Ya habían pasado algunos meses, he recibido la noticia de que Susan dio a luz a su bebé, le puso por nombre Natsh.«Que nombre tan extraño» ; pensé.
—Pero... ¿De dónde Susan habrá sacado ese nombre Alexis?—cuestioné en un tono alto —. Cómo se le ocurre ponerle ese nombre tan feo y tan raro al bebé. ¡De dónde diablos será ese nombre!
—A mí no me parece feo —comentó Alexis moviendo la copa de vino que tenía en la mano —. Me parece perfecto, es un nombre elegante.
Lo miré fijamente con incredulidad. Negando con mi cabeza.
—No puedo creer —pronuncié cada palabra haciendo una pausa alternativa —. Pero que gusto tienen ustedes.
Se movió del sofá y se sentó a mi lado.
—Mi amor, si tenemos un hijo algún día quiero que se llame Natsh —comentó con ironía. Lo miré en la cara y no dije nada, sólo le mandé una señal con mis ojos de desaprobación.
Voltié mi cara, alcé mi cabeza con vista al techo y cerré mis ojos. De mi móvil salió un sonido de notificaciones, decidí ignorarlo.
—Juliet tienes una notificación —dijo Alexis.
—No me interesa —contesté —. Alexis me encuentro exhausta hicimos mucho ejercicio, trataré de hacer menos mañana.
Alexis negó con su cabeza y con sus dedos a la vez.
—No, conmigo empiezas, terminas y punto —se negó rotundamente.
—Me hace falta vivir en mi apartamento —extrañé mi apartamento. Me compuse a sentarme en forma recta.
—Juliet, te pregunté una y mil veces si de verdad querías cambiarte de apartamento, ahora no acepto un no —me dijo tajantemente.
Ignoré aquellas palabras y continué con mis ojos cerrados. Alexis y yo llevábamos unos meses viviendo juntos.
Ya en la noche cuando me encontraba en la ducha, Alexis se aproximó a mí para pasarme mi móvil ya que estaba recibiendo una llamada insistete.
—Juliet —pronunció —. Hace rato que un tal Jeremy está tratando de comunicarse contigo, te dejé el móvil arriba de la mesita.
Me sorprendí, mis ojos y mi boca se abrieron, no podía creer que al fin Jeremy se estaba tratando de comunicarse conmigo. Pero por irse y durar mucho tiempo sin comunicarse conmigo, lo dejé que siguiera llamando.
—No mi amor, las cosas no son cuando tú quieras, sino cuando yo quiera desgraciado —mascullé aún enfadada con él.
Continué tomando mi ducha. E ignoré en el baño el móvil. Salí del baño con una sonrisa de malicia. Alexis se quedó mirándome pensante. De lejos se me veía la cara de maldad y si que de verdad actuaba con malicia e incluso con Alexis de vez en cuando.
Veía a Alexis que intentaba decirme algo, se movía de un lado a otro pensante, abría la boca y no decía nada, él me conocía muy bien, podía percibir que la curiosidad le estaba calcomiendo el alma, cuando no aguantó la curiosidad abrió su boca para preguntar.
—¿Qué te sucede ahora? ¿Qué es lo que te acaban de decir? ¿Quién es ese Jeremy que tanto insistía en comunicarse contigo? —cuestionó Alexis.
—Te cuento luego —le respondí caminando hacia el closet —. Ese Jeremy no tiene importancia en este momento y además no le he cogido la llamada.
Tomé la ropa que dejé en una mesa pequeña pero Alexis se negó no quería que me pusiera nada.
—Ven aquí —haciendo una indicación con su dedo índice con un gesto de ven, sonrió lo más que pudo.
Pero yo no le hice caso, tenía que salir, mis abuelos me estaban esperando en Suiza, iba rumbo al aeropuerto, esa misma noche. Después que me vestí hablé. Vi la cara de Alexis desconcertado.
—Ya me vestí. Ven ayúdame con mi equipaje —mencioné.
Alexis se movió de la cama, me ayudó y me llevó al aeropuerto, antes de abordar decidí romper el hielo. Abracé a Alexis con todas mis fuerzas, él también hacía lo mismo.
—Te extrañaré mi vida —me susurró y me dio un beso en la mejilla.
Me aparté, dibujé una sonrisa y me despedí.
En Suiza...
Mis abuelos me esperaron con ansias en Suiza, tenía mucho tiempo que no los veía, estaba en la casa de ellos en la parte trasera mirando aquel lugar donde cuando niña solía jugar con Susan, Mery y Jeremy en aquel tiempo éramos unos inocentes, fue en Suiza donde los cuatro nos conocimos.
Mis abuelos se imaginaban lo que yo estaba pensado y se aproximaron a mí. Voltié mi rostro, les envíe una sonrisa y con mi mirada los seguí observando hasta que llegaron.
—Juliet ¿viniste a recordar viejos tiempos? —preguntó mi abuela muy contenta de tenerme allí.
—Sí, abuela —le respondí, abrazé a mi abuela y mi abuelo me envió una sonrisa —. Pero no vamos a hablar de eso.
—De por cierto Juliet —pronunció mi abuelo, yo me quedé observándolo —. Esta noche alguien viene a verte, es una sorpresa, no nos pregunte quién es.
—Queeeee... —dije emocionada —. En ese caso me quedo, tendré que aplazar mis planes que tenía para hoy.
—No te lo imaginas —comentó mi abuelo con elegancia y una sonrisa leve en su rostro —. Me retiro.
Mi abuelo se marchó y mi abuela también hizo lo mismo. Pero se devolvió a decirme algo.
—Juliet —me llamó, giré para poder verla —. Esta noche no estaré aquí, tu abuelo y yo venimos mañana.
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Mi Tentación
RomansEsta es una historia de Juliet una chica universitaria enamorada de su amigo Jeremy pero el está enamorado de otra persona en un viaje con su amiga Susan conoce a Alexis un chico que se enamora de ella y luego mantienen una relación sexual junto...