Playa Soleyman, Miami.
Blake se giró lentamente para saber de quien era la mano que se posaba sobre su hombro, respiró aliviado al notar que se trataba de Alexis.
—¿Todo bien? ¿Es que a acaso quieres matarme de un infarto? —Blake se tocó el pecho justo donde debía estar su corazón.
—¡Lo siento! Con todo lo que ha estado pasando, es obvio que no debí haberte abordado de esa manera... ¡Después de todo no sabemos quien le envió ese caja a Melinda! —Se disculpó.
—Bueno, claramente alguien sabe donde estamos... —Blake reflexionó.
—Lo peor es que esa caja no fue lo único que dejaron... ¡Encontré una nota en mi auto, de Bryce! —Comunicó Alex con un rostro de suspenso.
—¿Una nota de esa rata? ¿Crees que el haya sido quien mató a Dynia? —Indagó.
—No, creo que solo pidió el favor de que la colocaran ahí... Lo de Dynia es algo más complicado al parecer...
—Bien... ¿Y que decía la carta? ¿Algo de qué preocuparnos? —Blake parecía intrigado.
—Pues no ustedes, pero yo si... Blake... ¿Realmente eres mi amigo? ¿Lo serías sin importar la situación tan jodida en la que pueda encontrarme? —Alexis buscó los ojos de Blake, colocándole las manos sobre sus hombros.
—¿De qué hablas, Alex? ¡Claro que soy tu amigo! Pero estás preocupándome... ¿Pasa algo grave?
Alexis se sentó sobre la arena al no poder mantenerse en pie a causa de los nervios y Blake lo imitó.
—¿Recuerdas que te conté que me acosté con Bryce un par de veces?
—¡Inolvidable! Esa fue la razón por la que Austin te terminó... ¿A que viene eso ahora? ¿No era tema superado? —Él no comprendía.
—Pensé lo mismo pero me equivoqué... No usé condón en esas veces en las que le fui infiel a Austin... —Alex bajó la cabeza.
—No me digas... ¿Y tú le creíste que estaba embarazado? —Blake se rió pero dejó de hacerlo al notar que Alex estaba soltando una lágrima, la cual se deslizaba por su mejilla amargamente. Blake de inmediato trató de quitársela para consolarlo—. ¿Alex? Hombre... ¿Qué pasa? ¡Me estás asustando, dilo ya!
—Blake... ¡Tengo VIH!
Alex se echó a llorar mientras Blake se mantenía estático, impactado por las palabras, pero no por mucho, en cuanto pudo procesar la situación, Blake le extendió su hombro y lo dejó llorar en él, rodeándolo con los brazos. Ellos siempre habían sido grandes amigos.
—Escucha, Alex... ¡Está bien, no es tu culpa! Tu fuiste drogado para estar con Bryce de forma sexual... —Trató de justificarlo pero Alex tenía muy claro cual había sido su error.
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La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ]
RomansaAlana es seductora y peligrosa, no conoce límites, está decidida a destruir a cada hombre que se interponga en su camino. Ella buscará la venganza en contra de aquel que en realidad la hizo sufrir en cada rostro masculino que pase por su negocio. ¿Q...