Kowai... | [KageHina] | [One-Shot]

Capítulo Único.

La noche regresaba como siempre, y nada podía detenerla.

Hinata nuevamente se escondía debajo de las sábanas intentando mantener la calma, ahora que era un estudiante hecho y derecho, no podía darse el lujo de confesar que aún guardaba miedo a algo tan estúpido.

La oscuridad.

Odia cuando las luces son apagadas, cuando se encuentra en medio de la nada y cuando está completamente solo. Simplemente odia la oscuridad, siempre representó los peores momentos de su vida, incluyendo al de ahora.

Se encontraba solo en casa, ni su madre o hermana estaban en su hogar para acudir a ellas, una fuerte tormenta se produjo de repente y la electricidad se había ido.

No podía dejar de temblar bajo el calor de sus sabanas.

Mierda, no puedo dormir.

El miedo neutralizó su cabeza, si no concilian el sueño, mañana sería un día terrible en el club, no quería dejar de entrenar.

Un trueno resonó.

Hinata, ante la sorpresa, gritó y se escondió debajo de las sábanas.

...

Al día siguiente...

Una tarde del club como cualquier otra, el equipo de voleibol del Karasuno entrenaban fuertemente saques, bloqueos y colocaciones, siendo Asahi, Tsukishima y Kageyama los más aplicados en las tres respectivamente.

Los saques de Asahi cada vez más poderosos, los bloqueos de Tsukishima más precisos y las colocaciones de Kageyama más perfectas.

Lamentablemente, hoy no era el día para nuestra querida naranja.

— ¡Ahg! ¡Pon más atención! ¡Hinata boke! — reclamó Kageyama ante las claras falencias de la pequeña naranja del Karasuno.

La cabeza de Hinata tambaleaba de un lado a otro, las palabras de Kageyama no le eran importantes cuando tenía asuntos más importantes que resolver.

Un asunto llamado insomnio.

Tengo que arreglar esta situación, empeorar en los entrenamientos es lo menos que quiero ahora que estamos a dos semanas de las nacionales, definitivamente debemos ganar las nacionales, no me puedo permitir flaquear ahora, tengo que rematar todos los balones que Kageyama coloque para mi, si no va a enojarse mucho, necesito-

— ¡Hinata! — el llamado del colocador del Karasuno lo sacó de su trance.

¡Mierda!

— Si te sientes cansado vete, solo estás estorbando en el entrenamiento de los demás — Shoyo quedó impactado, las palabras de Tobio fueron muy duras.

— ¡Bakayama, no sabes nada! — y realmente no deseaba que lo supiera, sería demasiado humillante, y estaba muy cansado, pero no se dejaría ante el más alto.

— Precisamente porque no sé nada debes hacer algo, no debes fallar en los siguientes partidos, sería muy malo para ti y para el equipo — aquellas palabras le sorprendieron de cierta manera que una pregunta surgió en su mente.

— ¿Estás preocupado por mi entrenamiento? — preguntó en voz alta, las mejillas del colocador se tornaron rojas por un momento.

— ¡Cállate! ¡Hinata boke! — respondió Tobio.

— ¿Eh? ¡Tu cállate Bakayama! — se enderezó y tambaleó ante su repentino movimiento contra el más alto, alzó sus brazos en señal de reclamo — Aprende a admitir tus sentimientos, Baka-