Después de haber llegado a mi apartamento tomé la decisión de tomar una ducha, Jeremy se había inmiscuido conmigo adentro. Sabía hacia donde iba dirigido todo eso. Después de estar bien asiados dentro del agua Jeremy me tomó desprevenida por detrás. Quedamos apretados y sentía la respiración de Jeremy en mi cuello.—Mmmmm... Que rico sentirte así pegada a mí —besó mi cuello, sentí que me estaba subiendo la biribulina—. Por mí lo haría aquí pero tengo miedo de tener un accidente.
Le di una palmada alrededor de su cintura con intención de que se moviera.
—Vamos, despégate.
—¿Entonces? Lo haremos en el balcón.
En seguida se activó mi campana de alerta. De ningún modo lo permitiría podían vernos.
—¿Estás loco? Nos podrían ver. La vecina del otro edificio me llamó la atención por eso —le reclamé—. Me ha dicho que la próxima vez me demandará. Además allí viven niños y no se vería bien.
—¿Qué hace esa loca observándonos? ¿Acaso no tiene marido esa maniática? Dios mío las cosa que tiene uno que escuchar. Además ni sabíamos de la existencia de esa mujer. Creo que deberíamos de comprar una casa para ambos, así podríamos tener sexo en cualquier lugar. Pero sobre todo al aire libre.
—Me gusta vivir en lo alto y lo sabes —le recordé, Jeremy se apartó de mí—. Aceptaré vivir en una casa contigo al menos que lo crea conveniente.
Nos movimos de ahí, procedimos a secarnos para luego llegar a la cama. Cuando Jeremy estaba encima de mí, sonrió de repente y estalló en risas, luego desvió su cabeza hacia el balcón. Y en seguida entendí a que él se refería.
—Cuidado con lo que se te ocurra —le advertí.
—Yooo.... Cuidado ella —volvió a colocar su mirada en mí—. La gente amargada sólo busca excusas para molestar al otro.
—La vecina tiene razón —le repetí lo que le había advertido anteriormente.
Rodó los ojos.
Se inclinó hacia mí uniéndo nuestros labios en un beso apasionado y rápido. Lentamente fue rodando sus labios sobre mi piel hasta llegar al hombre, allí paró y volvió a incorporarse como estaba anteriormente entrando su miembro de una estocada. Al primer instante gemí y el se quedó inmóvil.
—¿Dejaste de ser llorona?
Su pregunta me sorprendió, justamente en ese momento salió con eso.
—¿Paraste para hacerme ese tipo de pregunta idiota? —le recriminé incómoda—. Te voy a matar.
Se rió.
—Descuida hay de Jeremy para todo el rato.
Volvió a moverse dentro de mí, uniéndo nuestro sexo para disfrutar de lo mejor que había en la vida. Al terminar después de un buen rato Jeremy quedaba dormido. Deslicé mis manos para tomar mi móvil y vi un mensaje de Claudia. Leí rápidamente lo que mi amiga me había escrito, y accedí a su petición.
Claudia al parecer estaba un poco preocupada y avancé hacia el lugar donde estaba ella. Y le llevé lo que me había pedido.
—¿Qué sucede Claudia? ¿Tadeo se encuentra aquí? —le pregunté porque supuse de que era así y le extendí en una bolsa lo que ella me había pedido.
Tomó lo que le había llevado. Observaba por todos lados y entró al baño de mujeres. Yo la seguí hacia adentro y continuamos conversando.
—Sí, Juliet —me afirmó, sonreí—. Tú sabes muy bien lo que Tadeo significa para mí, y no puedo permitir de que él me vea con alguien. Porque o sino no me volvería a mirar.
—¿Se puede saber cuál es el problema principal de ustedes? —cuestioné mientras Claudia se volvía a vestir con la ropa que yo le había traído—. Me puedes decir lo que sea. ¿Supo de alguna infidelidad?
—Chismes de su actual novia. Esa arpía supo algo de mí y fue a decírselo a él. Tadeo nunca me había aclarado sobre que fue lo que ella le había dicho. Simplemente dijo de que era mejor terminar porque unas cosas que estaba ocurriendo. Luego la arpía un día tuvo el descaro de decirme la verdad.
—Wow Claudia. Analizando tu caso Jeremy tiene razón.
—¡Juliet! ¡Te estás convirtiendo como Jeremy! —gritó Claudia, centre mis ojos en sinónimo de paciencia—. ¡No lo puedo creer!
—Ridícula.
Después de ahí fue puro bla bla bla, hasta que terminó de vestir y se colocó una peluca, lentes... Al salir de la plaza justamente nos topamos con Jeremy que venía frente a nosotras con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Qué hace Jeremy aquí! —exclamó Claudia.
—No lo puedo cree —dije sorprendida.
—¿Por qué le dijiste Juliet? —me reclamó Claudia.
—Yo no le dije —me defendí—. No entiendo como llegó aquí.
Continuamos avanzando hasta quedar frente a Jeremy.
—¡Claudia! ¿Y ese disfraz? —se rió Jeremy.
—Cállate —masculló Claudia—. ¿Viniste a burlarte de mí?
—Es que tú eres... ¿Cuernuda? Te sorprendería si te dijera lo que sé. Y cambiando de tema, vine aquí porque revise el móvil de Juliet ví tu mensaje y me pareció interesante llegar hasta acá.
—¡Juliet! ¿Le has dado tu clave a Jeremy? No lo puedo creer —se expresó Claudia.
—Deja de lamentarte y sal de aquí —le sugirió Jeremy tomándola del brazo.
Salimos de ahí y nos montamos en mi auto, dejamos a Claudia frente a su casa, a ella se pasó todo el camino reclamándome, yo la ignoraba y la dejaba peleando sola.
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Mi Tentación
RomanceEsta es una historia de Juliet una chica universitaria enamorada de su amigo Jeremy pero el está enamorado de otra persona en un viaje con su amiga Susan conoce a Alexis un chico que se enamora de ella y luego mantienen una relación sexual junto...