-Bueno, bueno ya que estamos dando regalos los niños te trajeron algo eso sí, lo escogieron ellos- Morgan me guiña un ojo y se vuelve a sus hijos- Mari Pau y Caleb traigan el regalo de su tía.
-Si mamá- dice la pequeña Mari Pau y salen disparados para la cochera. Cuando regresan los 2 tienen cara de picarones no pueden contener la alegría, entre ellos cargan una caja del tamaño de una sandía, que será lo me darán.
-¡Sorpresa!- gritan al unísono.
-¿Qué es?- o Señor, que pregunta más tonta, vuelvo a verlos y ninguno habla, claro si me dicen no es sorpresa.
-Ábrelo hermanita – dice Morgan en un tono de como si la sorpresa no me fuera a gustar mucho. Rasgo el envoltorio, abro la caja, quito la seda que cubre mi sorpresa y ahí se encuentra un hermoso vestido de encaje color rojo, es bello pero no comprendo como 2 niños de 7 y 5 años pueden comprarme algo así.
Abro a mis sobrinos les dijo que me encanto y gracias, al rato se van y me vuelvo a una picara Morgan.
-Es hermoso pero, no creo que llegue a usar algo tan… tan- ok estoy tarmudeando, el vestido es demasiado eh, mmm, bueno como decirlo no yo.
-Bueno, creo que pronto encontrarás alguna ocasión especial para usarlo- se va y me guiña un ojo. Oh no, no, no mi hermana está más loca que una cabra si piensa que saldré con un chico vestida así, es demasiado sexy y yo no soy eso.
Después de una animada charla me organizan un improvisado desayuno que consiste en gallo pinto (arroz, frijoles y olores), salchichón, huevo y jugo de naranja; mi favorito, cuando me vaya extrañare desayunar con mi familia. Seguimos hablado entre bocado y bocado, cuando son las 11 a.m., mi madre habla.
-Madi, ve a bañarte tienes que estar en el aeropuerto a las 6 p.m.- siempre puntal.
-Si ya subo- recojo mis platos, los dejo en el fregadero, recojo el vestido, me despido y voy hacia mi habitación pero, esta vez me fijo que no haya nada en las escaleras; me alegra saber cuánto me quiere mi familia.
Cuando entro al cuarto hay una caja encima de la cama, pongo el vestido en el escritorio que está al lado de la puerta, cierro esta, me siento en la cama y abro la caja. En ella hay una laptop rosa y una tarjeta que dice: “Para nuestra princesa de Mamá y Papá”, en ese momento la vista se me nubla por las lágrimas, a pesar de que tienen 16 años de separados cuando se trata de Max y yo siempre están unidos, que mierda ya hasta mocos me salen.
Bueno, bueno Madi nos más lagrimas- dijo en voz alta- antes de hundirme otra vez en un mar de llanto, busco la ropa que me voy a poner para el viaje y salgo para el baño y si comparto baño con el odioso de Max que es un cerdo completo, una vez hasta me tocó ver los sobrinos que salieron de él porque no le dio la gana jalar la cadena del escusado, wuacala.
Entro en el baño, cierro la puerta, pongo mi ropa en una mesita, pongo música, comienzo a desvestirme y entro en la ducha.
Cuando estoy por coger el shampoo suena la canción Burn de Ellie Goulding, salgo para ponerle volumen y pongo el shampoo en cabello.
We, we dont have to worry bout nothing
Cause we got the fire,
and we're burning one hell of a something...
They, they gonna see us from outer space, outer space
Light it up, like we're the stars of the human race, human race
When the lights turned down,
they dont know what they heard
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Los 7 pecados capitales y yo (Pausada)
Chick-LitHola soy Madison Vega, tengo 21 años y acabo de mudarme a Holanda, para ser más específica a Ámsterdam la ciudad del pecado para algunos; me mude por que gane una beca en el Gerrit Rietueld Academie para terminar mi carrera de diseño.Se suponía que...