Hotel Harley, Miami.
Pov. Omnisciente.
Austin no podía parar de llorar después de escuchar las duras palabras de Alex, mientras él se mantenía regio tratando de no romper en llanto también.
—Alex, escúchame... ¡Si esto es porque fui muy duro contigo yo pued... —Alex no lo dejó terminar.
—No, no es por eso, Austin... ¡No es tu culpa! Es solo que... —No sabía que más decir.
—¡Es solo que hay alguien más! ¿No es así? ¿Te aburriste de mi? —Asumió Aus.
—No te lo tomes así... ¡Mi intención nunca fue lastimarte! —Se disculpó mientras el corazón se le hacía trizas.
—Eso debiste haberlo pensado antes de ilusionarme en la mañana... ¡Alexis, yo aún te amo! Siempre lo he hecho... —Se sinceró sin poder contener las lágrimas—. ¡Por favor, no terminemos así! —Imploró.
Un compañero de trabajo de Alex salió justo en ese momento y él decidió cortar para siempre con cualquier esperanza.
—¡Lo lamento, pero tengo que irme! Sé que no llegamos a cenar, pero no te preocupes... ¡Yo pagaré la cuenta! —Ante la mirada dolorosa de Austin, Alexis se levantó para alcanzar a su colega y trató de conversarle de manera coqueta para que Aus sobre entendiera que era su interés amoroso.
Austin se quedó perplejo por un par de segundos antes de hundir su rostro en sus manos y soltarse a llorar como nunca, tenía el corazón partido en dos.
Mansión Shannel, Miami.
Después de dejar a Mel en su habitación para que descansara, Blake optó por darse un baño para quitarse el sudor de su cuerpo.
Buscó una toalla después de quitarse la camisa y se la colocó sobre el hombro para dirigirse a la ducha. Al llegar a la entrada dejó caer sobre el suelo las prendas que cubrían su intimidad y colocó la toalla en el lugar correspondiente.
Abrió la llave nivelando la temperatura del agua para que fuese satisfactoriamente tibia y se adentró en la caída de esta. Parecía estar algo estresado y cansado, se frotó el rostro con las manos, acariciando su barba perfecta.
Tomó un poco de jabón y comenzó a tallar su cuerpo con una mano y los ojos cerrados mientras con la otra se sostenía de la pared de baño. La sensación cálida que causaba el agua al recorrer su cuerpo comenzó a relajarlo.
Por su mente comenzaron a correr ráfagas de imágenes en donde ella aparecía, con su cabello sedoso y largo, sonriendo con los labios apretados y un rostro de maldad. Se imaginaba a si mismo recorriendo esas largas piernas con sus manos hasta llegar a su punto de placer y casi podía escucharla gemir cuando comenzaba a introducir sus dedos dentro de su ropa interior.
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La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ]
RomanceAlana es seductora y peligrosa, no conoce límites, está decidida a destruir a cada hombre que se interponga en su camino. Ella buscará la venganza en contra de aquel que en realidad la hizo sufrir en cada rostro masculino que pase por su negocio. ¿Q...