Prefacio

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Era la noche del eclipse, faltaban pocos minutos para que este comenzara y eso apresuraba los pasos de Abigail. Caminaba bajo la luz de la luna en un bosque cubierto por la espesa bruma que se ocupaba de ocultar su rastro. Llevaba varios minutos caminando y empezaba a fatigarse; le daba curiosidad mirar atrás para comprobar si la casa ya no se veía, sin embargo, un estruendoso "NO MIRES ATRÁS" le recordó la promesa que le había hecho, 

no importa lo que pase, no miraré atrás, ya he aguantado media hora, puedo esperar media más

Y así, la chica siguió caminando. Poco tiempo después, a lo lejos, logró divisar la pequeña colina, y el árbol en ella; incluso pudo ver la silueta del hombre que esperaba por ella junto al árbol. Abigail apresuró el paso, pero al llegar al pie de la colina un escalofrío le recorrió el cuerpo, el anillo esmeralda centelleó en su cuello y supo enseguida de quién se trataba. Un aire helado y potente hizo desaparecer la bruma a su alrededor, pero la chica se quedó perpleja cuando el hombre apareció frente a ella ¿Cómo era posible? ¿Por qué entonces el anillo había brillado? Y lo que más le preocupó ¿Por qué Él estaba ahí? 

I. La Mansión.  Saga: A la Sombra de lo Invisible [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora