necesario consultarme, solo pongalo en el reporte.
   _ Por supuesto, con su permiso, me retiro.
   _  Puede irse.
  La mujer se va, y el felino salta al vidrio que lo separa de Roger, pero este no se rompe, asi que termina volviendo a uno de los rincones de la habitación.
   _ Tu vas a matarme de un infarto...
El felino gruñe agresivamente y se ovilla en el lugar.
   _ Supongo que vas a enojarte más todavía... Si, hubo un experimento más luego de tí, me sorprende que no la recuerdes... No tiene caso hablarte de eso ahora... Debo irme, calmate y te dejarán salir.
  El felino se levantó y arremetió una vez más contra el vidrio, que nuevamente no se vio afectado y rugió.
   _ Adiós Black._ Dijo Roger, y acto seguido se fue de la vista del felino.
Este comenzó a gruñir y a golpear las paredes, sus ojos titilan entre negro y amarillo, mientras golpea el vidrio. Unos minutos más tarde este se agota y se recuesta en el suelo, donde se duerme.
  Tiempo después, Black despierta en la misma celda de contención, se pone de pie y se despereza.
   _ Con que otro experimento... Hijo de puta..._ Murmura, y luego eleva el volumen de su voz_ ¡Se que hay un sistema de vigilancia! ¡Estoy conciente, dejenme salir!
El silencio llenó la habitación, pero unos momentos luego la pueta se abrió y un hombre apareció.
   _Puedes salir, te escoltaré a tu carpa.
   _ Se como llegar alli, no es necesario_ Dice Black.
   _ No es una pregunta.
   _ Bien.
Ambos caminaron en silencio hasta la carpa 0319, donde Black entró y encontró a Rose, durmiendo destapada en su cama, ella la cubrió con su campera y se fue a dormir.

Black Kurenai: La Guerra (Boceto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora