La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ]

Epílogo: Libertad

  Playa de la Isla Damas, Costa Rica. (Tres días después)

   Mi nombre es Alana Shannel y esta es mi redención, fui una mujer que pasó la mayor parte de su vida en vuelta en mentiras y odios mortales.

   Me convertí en una Dominatrix para saciar mi deseo de sangre, me hice pasar por muerta para planear una venganza que terminó convirtiéndome en una esclava sexual para la organización de trata de personas más grande del mundo. Maté a muchas personas y estuve en la cárcel por ello.

   Christian de algún modo extraña a su gemelo, le ha costado dejar de sentirse culpable por las duras palabras que le expresó en la mansión, pero poco a poco a aprendido a perdonarse. ahora no quiere que abandonemos Costa Rica jamás. De cualquier manera... ¿Cómo podríamos llevarnos a los caballos? La hacienda estaba plagada de ellos, según él, la equinoterapia nos ayudaría a todos a superar nuestros horrores.

   Los gemelos jugaban con mi esposo en la playa, verlos felices, divertidos y sanos siempre es apasionante. Melinda enterraba sus pies en la arena disfrutando del sol junto a Blake, que por cierto, continua siendo por mucho el tipo más hambriento que he conocido y a pesar del tiempo juntos, Blake aún sigue loco por Melinda.

   Melinda ya no es millonaria, terminó de donar lo que le quedaba de su dinero a las cusas benéficas, ella encontró una riqueza mucho mayor que él dinero en la familia que la acompaña cada día.

   Ella disfruta de poder ver nuevamente, según dice, Blake le resulta cada día más encantador... ¿Quién diría que al final de todo, ella y yo si estábamos hechas para ser las mejores amigas?

Traje algunas cosas a nuestro día de playa, cosas que tenían un significado especial.

   De mi bolsa saqué el pequeño domo de vidrio en el que se encontraba Leviatán 2.0 y luego caminé hacia un matorral. Lo miré por última vez antes de levantarlo con cuidado de la cola y colocarlo en el suelo.

—Ahora es tu turno amiguito... ¡Sé libre! — dije viendo corría a esconderse entre las plantas y sabiendo que sería probablemente la última vez que lo vería.

   Luego fui de nuevo a mi bolso. Todas las cenizas y cuerpos de nuestros allegados fueron enviadas a Londres, al mausoleo de la familia Monroe. Allí descansan juntas las memorias de mis padres. Los cuerpos de Rocky e Iraída están uno al otro en eterna paz. Y también hubo lugar para Christopher, e inclusive Tifanny, creo que ella mi madre al fin se reunieron. También hay una lápida para Dynia y Austin, aunque sus aposentos estén vacíos.

   ¡No saben cuanto extraño las icónicas frases de mi hermana!

   No sé si Alexis esté vivo o de verdad se haya quitado la vida al no poder soportar la perdida de su más grande amor.

   Él nunca pudo reponerse de la muerte de mi mejor amigo, y no lo culpo, yo tampoco voy a olvidar nunca a mis más grande héroe.

   De lo que si estoy segura, es que me hubiese gustado que hiciéramos esto juntos.

   Tomé la pequeña urna con cenizas de cosas que le pertenecieron a Austin y no pude evitar llorar al ver que esto era todo lo que me quedaba de él. Caminé hacia la playa derramando lágrimas y luego esparcí las cenizas en el mar dejando caer la una en el agua cuando estuvo hecho.

   Una brisa fuerte sopló en ese momento, les juro que pude sentir como si Austin estuviese junto a mi, reconfortándome de su dolor y secando mis lágrimas. Era como si me susurrara al oído que fuese feliz mientras me sonreía en una paz eterna.

   ¡Nunca voy a olvidar a mi más grande héroe! 

  Creo que nunca sabré que pasó con Alexis, si en realidad no pudo soportar lo de Austin y si solo necesitaba espacio para asimilarlo. Solo espero volver a verlo algún día.

   Toda mi vida pareció ser una pesadilla interminable pero ahora estoy aquí, respirando aire fresco frente al mar, estoy llena de paz al dejar todos mis horrores y dejándolos enterrados en el pasado.

  Mis días como una Dominatrix quedaron en el olvido, ahora me siento feliz y plena, estoy inmersa en amar y ser amada.

   En mi nueva vida no hay más odio, ni más dolor, sigo sanando cada día más de mis antiguas heridas mientras escribo las nuevas páginas de mi libro, uno en el que me siento al fin y para siempre; libre.

Fin del libro Dominatrix.