Love Foolish // MinSung

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JiSung suspiró.

Le dolía la espalda, los ojos le ardían, tenía demasiado sueño y un bostezo involuntario abandonó sus labios, estaba muy cansado y tenía muchas ganas de dormir.

Apartó la vista de sus apuntes de historia y se estiró en la silla, escuchando como los huesos de su espalda sonaban, lo cual hizo que apareciera una mueca en su rostro, odiaba ese sonido. Sabe que MinHo tiene el mal hábito de hacer sonar los huesos de sus dedos y eso lo estresa demasiado, si el alfa trataba de hacer eso frente a él, se llevaría un regaño de su parte.

Para su sorpresa, estaba muy confundido, creyó que el capricho se le pasaría después de que pasaron su celo juntos, pero no, eso no ocurrió y lo frustraba el hecho de que no ha dejado de pensar en otra cosa que no fuera Lee.

A pesar de que se ha acostado con otras personas (cuatro si hablamos de cifras específicas), debe admitir que MinHo tiene algo especial, porque lo dejó con ganas de volver a estar juntos. No recuerda haber ansiado con tal locura que unas manos recorrieran su cuerpo, no recuerda haber tenido la necesidad de querer besar mucha intensidad a otra persona como le sucedía con el más alto.

Lo pasaron bien, no puede negar, fue como siempre pensó que sería: extremadamente apasionado y satisfactorio. Se preocupó de hacerlo sentir cómodo, lo acarició con mucha suavidad y le hizo compañía hasta que se durmió, quedarse dormido mientras sentía esas tiernas caricias en su cabello fueron lo mejor que le pasó en mucho tiempo. Cuando despertó, el alfa lo sorprendió ya que le dio una caja de supresores y le preguntó si había sido muy brusco o si estaba adolorido, hubo una preocupación que incluso parecía ser auténtica.

MinHo lo había dejado satisfecho como nadie, por eso quería más, lo quería solo para él. Su lobo aullaba feliz de solo pensar en ello y gruñía al imaginar a Lee con otro omega, ciertamente a su lado humano también le dejaba un mal sabor en la boca al pensar en el alfa con otra persona que no fuera él.

No habían compartido muchas palabras después de eso. JiSung despertó ese día y vio que MinHo le había comprado supresores, el alfa se fue a su casa cuando SeungMin apareció en el hogar de Han, informando que pasaría la noche ahí para cuidar de Sung y también para que este no estuviera solo en lo que sus padres llegaban. En la escuela no intercambiaban palabra alguna, esto se debía a que MinHo no quería que sus compañeros iniciaran una serie de rumores malintencionados que después podrían llegar a la oídos de HeeBin, aunque claro, el omega no ponía mucho de su parte porque se pasaba gran parte del día buscando a Lee con la mirada.

Volvió a suspirar.

No se atrevía a decir que le gustaba MinHo, a pesar de que tenía su atención como ningún otro alfa la tuvo y se sentía realmente bien con una simple mirada de su parte, se sentía cómodo y trataba de hacer todo lo posible para estar cerca de Lee, no se atrevía a cruzar esa línea, una cosa era aceptar que le atraía y otra era decir que le gustaba.

No estaba dispuesto a aceptar eso, se empeñaría en mentirle a su lobo, a su mente y a su corazón de que solo era atracción y tensión sexual, aunque esta última ya la rompieron, ambos creyeron que con una noche juntos sería suficiente para mitigar su atracción, pero no, esta seguía ahí, más fuerte que nunca.

MinHo tenía algo distinto, nunca antes había estado tan enganchado de un alfa como lo estaba ahora, desde el primer día logró apoderarse de sus pensamientos y últimamente no dejaba de comprarlo con un conejo. Lee MinHo logró lo que muchas ansiaban obtener: la atención de Han JiSung.

Se restregó los ojos.

Centró su mirada en sus apuntes de historia y cuando decidió tomar un descanso de cinco minutos para dejar que su cerebro se relajara un poco debido a que lo estresaba de sobremanera aprenderse tantas fechas, las luces de la casa se apagaron, dejando todo el lugar a oscuras con un silencio aterrador.