18. Mother

112 16 0
                                    


Después de mucho pensar, Yoongi terminó por ceder, y llamó a Youna algunos días antes de la fiesta. Le pidió que avisara de antemano a Seokjin, y se vistió lo mejor que pudo. Entró en la casa de su viejo amigo con la mano alrededor de la cintura de la joven, que le sacaba casi una cabeza de altura. Era abrumador estar allí, en un edificio que tenía tanto y tan poco de Seokjin al mismo tiempo.

Seokjin se quedó mirándolo, y debió darse cuenta de que estaba más pálido, más ojeroso, más delgado, con el cabello más oscuro...Le sonrió amablemente. Se alegraba de verlo, era algo así como una prueba de fuego para él. No había dejado de pensar en Yoongi durante todos aquellos meses, tampoco se había quitado el colgante. Pero ellos dos ya no eran nada y, aunque lo hubieran sido, no podían ya hablar de ello.

Recordó al chico de cabello blanco que fumaba en las escaleras la primera vez que lo vio, que había titubeado al hablarle, intimidado quizá por su belleza. Seokjin no podía haber imaginado que su historia terminaría así, como en un epílogo de amantes que tenían que fingir, con un nudo en la garganta, que nunca lo habían sido.

Todo era una farsa vestida de oro y bonitos colores. Él, tomado del brazo de Iseul, Yoongi, aferrado a la fina cintura de Youna... Había mucha comida dispuesta en las mesas, pero no tenía hambre. Quería evitar mirar a Yoongi, pero veía el cebo de plata, colgado de su cuello, al bajar los ojos, y no había mucha diferencia entre ambas sensaciones.

Terminaron por encontrarse algunas horas después, junto al marco de la ventana. Yoongi se había agobiado y estaba fumando, viendo el humo deshacerse contra el cielo nocturno de Seúl, igual que la última vez que se vieron.

-¿Cómo has estado?

Yoongi se encogió de hombros, evitando su mirada.

-El recital de verano...Salió todo bien, ¿verdad? Pensé en ir a verte, pero creí que solo serviría para desconcentrarte...

-Estuvo bien-respondió Yoongi-. Voy a pasar limpio a segundo año; tengo muy buenas notas...

Seokjin sonrió, con una mezcla de nostalgia y orgullo.

-No puedo decir que me sorprenda.

-Salí de fiesta esa noche, y me encontré con Youna-dijo Yoongi, bajando la voz, después de una pausa-. Ella me contó que tu mujer estaba preocupada por ti. No sabía si debía venir o no, pero pensé que...yo también he estado triste...Te echo de menos todos los días, pero sigo adelante...No deberías abandonarte, Seokjin...

-Ya no tengo nada por lo que merezca la pena vivir...-suspiró el mayor, resignado.

Yoongi se volvió hacia él, apoyado todavía en la ventana:

-Sí que lo tienes. Tienes a Jungkook, tienes a Taehyung. Me tienes a mí. No estoy para ti, ya no puedes hablarme, y deberíamos dejarnos ir. Es cierto, pero también lo es que te quiero, y puedes pensar en eso si te da fuerzas de algún tipo. Hazme caso, estudia interpretación. Un curso, cualquier otra cosa. Aunque sea como un hobby, como un escape...Te lo he dicho tantas veces...vales muchísimo, y si te lo creyeras ni siquiera tendrías que apoyarte en mí...Ojalá fuera como Namjoon, ojalá pudiera lograr con mis palabras que entraras en razón, que te vieras como te he visto yo casi desde el día que te conocí. Pero solo soy yo, Yoongi...Y supongo que no puedes fiarte del todo del punto de vista de alguien que sigue tan enamorado de ti como siempre, que no puede ser parcial en lo que respecta a ti...

-Lo siento...Ojalá fuera más fácil...-Seokjin iba a decir cuanto le hubiera gustado ser como su hermano menor, haberse atrevido a huir con Yoongi, haber sentido antes que entendido...se quedó callado, porque sabía que su antiguo amor le hubiera reprochado sus palabras.

Losers (MY+KSJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora