Día 17 Lady Blue

40 12 2
                                    

Llegamos a Bucarest una semana después de que Lorem me confesara la verdad de haberme contratado, durante esa semana nos hicimos miles de fotos en Saint Savin, fue una de las mejores semanas que he vivido, terminamos de conocer todos los rincones de aquel mágico pueblo y allí, en la última noche de la estancia, hicimos el amor y jamás me sentí tan amada, era la primera vez que entregaba mi cuerpo y alma juntas a un hombre con amor, fue hermoso sentir su cuerpo sobre y dentro de mí, sin asco, y con cariño, me hizo sentir deseada de verdad y no como un simple objeto de satisfacción momentáneo.

Lorem hizo un par de llamadas, y consiguió boletos para Bucarest, llegamos en aquel invierno intenso, en el aeropuerto nos recogió un auto en el que recorrimos las calles cubiertas de una espesa y blanca nieve que adornaban toda la ciudad.

Llegamos a una gran casa, algo vieja pero impecable como sin duda le gustaba a ella, baje del auto junto a Lorem y allí en la puerta estaba ella esperándonos.

No logramos evitar el llanto ambas, y en un hermoso abrazo sellamos aquel esperado reencuentro.

-pensé que no volvería a ver a mi pequeña Laura.

-Aquí estoy la Srta. Blue. Gracias por enviar a Lorem a buscarme. No sé cómo explicarte, es increíble todo lo que sucedió. Pero estoy de vuelta.

-no te preocupes, tenía que hacer algo, fueron cuatro años muy difíciles sin saber nada de ti.

-perdóname por no llamar, perdóname por no escribir, me comporte muy mal, te ruego que me perdones.

-perdóname tu por todo lo que pasaste.

-eso ya quedó atrás Srta. Este hombre me devolvió la vida.

-Lorem es un gran chico.

-lo sé, me lo demostró desde que le conozco.

Luego del emotivo reencuentro, bebimos vino, y la Srta. Lady Blue ordenó hacer un banquete como bienvenida.

Aquella tarde como si fuese mi madre le contaba anécdotas de mi época de alumna a Lorem que con atención escuchaba todo lo que ella decía. Tenía dibujada una sonrisa que no podía borrar, me sentí contenta de volver a verla, a quien después de tantos años seguía considerando mi madre sustituta.

Y después de tantas sonrisas y alegría de vernos de nuevo, me dio la triste noticia de que padecía cáncer de pulmón desde hacía un año. Y que vivía en Rumania por los tratamientos de su enfermedad. La vieja academia había sido cerrada desde que perdió contacto conmigo. Lorem se fue a Madrid a resolver asuntos de su empresa y yo me quede en Bucarest unas semanas con mi antigua maestra. 

EL CÓDIGO ROSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora