Capítulo 17

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Jeremy se apartó lentamente de mí. Miré a Susan y la ví mirándonos. Me sonrió.

—Sean claros chicos de lo que quieren —pronunció Susan.

—Estamos claros Susan —dije mirando a Susan —. Jeremy hace tiempo me dejó claro de que él y yo sólo podíamos ser amigos.

Jeremy asintió.

—Sin nada de resentimiento y sin nada de odio —afirmó Jeremy.

—Pero yo creo que... pausó —. Mejor me guardo las palabras.

—¿Y Natsh dónde está? —preguntó Jeremy.

—Está con su niñera —respondió Susan.

—A la loca de tu amiga no le agrada el nombre de tu bebé — le dijo a Susan apuntándome con el dedo mientras miraba a Susan.

Susan sonrió.

—Se acostúmbrará —mencionó —. Oigan tenemos un asunto pendiente ¿lo recuerdan?

—¿Cuál? —espeté.

Susan nos miraba a ambos alternando su mirada de uno al otro, mientras pensaba.

—Hablaremos ese asunto después sin embargo... —pausó —. Creo que podemos salir hoy, quiero aprovechar antes de que se reinicie las clases de la universidad.

—Susan acuérdate de tu bebé —le recalqué —. Además estoy ansiosa porque las clases se reinicen, ufff Susan tendremos nuevos profesores y están buenísimo, las chicas no para de comentar eso.

Jeremy volteó a verme con una ceja alzada. Luego miró a Susan, esta se percató de su reacción mirándolo para cuestionarlo.

—¿Qué te sucede Jeremy?

—Nada Susan.

—¿Volverás a retomar a las clases? —preguntó Susan a Jeremy.

—Sí, volveré —respiró —. De hecho le di continuidad en Suiza ya pedí traslado.

—Que bueno, creo que ustedes podrían volver a tomar clases de nuevo —pronunció Susan.

—De hecho sí —afirmó.

—Yo no quiero —comenté.

Jeremy me miró perplejo, Susan estaba confundida. Jeremy volteó su cara lentamente hacia mí.

—¿Por qué?

—Porque no.

—Juliet tú estás extraña y no quieres decirme que es lo que te sucede, me evitas constantemente, antes solías salir en todo momento —aclaró.

—Las personas cambian o el tiempo las cambia —comenté.

Volteó su rostro y miraba hacia el piso.

—¿Sabes qué hice después qué tú te fuiste? Me fui a vivir con un hombre —confesé, Jeremy volteó su rostro confundido echándose para alante.

—¿Vives con un hombre? Por que no me dijiste antes.

—Porque no.

—¿Sabes lo qué eso significa? —pausó.

No dije nada, ni él tampoco. —Susan continuaba observándonos mientras hablábamos. Continuamos conversando sobre lo que hice meses atrás y él también. No aceptamos la sugerencia de Susan, nos quedamos ahí. Je remy me había dicho que se quedaría en mi apartamento, no se lo negué, le dije que después buscaré mis maletas.

Para mí a pesar de todo se me era difícil olvidarme de Jeremy, son de estos amores que se te clavan en la piel muy profundamente. Cenamos con Susan, cargamos al bebé Natsh, conversábamos una vez más. Yo me fuí primero que Jeremy como en eso de las 10. Cuando me monté en el auto, vi mi móvil allí tirado, lo revisé pensando que talvez Alexis me había dejado un mensaje o me habría llamado pero no era así. Coloqué el móvil donde estaba antes de tomarlo y puse el auto en marcha.

Llegué al apartamento tirando las llaves al piso, escuché la televisión prendida, Alexis todavía estaba viendo televisión entré donde él estaba y sólo me envió una sonrisa, rodée mis ojos marchando a mí habitación, me acosté y cerré mis ojos.

Unas manos sobre mi cuerpo me despertaron, eran las suaves caricias de Alexis mientras me besaba con amor y ternura, iba quitándome la ropa lentamente, eso me ponía más excitante, se colocó de lado frente a mí colp cando una de mis piernas sobre él, entró lentamente su pene en mi vagina mientras escuchaba sus sollozos de placer , yo eché mi cabeza para atrás ladeando como loca, continuó penetrándome en una velocidad un poco más elevada, quedando ambos entre gemidos y gritos de placer, disfrutando del sexo.

Al siguiente día...

Alexis no se encontraba, ya se había ido a trabajar, pasé el día recordando la noche, de verdad que sí me hacía falta su calor, sus besos, sus caricias y sus palabras. Decidí preparle un pie de limón, era su preferido. Comía como una bestia. Le decía bestia por glotón y por ser tan gritón en la cama, a la hora del sexo se escuchaba más la boca de él que la mía. Él era de mente abierta, culta, inteligente y una persona sin tabúes.

Me encantaba por eso lo elegí como mi pareja aunque no lo amaba, ya para mí el amor no tenía impotencia, me decidí a vivir mi vida y ya.

Cuando el pie estuvo listo, le mandé fotos a su whatsapp, me amenazó si me atreviera a partirlo sin él. Entonces decidí preparar otro. Llegó al apartamento como en eso de las 5 de la tarde, había ido a comprar cosas para la casa. Lo primero que hizo fue comer del pie que preparé, el otro lo dejé en el horno.

—Mi amor para mañana prepárame una tarta de chocolate —me pidió Alexis.

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