La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ]

Persecución infernal

Mansión Shannel.

Pov. Alana.

   Dejé a Christian dormido sobre la cama, y me escabullí por la mansión pasando por el cuarto de Melinda a hurtadillas. Ella no estaba, supuse que se encontraba divirtiéndose extra en el cuarto de al lado con Blake...

   Revisé su cajón y encontré lo que buscaba; Una caja de cigarrillos, y sí, le robé dos.

   Christian no me dejaría fumar ahora a causa del embarazo, yo también pretendía dejarlo pero esta noche no podía dormir, era como si algo estuviese muy mal... ¡Cómo si algo realmente grave estuviese apunto de pasar! Encendí uno de los cigarrillos rápidamente y lo inhalé tratando de controlar mi ansiedad.

  Y mi miedo se volvió real cuando los gritos desesperados de Rocky desde el jardín, alertaban sobre algún peligro. Divisé a alguien corriendo fuera de la propiedad mientras Rocky lo seguía.

   Abrí la ventana rápidamente desde el balcón de Melinda y escuché lo que decía:

—¡Me apuñaló! Maldita sea... ¡Me apuñaló! Dig... Sal... a... Christopher.

   Oh Dios mío, su pecho estaba bañado en sangre.

—¡Dominick está escapaaando!

   En cuanto escuché a Rocky gritar que una mujer lo había apuñalado corrí a bajar las escaleras a toda velocidad guardándome la foto en el bolsillo. Dominick estaba escapando y después de todo lo que yo le había hecho en los últimos días, sabía que buscaría su venganza.

   Cuando llegué hasta donde Rocky había caído ya no había nada que hacer, había sido apuñalado en el corazón.

   En unos segundos todos llegaron corriendo a nuestro alrededor. Empleados de la casa, Austin, Alexis en primer lugar, Christian y Eduardo llegaron luego y por último Blake y Melinda.

—¿Qué pasó? —Christian estaba alterado.

—¡Alguien lo apuñaló! ¡Dominick escapó! —Les dije con el corazón acelerado.

—¡No pudo haber ido lejos! Voy a cazar a ese malnacido... —Christian me miró estrechando los ojos—. Y ya no habrán más juegos Alana, si llego a atraparlo, voy a matarlo de inmediato.

—¡Espera, Chris... es peligroso! —Le advertí que no me dejara sola.

—No Alana... —Él se sacudió mi mano de encima—. No voy a poner en riesgo tu seguridad ni la de mis hijos dejando escapar a Dominick como si nada. Te advertí sobre esto... ¿Recuerdas? —Se acercó y me tomó de la cintura con una fuerza media que me asustó por un momento, pero fue solo para acercarme a él y acariciar su rostro contra el mío—. Te amo, Alana, pero si no comienzas a dejar de lado tus venganzas nunca vamos a dejar de vivir así... Y quiero para nosotros mucho más que esto... ¡Solo espero que no sea ya demasiado tarde!